Con tono cálido y amable nos atiende del otro lado del teléfono Pablo Bezombe. El santafesino, quién jugó de mediocampista por derecha en aquel vistoso Racing conducido por Ángel Cappa, nos cuenta sus inicios, su llegada a la Academia, sus sensaciones de haberle convertido al clásico rival y la certeza de que lo mejor que le pasó a su carrera fue haberse venido para el lado alegre de Avellaneda. No te pierdas este mano a mano de RdA con un especialista en atacar por las bandas, que hoy sigue ligado al fútbol como panelista y comentarista radial.
-¿En qué barrio naciste y desde cuándo comenzó tu amor por el fútbol?
- Provengo del centro de Santa Fe, éramos cuatro: mi viejo, mi vieja y un hermano. A mi viejo le gustaba el rugby, pero la pasión por el fútbol arranca en la plaza pateando con mi hermano. A los 4 años ya empecé a jugar al fútbol en el colegio que iba en Lasalle y ahí lo empecé a desandar.
-¿En qué posición jugabas en tus inicios? ¿Tenías algún apodo en el barrio?
- Cuando era pibe jugaba más como delantero, algo parecido a un wing derecho si se quiere, porque era rápido y me gustaba encarar. A medida que fueron pasando los años terminé jugando como mediocampista inclinado a la derecha. Y en el barrio me decían la Peste, porque era bien chiquito y movedizo.
-¿Cómo llegas a jugar en Newell’s? ¿En qué año debutás en Primera?
- Y fue algo que se dio de repente, yo seguí jugando en mi club en Santa Fe y nos invitaron a un amistoso que se jugó en cancha de Unión contra una división de las Inferiores de Newell´s. Ese amistoso lo estaba viendo Griffa, quien luego se contactó conmigo y al poco tiempo con 17 años me fui a jugar a Newell’s. En Primera División aparezco en el año 93´ y estuve una temporada, donde a decir verdad no tuve demasiada continuidad y al año siguiente a mi debut me fui a jugar a Santiago Wanderers de Chile, donde también estoy un poquito más de un año.
-En Unión de Santa Fe te destacaste y agarraste continuidad...
-Sí, creo que todo futbolista necesita de la confianza y fue en Unión donde empecé a agarrar ritmo dentro del campo de juego. Llegué en el año 95 con el equipo en el Nacional B, hicimos una gran temporada y ascendimos en el año 96. Jugué en gran nivel ahí un par de años.
-¿Cómo aparece la oportunidad de jugar en Racing?
- A partir de los buenos torneos que venía haciendo con Unión, mi representante me empieza a decir que había varios clubes que estaban preguntando por mí. A principios del año 98 Ángel Cappa había llegado a Racing y creo que Menotti dirigía a Independiente. A mí me venían diciendo que el Flaco Menotti me seguía, pero finalmente y por suerte puedo decir hoy que se inclinaron por llevar al Huevo Toresani que jugaba en una posición similar a la mía. Cappa, de muy buena relación con Menotti, me pide para Racing y por intermedio de Daniel Lalín puedo llegar. Al momento que me contratan a mí, también viene Martín Perezlindo de Unión. Lo curioso es que el mismo día que firmo con Racing, me llaman de Boca, pocos días antes el Bambino Veira se había peleado con Gustavo Barros Schelotto y necesitaban urgente un volante por derecha, pero yo ya me había decidido por Racing y el hecho de que estuviera Ángel Cappa terminó de inclinar la balanza a favor de la Academia.
-¿Que te impresionó en tus primeros momentos en Racing?
- La calidez de la gente y también la repercusión en la calle, ya que me reconocían por todos lados. Además me sorprendieron los grandes jugadores que había en el plantel. Ya estaban Delgado, Úbeda, Bizzarri, Sessa y después a mitad de semestre llegaron un montón de figuras como Matute, Capria, Latorre... Un equipazo se armó, con el aliciente de que Cappa pregonaba una manera de ver el fútbol que a mí me encantaba y me encanta, con posesión de balón y siempre pensando en el arco de enfrente.
-Por temas de un transfer se hizo esperar tu debut en la Academia, pero cuando se dio fue soñado y hasta con un gol.
- Y bueno en ese entonces decían que esas cosas eran normales en Racing. Tanto mi transfer como el de Perezlindo estaban demorados y nunca llegaba la habilitación. Siempre había ruido con esas cosas, que los avales, que el monto, que se yo. Lo importante es que cuando nos habilitaron, creo que fue en la segunda fecha de aquel Torneo Clausura, metimos un gol cada uno y le ganamos 2 a 1 a San Lorenzo en el Cilindro, un día de un calor tremendo y que la cancha se venía abajo. Me acuerdo que jugábamos con la camiseta marca Taiyo y en los goles se armaban unas avalanchas bárbaras.
