Brian Mansilla: "Sigo soñando con ganarme un lugar en Racing"

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La historia de Brian Mansilla es una historia de amor. De un amor que un día lo dejó, que le abrió las puertas para que buscara un crecimiento. Las dos partes lo aceptaron y ninguna de ellas dejó de sentir ese sentmiento tan mutuo como profundo. Sin lugar en el equipo, cansado de pasear por diferentes puestos sin poder consolidarse en ninguno ni siquiera como opción de recambio, en el pasado mercado de pases el ahora extremo izquierdo emigró desde Racing al Vitória Setúbal (a préstamo hasta junio de 2020), equipo modesto de la Primera de Portugal.

Hoy, a los 22 años, experimenta la sensación de armonía que todo deportista persigue. Está bien de la cabeza, óptimo en lo físico y con la satisfacción de haber conseguido el tesoro que tanto vio desde atrás: la continuidad. Lleva siete partidos al hilo como titular, lo suficiente para que su autoestima se reconstruyera con fuerza. Pero a no confundirse... Racing quedó lejos en el mapa, aunque le sigue latiendo en su corazón. Y esto va más allá de que el club sea el dueño de su ficha; Brian es, junto a Matías Zaracho, de los jugadores que en los últimos años más sentido de pertenencia ha forjado con el predio Tita Mattiussi. Poder regresar a la Academia es más que una posibilidad para él... Abriga el sueño de un panorama personal mucho mejor en su amado Racing. Así lo contará en el viaje iniciado durante la nota que le brindó a Racing de Alma desde el país que lo alberga en Europa.

Su balance a casi seis meses de estar lejos de Racing

-¿Cómo fue tu experiencia en este tiempo en Portugal?

-Por ahora es muy buena, muy linda. Estoy agarrando el ritmo que buscaba desde hacía un tiempo y no se me daba. Estoy muy feliz porque vengo jugando de titular hace siete partidos. Me siento muy contento. Ojalá pueda seguir sumando minutos.

-¿En qué posición estás jugando?

-Primero arranqué de extremo por la izquierda, en un 4-3-3. Después, el DT interino que llegó me puso de interno por ese costado en un 4-3-2-1.

-¿Y con qué fútbol te encontraste?

-Con rivales muy duros en lo físico. Se corre mucho. Hay un nivel de  jugadores de características muy buenas. Me tocó jugar contra los más grandes de acá: el Porto y Benfica. Son muy, muy difíciles.

-Entonces, todavía no te cruzaste con el Huevo Acuña...

-Sólo enfrenté en un amistoso a Luciano Vietto (Sporting Lisboa) porque el Huevo estaba en la Selección. Igualmente, de vez en cuando charlo por WhatsApp con él. Tenemos muy buena onda. Hablamos de fútbol y de lo que se pueda.

-¿Le preguntaste si piensa volver a Racing?

-No, no le pregunté sobre eso, no quise molestarlo. Tiene un presente muy bueno con la Selección... Hay que dejarlo. Pero seguramente va a volver a Racing porque fue feliz ahí.

-¿Y vos?

-Me entreno todos los días pensando en eso. Le tengo un aprecio muy grande a Racing. Ahí me criaron, estuve muchos años en la pensión. Es la cuenta pendiente que tengo y me entreno todos los días para volver y tener una chance. Sigo soñando con ganame un lugar en Racing. Y volvería muchísimo más maduro a lo que era antes. Subí a Primera siendo muy chico, debuté a los 18 años en uno de los clubes más grandes de la Argentna, con grandes figuras. Fui parte del plantel cuando jugaba Milito, después con Lisandro López... Eso es de lo mejor que me pasó en mi carrera; aprendí mucho de lideres que no se ven a menudo en el fútbol argentino.   

-¿Por qué creés que nunca pudiste lograr un espacio en la Primera? ¿Hiciste autocrítica?

-Creo que tuve muchos bajones anímicos porque me entrenaba al máximo y no tenía la chance de ser titular. O cuando me tocaba entrar 10 ó 15 minutos, como mucho, lo hacía como volante por izquierda. Encima, cuando el equipo iba perdiendo o empatando y necesitaba ganar. Se me hacía muy difícil, más cuando entrás poco tiempo. Eso es lo que no entiende la gente o, quizás, esperaba un poco más de mí. Cuando jugué en mi posición creo que rendí lo suficiente.

-En Inferiores eras 9, pero en Primera hasta te llegaron a poner de tres y de volante. ¿Cómo vivías eso?

