Primer DT de Lautaro: "Le sobra para jugar en el Barcelona"

Lautaro Martínez, después de romperla en Racing e Inter, es el apuntado del Barcelona. A pesar del parate mundial y los problemas económicos provocados por la pandemia, todo parece indicar que el equipo Culé pagará una millonada para contar con sus goles. Hoy es una de las estrellas de la Selección, la rompe en el Inter y lo siguen de cerca varios grandes de Europa. Pero hay alguien que lo conoce más que nadie: Alberto Desideri, el entrenador con el cual el 9 comenzó a competir y el encargado de hacerlo debutar en la Primera de Liniers. En Bahía Blanca todos lo conocen como Pichu y, aunque él asegura ser “un perro verde del fútbol, que no pretende ser reconocido”, nadie le quita el galardón de haberle dado el puntapié inicial a la exitosa carrera del delantero.

 “Cuando Lautaro viene a Bahía Blanca nos vemos. Yo estoy de coordinador en Liniers y pasa a verme. Cuando lo enfocan de cerca en la tele me hace recordar mil cosas que hacía de pibe”, relata Desideri desde su casa, mientras se pone cómodo para contarle todo a Racing de Alma. Los inicios del Toro, su primer partido en la Liga del Sur, la prueba que le hizo Boca, su actualidad, la posibilidad de compartir delantera con Messi en el Blaugrana y muchísimo más.

-¿Cómo llegó Lautaro a tus manos?

-Mientras Pelusa (Mario, papá del Toro) jugaba en Rosario Puerto Belgrano (Punta Alta), tenía a los chicos allá. Pero cuando volvió a Bahía trajo a Lautaro y al hermano (Alan) a las Infantiles de Liniers. Recuerdo que llegaron los dos con el pelo largo de la mano del padre. Y después de pasar por Infantiles, Lautaro arrancó a competir conmigo. Lamentablemente yo era el encargado de dividir a los equipos A y B; obvio que Lautaro fue para el A, ja.

-¿Les iba bien en Inferiores?

-Muy. La 97 jugó ocho torneos y solamente perdió uno. Siete veces salieron campeones. Teníamos un equipazo. Y el año que no ganamos perdimos en las semis. Igual Lautaro ya competía desde más chico. Un año antes que su categoría jugaba con los más grandes, como también lo hicieron el Chiqui Bouzat, que hoy está en Vélez, y Francisco Pizzini, que juega en Defensa y Justicia (ambos fueron dirigidos por él en Inferiores del Chivo).

-¿Hacía diferencia con los más grandes?

-Y sí, se notaba que era distinto.

-Y también lo hiciste debutar en Primera…

-Sí, él estaba en Cuarta y le faltaban unos años, pero como en Liniers por lo general jugamos dos torneos (Federal A y la Liga del Sur), había muchas oportunidades para ver a los pibes. Recuerdo que teníamos un gran equipo en la Liga, que terminó saliendo campeón, y aprovechábamos para mechar chicos. Un día le tocó a Lautaro, que tenía muchas condiciones.

-¿Te acordás del partido?

-Todo. Perdíamos 2-0 con Puerto Comercial en la cancha de Liniers y en el segundo tiempo los llamé a él y a otro juvenil más. Le dije que haga lo que sabía hacer, lo que nos mostraba en las Inferiores. Si bien arrancó jugando por afuera, ahí ya era parecido a lo que todos conocen y lo mandé a meterse entre los centrales, a aguantar. La primera pelota que tocó se acomodó y la clavó al lado del palo derecho del arquero. Es muy raro que le erre al arco. ¿Viste cómo juega ahora? Así fue siempre.

-Un buen debut…

-Sí, y no termina ahí, ja. Al ratito agarró una pelota de espalda, giró y empatamos dos a dos. Después fuimos a jugar a cancha de Tiro Federal y, aunque no hizo goles, ya mostró todo. Ahí nos dimos cuenta que estaba en otro escalón.

-¿Y en los entrenamientos cómo era?

-Era un tipo de mucho temperamento. Desde chico sabía que iba a ser profesional. Estaba convencido desde muy chiquito. Y además de decirlo, lo demostraba. Comía fideos blancos antes de los partidos, todo. Se comportaba como un profesional. No le gustaba perder ni en las prácticas. Se mataba entrenando. Eso sí, no tenía habilidad.

-¿Cómo que no tenía habilidad?

-Fijate que, incluso ahora, no tiene habilidad, destreza técnica. No es un tipo técnico. Siempre jugó muy bien de espalda, es un jugador fuerte. Y de frente al arco no erra nunca. Tiene mucha potencia y excelente pegada. Por otra parte, allá ha aprendido a cabecear, que antes le costaba. Bah, tampoco lo necesitaba mucho porque hacía la diferencia por afuera muchas veces. Si prestás atención es muy raro que lo veas gambeteando. Ahora… Si pasa y va a buscar, no le des espacio porque te liquida.

El día que Boca no quiso a Lautaro Martínez lo joya de Racing que hoy seguido de cerca por el Barcelona

-¿Es verdad que Boca lo fue a ver a Bahía Blanca y no se lo llevó porque le faltaba potencia?

-He tenido varias conversaciones ásperas con los que venían de River y Boca. Recuerdo que lo vinieron a ver porque había hecho como 40 goles en un torneo. Me acuerdo que llegó el tipo... No voy a dar el nombre porque no me gusta quemar a la gente. Me dijo: “Vos no sabés los delanteros que tiene la 97 de Boca, son unos animales”. Y yo le decía: “Mirá que este pibe hizo más de 40 goles en una liga que, si bien no es AFA, es muy competitiva”. Ellos sienten que tienen los mejores y por eso se terminan perdiendo mucho. Dieron vueltas y al final no le dieron bola. Hasta que un día vino Radaelli (Fabio, ex coordinador de las Inferiores de la Academia) y se lo llevó a Racing.

-Vos lo conoces mucho, ¿en qué esquema lo ves más cómodo?

-Si los que van por afuera son de llegar al fondo, me gusta con otro punta. Me encanta con Lukaku. ¿Te imaginas ser defensor y tener que aguantar a esas dos bestias? Igualmente los que son buenos se adaptan a todos los sistemas.

-¿Entonces ves a Lautaro Martínez jugando en el Barcelona?

-¿Pero cómo no va a jugar? El Inter no es un equipito de cuarta. Está jugando en un grande, puede hacerlo en otro. Ya entró en el nivel Champions. ¿No va a poder jugar en los Manchester o en el Bayern? ¿Por qué no? Es lo mismo jugar en uno o en otro. A Lautaro le sobra para jugar en el Barsa. Tiene que cuidarse, tratar de que no se le vayan los humos a la cabeza. Igual, conociéndolo, es un tipo profesional que está preparado para eso.

-¿En el Inter cómo lo ves?

-Allá va a mejorar todo aún más. Se destaca mucho porque tiene jugadores de primer nivel al lado. Se postea y el que viene de frente la clava en un ángulo. Acá puede rebotar mil veces, pero no se nota tanto cuando el que viene de frente la tira a cualquier lado. Además, tiene más espacio para jugar. Si todo lo bueno que vos haces sirve porque el resto sabe lo que tiene que hacer…

-¿Es el mejor jugador que tocó dirigir?

-Sí, yo creo que está entre los mejores. Aunque para mí de toda la tanda hay un solo chico que no llegó porque no quiso: Nicolás Goroso. Crack, eh. Un animal. Categoría 90. Pero era un crack sin ganas de jugar, ja. No quiso nunca. Comía alfajores y tomaba gaseosa, no le interesaba. Pero te aseguro que era crack. Hubiera llegado.