-¿Cómo era tu relación con Lalín? ¿Se cumplía el pago de los sueldos en tiempo y forma?
-Quizá suene extraño lo que voy a decir. pero a nosotros Lalín nos respetaba lo que habíamos firmado y no tuvimos demasiado tema de atraso en los sueldos y demás. Sabíamos que Racing venía sufriendo esas cuestiones pero en ese tiempo que él estuvo, al plantel se le respetaban las cosas.
- Integraste aquel equipo que jugaba muy bien al fútbol y terminó 3ero en el Apertura 1998.
- Si, ese equipo jugaba un fenómeno. En el primer semestre hicimos un torneo discreto y con la llegada de muchos refuerzos como algunos que ya nombré como Latorre, Matute, Reinoso, Tapita García, sumado al gran nivel del Chelo y el Mago hicimos una linda campaña. Justo ese torneo que fue el Apertura lo termina ganando el Boca de Bianchi, sino creo que lo hubiéramos peleado palmo a palmo hasta el final. Tuvimos grandes partidos.
-Hiciste un golazo ante el Corinthians en el Morumbí por la Copa Mercosur. ¿Qué recordas de aquel momento?
- Uff, fue inolvidable. Nos habíamos puesto en ventaja con gol del Luigi Villalba, nos empatan los brasileños y después hago el gol de la victoria. Había muchísima gente en la cancha y cuando llegué al estadio pensé qué lindo sería marcar un gol y se me dio encima para que ganemos, si mal no recuerdo fue la primera vez que un equipo argentino ganó en ese estadio.
- Y al poco tiempo definís el clásico del apagón contra el Rojo en la Doble Visera...
- Sin duda, ese fue el gol más importante que hice en mi carrera, por tratarse de un clásico y por todo lo que se había hablado de la suspensión por el corte de luz y en la reanudación del partido. Me acuerdo de que íbamos ganando 2 a 0 con goles del Chelo Delgado y de Matute y que si el partido continuaba no exagero si digo que podíamos hacerle media docena de goles a Independiente. Era un baile, ellos no podían levantar las piernas del cimbronazo de esos primeros goles y de repente llevaba yo la pelota, y se cortó toda la luz. La gente de Racing no paraba de gastar a la de enfrente con que habían arrugado y por eso habían cortado la luz adrede. Para colmo cuando se reanuda el partido a los pocos días, Cascini descuenta rápido y ahí se emparejó la cosa hasta que con un cabezazo tras un lindo centro del Chelo liquidamos la cuestión y lo festejamos a lo loco.
- ¿En el momento que se produce el apagón pensaste que era algo aleatorio o que había sido algo intencional?
- No, nosotros cuando se cae la tensión pensamos que había sido algo natural, aunque después nos dio la sensación de que estaba medio armado. Lo importante es que en el fútbol esas avivadas a la larga no terminan sirviendo y que nosotros ganamos el partido en buena ley. Con Independiente siempre tuve la suerte de que me fue bien en los clásicos, también pude convertirle en el verano.
- Me imagino todo el afecto que te habrá demostrado la gente luego del clásico..
- Si, la gente de Racing es especial y desde que llegué a la institución me demostró siempre su cariño incondicional. Lógicamente el gol en Brasil y principalmente el gol en el clásico,que sirvió para definirlo, hicieron que el aprecio sea aún mucho mayor.
-¿Por qué crees que todo lo bueno que se mostró en aquel torneo se terminó dilapidando al poco tiempo?
- Y ahí sí tuvo que ver el tema político y económico del club, entramos en una rueda inexplicable de que no sabíamos si se jugaba el fin de semana, entrenar sin saber si vas a poder jugar el partido del domingo es muy difícil. Después no era fácil todo lo que pasaba en la sede, lo que sí nos reconfortaba era el apoyo de la gente y las muestras de cariño para con el club. Al poco tiempo Cappa se terminó yendo, lo mismo que muchos jugadores. Vinieron Costas y Maschio a ponerle el pecho y costó mucho reconstruir el armado de aquel equipazo.
- ¿Cuál fue la postura que adoptó aquel plantel al ver por ejemplo que a Lalín le tiraban un redoblante en la cara?
- Fue algo muy raro, porque varios de los que estábamos en ese plantel veníamos de la mano de Lalín y ver que estaba en esa situación no era cómoda para nada. Así y todo no gambeteamos el tema y sabíamos que cuando saliéramos a la cancha teníamos que dejar todo por la camiseta.
-¿ Que te acordás del partido en Arroyito contra Rosario Central en el que Racing vuelva a jugar por el Torneo luego de que no lo hayan dejado hacerlo contra Talleres por el tema de la quiebra?
