Racing sufría con los horrores defensivos del año pasado y en el receso de la Superliga salió a buscar un defensor que diera garantías. Encontró mucho más que eso en Alejandro Donatti. El central aportó solidez y orden en el fondo sumado a una tremenda potencia goleadora: lleva tres goles sobre nueve partidos disputados con la camiseta de la Academia. Ante Lanús, por la fecha 16, abrió el partido con un tremendo cabezazo y en el último encuentro, frente a Patronato, marcó un doblete, primero de cabeza y luego con su pie derecho.
El Chacho Coudet conocía bien sus características cuando fue a buscar al futbolista de 31 años al que ya había dirigido en Rosario Central y en el Tijuana de México. Sabía de su fortaleza aérea para despejar los embates del rival, su fiereza para ir al piso cuando la jugada lo amerite y su tremenda capacidad goleadora.
Sumando los tres tantos convertidos en Racing, Donatti tiene números impactantes en la Primera División del fútbol argentino, donde jugó un año en Tigre y tres en Rosario Central. El Flaco ostenta un más que interesante promedio de gol como defensor en nuestro país, donde marcó 21 goles sobre 157 partidos disputados, lo que le da un promedio de 0,13. En la actualidad, sólo es superado en esta faceta por Lucas Olaza, lateral izquierdo de Talleres, quien jugó 15 partidos en el fútbol local y anotó cuatro goles, con un promedio de 0,26. De todas maneras, no se puede soslayar la ventaja de Olaza sobre Donatti, teniendo en cuenta que el uruguayo es el encargado de patear los penales en el equipo cordobés.
Por si no alcanzara con lo que hace Donatti, Leonardo Sigali, su compañero de zaga, ya metió dos goles en Racing, habiendo disputado solamente siete encuentros. Esta dupla goleadora trajo paz en la defensa y furia en el ataque, donde cada pelota parada se transforma en una situación de mucho riesgo para el rival.
La Academia sabe que Lautaro Martínez se irá en junio al Inter y mucho se habla en estos días de quién será el que pueda reemplazar la enorme cuota de gol que aporta el Toro. Tal vez, parte de la solución esté en casa.