Con el torneo de Inferiores finalizado, Racing incorporó a una joven promesa de 13 años para competir en Novena División desde el 20 de enero. En Racing de Alma tuvimos la oportunidad de charlar mano a mano con el delantero zurdo proveniente de Atlético Rafaela.
“Tengo una forma de juego que se identifica un poco con la de Lisandro. Me gusta agotar al defensor, molestarlo, chocarlo, desgastarlo. Tengo potencia, fuerza, roce y choque”, se presenta el atacante, mano a mano con este portal.
En épocas de un mercado pasivo, donde las cartas fuertes se tiran a último momento, Racing apuesta a nutrir su cantera con pibes de proyección. Tras una visita a Rafaela por parte de Claudio Ubeda (coordinador de Infantiles) y Ramón Medina (captación), marcaron al juvenil y la Academia fue por él: lo sumó a cambio de 10.000 dólares y se estableció que a la Crema Ie quedará el 20% de una futura venta.
Durane sus vacaciones en Santa Fe, rodeado de sus seres queridos, Alex atendió nuestro llamado para contar sus sensaciones después de jugar en la Pre-Novena. Desde la primera pregunta a la última se lo notó muy contento por lo que está por vivir: “Estoy muy feliz por esto. Es el sueño de todos llegar a un club de Primera. Ojalá pueda debutar en Primera. Se me están cumpliendo muchas metas”.
Almaraz recordó cómo nació su chance de mudarse a Avellaneda. “Me enteré de que me estaban viendo por el captador de Racing (Monchi Medina) en el torneo Sueños Celeste de Rafaela. Durante un mes me seguían todos los partidos. Estaban al tanto de todo lo que pasaba. Me preguntaban cuánto salía, si había hecho goles, los resultados... Hasta que una semana fui a Buenos Aires y pude conocer a toda la gente. Mis compañeros, el predio Tita... Y al otro día me enteré que Racing iba a comprar mi pase”.
Desde chico estuvo vinculado con el fútbol. Pasó por varios equipos de su ciudad y hasta algunos se peleaban por él. “Arranqué a los cuatro años en Quilmes de Rafaela. A los seis fui a 9 de Julio de Rafaela. Tuve la chance de ir a Atlético, pero Quilmes no me daba el pase. Y me fui a jugar al baby dos años, a Estrella del Sur de San Francisco. Quedé libre y después sí pasé a Rafaela", narra su corta trayectoria.
A partir de enero su vida estará en Avellaneda, lugar del que le quedó una muy buena impresión: “El predio es muy lindo, grande, con canchas diferentes. La pensión (Casa Tita) es hermosa. Yo me siento muy cómodo ahí. Toda la gente me tiene al tanto de todo, hacen que no me falte nada. Son todos buena gente”.
El Tita vio nacer a muchos de los chicos que hoy están en Primera, como los Centurión, los Lautaro Martínez o los Zaracho. Ellos necesitaron de un faro o guía para tomar instrucciones y poder crecer. Por supuesto que la presencia de Licha en la Academia lo entusiasma sobremanera. “Me gustaría tener una buena relación con Lisandro. Sería un encanto charlar con él -se ilusiona- porque es un jugador que tiene características muy buenas como delantero”.
Consultado sobre su espejo en el puesto, reveló que "mi mayor referente es Palermo, pero hoy en día me identifico con Pratto y Benedetto. Tienen muy buen movimiento, buena pegada, todo.” ¿Su ídolo? "Juan Román Riquelme por su técnica y forma de jugar".
Para cerrar la charla, porque un canal televisivo de su ciudad lo espera, expresó: “En 2019 espero otro ritmo de juego, otro roce, tener más minuto de juego, experiencia y sacar buenos amigos del club. Espero ser titular y meter goles. El gol es mi amigo. Lo mejor es que voy a ser feliz, lo voy a disfrutar al máximo. Voy a dar todo cuando tenga que estar y voy a apoyar cuando no tenga que estar “.
Él es la nueva promesa del gol, una carta ofensiva poderosa que llegó para alimentar a las Inferiores.
Este pibe debe ser un fenómeno, mezcla de Licha, Palermo, Benedetto, Prato y Riquelme....
Por lo que se ve deduzco que va a ser grandote. Por lo otro después se verá.