Nublada mañana la que los recibió a los campeones en la cancha auxiliar del Cilindro. Algunas sonrisas y también ofuscaciones porque preferían el sol matinal. Pero la cantidad de bajas que ha tenido el plantel a lo largo de esta semana apaciguó un poco el gran clima que reinaba en Avellaneda. Y sobre todo, porque a miércoles, otra de las figuras de este Racing no pudo trabajar a la par de sus compañeros y se perderá en el partido del sábado a las 20, ante Estudiantes.
El chileno Eugenio Mena volvió a entrenarse de forma diferenciada por noveno día consecutivo y no jugará el encuentro de ida de la Copa de la Superliga. Afuera uno de los soldados. El lateral padece una lesión que no lo deja vivir. La talalgia que sufrió el año pasado implicó que el jugador sintiera un dolor muy fuerte en la zona del talón que, por otra parte, le impide pisar por momentos. Mena realizó hoy algunos trabajos en el gimnasio y kinesiología.
Por su parte, Lisandro López volvió a realizar ejercicios de kinesiología y algunos movimientos en el gimnasio. El capitán se recupera de la distensión en el sóleo de la pierna izquierda y no podrá jugar el primer choque ante el conjunto Pincharrata. Sí lo evaluarán para saber si podrá afrontar el segundo. En Racing son positivos.
Volvió la tonada cordobesa
Uno de los alivios que trajo consigo la práctica matutina fue el regreso de Renzo Saravia. El marcador de punta derecho se reintegró al plantel tras ausentarse por dos días a los entrenamientos. Su padre sufrió la obstrucción de una arteria y fue internado en una clínica de Córdoba. El jugador debió viajar de urgencia el lunes pero como mañana probablemente reciba el alta, el ex Belgrano emprendió anoche su retorno a Buenos Aires.
El fútbol fue protagonista y el responsable del sudor de los jugadores de Racing. Primero, Coudet dispuso de ejercicios tácticos en ataque y más tarde, el DT de la Academia decidió ahondar en la recuperación del balón en los habituales rectángulos. Un equipo que se arma con lo que tiene, a pesar de las bajas. Pero que es el campeón y nadie querrá cruzarse con él.