En la habitación número 9, llamada Juan Fleita, Tiago Banega fue construyendo sueños en Racing. Allí, cada noche, antes de poner la cabeza en la almohada, imagino muchas películas. Pensó en ser profesional, en lo que sería debutar en Primera, en festejar un gol propio en el fútbol grande, en ser portada de los diarios, en que su nombre estuviera en boca de todos. Todo eso lo imaginó en Casa Tita, adonde llegó en 2017 con edad de Quinta División. Y todo eso lo cumplió, aun bajo el techo e ese refugio encantador que cobija a todos los pibes perseverantes. Es el pibe goleador de la Academia y pensionado.
Tiago parece destinado a poner la llave que abre arcos ajenos. Ya lo había logrado ante Argentinos, en febrero de este año, cuando ingresó en el segundo tiempo y conectó el cabezazo (tras centro de Matías Rojas) que selló el empate 1-1. Y este miércoles de nuevo apareció en la red, luego de entrar desde el banco, pero esta vez nada menos que en un partido de Copa Libertadores. El oriundo de Primero de Mayo, Entre Ríos, consiguió lo que muchos no habían podido hacer en el primer tiempo: mandar la pelota adentro del arco. Fue en el 1-0 que abrió el camino de la victoria por 2-0, estampada luego por Benjamín Garré.
El juvenil de 21 años regó de alegría la pensión que aún habita y generó satisfacción en todos los que lo vieron crecer a este volante con buena lectura para ocupar espacios e intuición en la zona del área. "Tiago es un hombre, un señor. Educado, cariñoso, buen compañero. Es lo más del mundo. Su familia, sus valores... Ahora sigue viviendo en Casa Tita, pero la idea es que a fin de mes se vaya a una casa en Buenos Aires. Iba a mudarse antes y la pandemia lo frenó (tuvo coronavirus)", le cuenta a Racing de Alma Cecilia Contarino, encargada de la pensión y psicóloga.
Banega y Alcaraz, los dos subidos por Beccacece en Racing
Banega fue uno de los dos chicos que Beccacece promovió al plantel principal, junto con Carlos Alcaraz. Con contrato firmado hasta diciembre de 2023 y una cláusula de rescisión de 22.000.000 de euros netos, lleva disputados cinco encuentros, uno por la Copa (el del miércoles) y cuatro por liga local (dos de ellos de arranque, ante Atlético Tucumán y Estudiantes)). Antes de esta etapa, a los 15 años había hecho su estreno en el club Defensores del Pronunciamiento, club que participa en el Torneo Federal C. Un año y medio más tarde jugó cuatro encuentros en el Federal A, siempre con esa camiseta.
Su desembarco en la Academia se produjo de la mano de Luca Marcogiuseppe, quien dirigía en las Inferiores del club cuando Alejandro Russo era el coordinador del fútbol amateur. Los buenos rendimientos en la Quinta hicieron que en 2018 comenzara a alternar entre Cuarta y la Reserva que comandaba el Lagarto Fleita. En la temporada 2018-2019 afrontó 12 juegos y con Mauro Gerk también jugó de volante de contención a pesar de que naturalmente es mediocampista ofensivo.
"Marcogiuseppe es de Entre Ríos y trajo a varios chicos de allá a probarse. Varios de ellos continúan en el club. Mauro Luque es otro: había quedado jugando de 9, pero ahora es 4 como sparrings de la Primera. También está Nahuel Ríos, volante categoría 2002, y Luciano Romero, zaguero 2003. Si algo caracteriza a a todos estos chicos es la responsabilidad, el buen trato, compañerismo y respeto. Estos son valores clave para nosotros", detalló, orgullosa, Contarino. Banega, uno de sus referentes en buena conducta, escribió otro capítulo en Racing.
Foto pirncipal: @CasaTITARC
Banegas no es de Concepción del Uruguay- Entre Ríos?..
No, es de Primero de Mayo.
Si correcto 1ro de Mayo corresponde a Concepción del Uruguay.
Tiago.es nacido y criado en 1' de mayo, pueblo de 2000 hab. Hizo inferiores y jugo en Depro(fed.A). A 60 km de c del uruguay.
Vamos carajo los entrerrianos en racing! Humildad, sacrificio y talento!
Justo la información que estaba buscando en Internet, precisa y transparente,
gracias por este aporte admin
muy buena la data, creía que era de villa Elisa, cerquita a 1 de mayo, agrego que luca Marcoguiseppe es de acá de concordia, cómo Gustavo Bou, abrazo racinguista