-Me volvía llorando a mi casa. Jugaba de tres, de volante por izquierda... Yo quería ser 9, pero no habia lugar en el equipo porque estaban grandes jugadores. En un momento lo pasé muy mal. Hablé con Chacho y le dije que no me importaba de dónde arrancaba ni quiénes estaban delante mío. Le dije que yo quería volver a jugar de 9 y me pidió que lo hiciera en la Reserva. Bajé, jugué en ese puesto, convertí varios goles... Chacho me dio la oportunidda contra Central e hice un lindo gol. Después, contra Estudiantes, ganamos 2-1. Estábamos jugando Copa, yo me sentía bien. Pero supe que después no me ban a tener en cuenta y decidí irme a Gimnasia. Ahí tuve dos lesiones, y nada... Si yo no me muestro y no me va bien, será imposible volver a Racing.

-¿Hoy podés asegurar que volviste a sentirte importante?

-Quizá en estos últimos dos partidos no me sentí cómodo en la posición (volante interno), pero yo quería seguir jugando para no salir del equipo. Uno siempre trata de ayudar de la mejor manera posible. Sé que en el próximo partido volveré a ser extremo porque me gusta mucho esa posición. Cada vez le voy sumando cosas nuevas a mi juego. Me siento bien física y emocionalmente. Estoy contento. Mis compañeros me brindan todo su apoyo y, a medida que pasan los partidos, me voy soltando. Me voy sintiendo yo... Hace mucho tiempo que no me sentia tan bien fisicamente, terminando bien los 90 minutos. Cuando me va bien me vuelvo contento a casa. Y cuando no, me enojo. Pero me ayuda mi mujer, así que estoy tranquilo. Volví a ser feliz.

-Por todo lo que decís, ¿es el mejor momento de tu carrera?

-A veces un cambio es para bien... Traté de buscar eso y por ahora me está haciendo bien. Como te dije antes, volví a ser feliz. Soy protagonista en un equipo, me siento con confianza, cada vez estoy mejor. Veremos si seguiré acá o volveré en junio a Racing.

-¿Te sentiste campeón por completo en Racing o haber jugado poco te lo impidió?

-Es una sensación muy extraña porque en los últimos seis meses no participé. No estuve mucho. Sí en la primera parte me sentí importante y parte del grupo. Hemos pasado momentos feos, como quedar afuera de la Copa Libertadortes. Eso fue un gusto amargo. Pero la bronca de eso que pasó con River llevó a que Racing saliera campeón.

-¿Estás viendo a Racing?

-A veces se me compica cuando juega a las 21: acá son tres horas más y al otro día tengo que entrenarme. Últimamente no estuvo jugando bien por una cuestión que ya dije antes: ya todos saben cómo juega Racing. Le tapan la salida, se la hacen difícil... Porque el fútbol argentino es difícil.

-¿Cómo es un día tuyo en Portugal?

-Me levanto temprano para ir a entrenarme. Estoy a cuatro minutos nada más. El club es muy bueno, me tratan muy bien desde el primer día. Vivo con mi novia en el centro de Setúbal. Es una ciudad con playas muy lindas, se come muy bien, la gemte es muy amable. Y me tienen mucha paciencia, je.

-¿Por qué lo decís?

-Porque a veces no me puedo expresar muy bien y me tienen paciencia. A veces se me complica un poco con el idioma, pero la vengo llevando bastante bien. Por suerte tengo un cuerpo técnico de españoles y se me hace todo mucho más fácil.

-¿El tema del idioma te hizo protagonizar alguna anécdota?

-Sí, ja. Un día putee a un árbitro pensando que no me iba a entender, pero resulta que sabía español. Y me sacó amarilla. Yo me quería matar. Así que ya aprendí a no putear más. 

-¿Alguna vez dudaste en dejar tu país para mudarte a Portugal?

-Al principio dudé muchas veces. Pero con el apoyo de mi familia, mi novia y mi representante, fue más fácil. Tengo cinco o seis compañeros que hablan español, así que eso hace que sea más sencilo todo. Me adapté tan rápido que al mes y medio ya pude empezar a ser titular.

-¿Estás ansioso por tu primer gol en Portugal?

-No, tranquilo. Quizá se me pudo dar en algunos partidos, pero no tuve suerte. Ya se me va a dar. Hay que seguir buscando.

-¿Ya asimilaste por completo estar lejos de tu familia?

-Ya lo asimilé. Pensá que viví en le pensión de Racing desde los 12 años... Estoy bien acá. Jugando de titular me cambió todo, me hizo feliz, se renovó mi expectativa. Me siento mejor conmigo mismo.

Una vez que se venza su préstamo, a mitad del próximo año, el Vitória tendrá la opción de comprar el 80% del pase en 3.000.000 de dólares. O bien, intentar renovarle la cesión. De algo está seguro: quiere saldar su deuda personal y tener continuidad en la Academia alguna vez.