Qué orgullo ver jugar a estos pibes. Pudo haber quedado gustito a algún gol más o que el del DIM estuvo totalmente fuera de contexto. Pero jugando así, la vuelta en Medellín seguramente verá a un Racing triunfador de la serie. Los más jóvenes, otra vez el piberío, fueron los que brillaron como el oro. Zaracho, Cuadra y Brian Fernández, quien ingresó por el lesionado Lautaro Martínez, dieron una exhibición junto con Marcos Acuña, ya un jugador de otro nivel.
La tocaron, por momentos fue baile y de baby fútbol. Golazos de Brian y el Huevo, y miles jugadas más que pudieron haber redondeado una goleada. Hubo muchos puntos altos en el equipo y también alguna falla otra vez en defensa, que sin la línea de cinco no es tan sólida. Pero con un 3-1 para la vuelta y la capacidad de tener más refuerzos, la Academia quedó bien parada de cara a lo que viene.