- Recuerdo que lo de la gente fue una locura, que se organizó una caravana como si el equipo estuviera por ser campeón y que lamentablemente no pudimos retribuirlo con una victoria, ya que perdimos por 2 a 1. No tengo dudas de que el resurgimiento de ese momento tan díficil fue gracias a la gente de Racing.
-¿Cuándo y por qué te vas de Racing?
- Me voy de Racing a finales del año 99. La verdad que llega un momento en la carrera que uno tiene que dar un paso en lo económico. Tenía mi representante todo arreglado para ir a River, pero de golpe llegó una propuesta interesantísima para ir a Mexico y decidí irme para allá. A River termina yendo el Chacho Coudet.
- ¿Sentís que pese a que sólo jugaste un par de temporadas en el club fue Racing el lugar en el que mejor te sentiste como futbolista?
- Sin lugar a dudas, también tuve buenas etapas en Unión y hasta en Central Córdoba en el final de mi carrera, pero Racing fue algo único, donde integré un verdadero equipazo con un técnico que amaba jugar bien al fútbol.
-¿Tuviste alguna propuesta para retornar a Racing como futbolista? ¿Te quedó algo pendiente en el club?
- No, luego de que me fui a finales del 99 no volví a tener contacto con los dirigentes, sí con algunos compañeros, pero nunca hubo nada concreto. Obvio que me faltó coronarme campeón en el club, pero lamentablemente sale campeón uno solo, creo que me fui contento dejando una buena imagen en el campo de juego junto a grandísimos jugadores. Aquél Racing hizo tan bien las cosas en la cancha, que hasta el día de hoy la gente se sigue acordando de ese equipo.
-¿En qué año te terminas retirando como futbolista profesional y cómo fue el día después de retirarse de la profesión que uno ama?
- Me terminó retirando a los 39 años en uno de los clubes que más quiero como lo es Central Córdoba. Previo a ese último paso anduve por todos lados, Estudiantes, Belgrano, fútbol venezolano, fútbol italiano, Ascenso. Y el día después de jugar obvio que no es fácil porque se conjugan los recuerdos, la nostalgia y es difícil sacarse el chip del jugador. Aproveché que tenía mucho más tiempo para dedicárselo a la familia, a mi señora, a mi hijo, a mis dos hijas. Uno aprende a disfrutar de otras cosas, que en la vorágine del fútbol no me era fácil.
- Encontraste en la radio una manera para seguir conectado al fútbol.
- Sin duda comencé hace un tiempito, y es una sana manera de distenderme y de seguir ligado al fútbol. Estoy en La Red de Rosario y me toca hablar en el programa del fútbol de Ascenso y también participo de transmisiones como comentarista.
- ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el micrófono?
- La verdad es que en la época de jugador no me lo hubiera imaginado, pero a través de un amigo me enganché, fui recibiendo varias invitaciones y ahora salgo al aire en el programa de los domingos por la noche.
- ¿Dentro de tu rol de comentarista ves alguna similitud de este Racing de Coudet con aquel Racing de Cappa?
- Sí, lo que es parecido es la forma de querer jugar bien a la pelota, más allá de que los interpretes sean distintos y que aquel equipo de Angel tenía más jugadores de experiencia y este del Chacho más jóvenes.
- Si tuvieras que elegir algún compañero que hayas tenido en aquel buen equipo del Racing de Cappa para reforzar este Racing de Coudet de cara a poder pelear la Copa Libertadores. ¿A quién elegirías?
- Sin dudas al Chelo Delgado, que era muy completo, habilidoso y goleador.
-¿Qué jugador del plantel actual de Racing ves que tenga características parecidas a las que vos tenías en tu época de jugador?
- El que me encantaba aunque jugaba por el otro carril era Marcos Acuña, incluso con más recorrido al que yo hacía. Y del equipo actual me gustan los movimientos de Zaracho, que trata de encarar y llegar con frecuencia al área.
- Solés ser una fija en el equipo Senior de Racing. ¿También se dan apagones en los clásicos?
- Jajaja ahí no, lo que si te puedo asegurar es que se corre menos y uno se puede animar un poquito más. Este año no estuve yendo tanto, pero voy a volver, porque no hay nada más lindo que ponerse la camiseta de Racing.
Que hermosos recuerdos! Vivir esos gloriosos instantes en que los rojos no la veían ni cuadrada! Ja ja ja
Gracias por defender nuestros colores ahora y siempre! Abrazo !
Geniooo!! , que equipazo ese !
no fue solo el gol a los amargos lo que se te recuerda Pablo, sino tu sacrifico dentro de la cancha. Fujate que por ejemplo Sand le hizo 2 a los amargos y no se lo recuerda con el mismo afecto que a vos.