Una despedida ideal. Lautaro Martínez pudo haber hecho la fácil, proteger su físico y no jugar este último partido antes de ir al Mundial Sub 20 de Corea del Sur. Pero el goleador no se borró y se fue de Avellaneda de la mejor manera (esta noche se irá con la Selección a Asia). Siendo figura, dándole a Racing un triunfo importante para seguir prendido y expectante para, al menos, entrar entre los cinco primeros del campeonato.
Y lo sufrió la Academia. Más allá de ese zurdazo exquisito de Lautaro, también la pasó mal en el segundo tiempo. Un cabezazo en el palo y un par de centros que no tocó nadie hizo sudar la gota gorda. Con Videla metido casi entre los centrales (jugó un muy buen partido e hizo más sólidos a Barbieri y Vittor), el equipo de Cocca encontró solidez y ya no fue un colador por el medio de la cancha. Gran sensación y objetivo cumplido, mantuvo el arco en cero para volver a tomar confianza de atrás para adelante. Se viene el clásico. Sin Lautaro y seguramente sin Marcos Acuña, con una lesión muscular (sería un desgarro). Pero con Bou y con Lisandro tomando ritmo, la ilusión está intacta.
