A los 64 años, el hombre vive horas en las que su teléfono lo tiene permanentemente alerta. Lo llaman de diferentes medios, le llegan mensajes, le recuerdan lo que fue el mejor instante de su carrera. El 18 de junio de 1988, Omar Catalán en Racing metió el gol que le dio a Racing la Supercopa, el último trofeo internacional que alzó el club. Y a días de la nueva final, también contra Cruzeiro, el ex delantero revivió aquella época gloriosa.
"Walter agarró la pelota. Recibió de espaldas e hizo un control orientado. Giró y yo le pegué el grito. Él siempre me decía: 'Yo no te vi, tiré al hueco donde escuché el grito, y bueno, te cayó justito'. Después quedé mano a mano con el arquero y hubo que resolver. Por suerte, de las tres posibilidades que vi en ese momento, elegí la correcta. Y acá estamos", evocó al detalle, en una nota concedida al diario Olé.
Aquel equipo dirigido por Coco Basile había ganado 2-1 en el Cilindro con tantos de . Muchos temían que en Belo Horizonte el local se impusieran por una mayor diferencia, pero el empate en Brasil le permitió a la Academia ser campeón. Y se metieron en la historia aquellos integrantes de ese elenco final: el Pato Fillol; Jorge Vázquez, Gustavo Costas, Néstor Fabbri, Carlos Olarán; Jorge Acuña, Miguel Ludueña, Miguel Colombatti; Rubén Paz, Omar Catalán y Walter Fernández.
Catalán en Racing hace el gol de la Supercopa a cada instante en estos tiempos
"Muchas veces me lo hacen hacer el gol. Un día lo voy a errar, je. Porque es más lo que me lo recuerdan que lo que uno se acuerda. No es que uno se haya olvidado -aclara-, pero siempre que te encontrás con un hincha de Racing... Uno vuelve a vivir un poco aquello, a pesar de que han pasado muchos años. Lo que más rescato de todo esto es el cariño de la gente de Racing, que no se olvida. Son muchos años, son 36 años. Me dicen: "Mirá, cuando yo vi tu gol era chiquito, tenía siete años, pero no me olvido". Y eso es lo que más reconforta".
Aquella gesta por un momento queda a un costado y Catalán en Racing mira hacia el horizonte cercano. Pone su mirada en la Nueva Olla, el estadio de Cerro Porteo donde la Academia disputará la máxima instancia de la Copa. "Yo lo veo a Racing mejor que Cruzeiro. Por lo poco que vi de Cruzeiro, contra Boca, Racing es más que Cruzeiro. Pero es una final partidos son partidos 11 contra 11 y el que se levanta mejor ese día, ojo. Al ser un solo partido no tenés chances de recuperarte. ahora es igual lo veo a Racing un poco mejor que Cruzeiro. Si tengo que elegir, Racing es más candidato. Yo creo que era más Corinthians que Cruzeiro. Y Racing lo pasó bien. Pero bueno, hay que cuidarse y no dejar de pensar porque es una final y es fútbol", dijo Catalán en Racing, donde consiguió su máxima repercusión con la Supercopa.
Cómo debe jugar la Acadé esta final
Consultado sobre la forma en que debe encararse un partido único de esta relevancia, el ex delantero de Racing, campeón de la Supercopa, expresó: "Hay que pensar en la camiseta con que se jugás. Es la camiseta de Racing, no es cualquier camiseta. Que jueguen con el corazón, con el alma, pero que nunca dejen de pensar adentro de la cancha. Porque los partidos se juegan con el corazón y con el alma, pero los partidos se ganan y se pierden cuando dejamos de pensar adentro de la cancha. Eso es lo fundamental. Como dicen muchos, una frase muy trillada : mente fría, corazón caliente".
El pálpito para la gran cita en Asunción
-¿Cómo ves a Racing?
-Un poco más asentado, con más confianza. Por momentos me pareció ver a un Racing medio ciclotímico que jugaba. Jugaba tres o cuatro partidos que te mataba y, de repente, había dos partidos que perdía con Sacachispas y que no entendías cómo podían bajar tanto. Era un equipo atacando y otro equipo defendiendo Creo que Racing se defiende con la pelota y lastima en el área rival porque es muy fuerte ahí. Tiene jugadores para hacerlo, con mucha jerarquía. Uno cunado es entrenador se adapta a lo que tiene. Creo que Costas le está sacando una buen jugo a lo que tiene y por eso llegó a la final.
Más frases de Catalán, el héroe de Racing en la Supercopa 1988
"El fin de semana pasado estuve en Santa fe y estaban los hinchas de Colón orgullosos porque eran el equipo argentino que más gente llegó al exterior cuando jugaron aquella final en Paraguay. Me decían que levaron 30 mil personas (en la final de 2019, derrota con Independiente del valle). Racing tiene, si le dan las entradas, para llevar 100.000 mil. No tengas dudas".
"Con mi esposa somos misioneros cristianos evangélicos hace un par de años. Yo conocí a Cristo como Salvador el 7 de septiembre del año 92 ya con 32 años. Empecé a ir a una iglesia, a aprender y enseñar con la biblia. Con mi esposa sirvo a dios en la iglesia en Tapiales en el área de Matrimonios, y predico el evangelio a través de mi carrera de futbolista. Vivimos de las invitaciones de otras iglesias. Nosotros le decimos ofrenda, no es un monto fijo. Además, con mi auto hago traslados de manera particular. Y mi esposa vende lo que sea. En cualquier momento me vende a mí, je."
No se salvó económicamente ni mucho menos. "En ese momento, en Racing hicimos buenas campañas. Perdimos la final de la Liguilla, salimos terceros en el campeonato. Íbamos cobrando. Por ahí se atrasaban un poquito. Yo te puedo decir que en diez años de carrera gané un total de 10.000 dólares, desde el día que empecé en Almagro hasta mi retiro en Armenio (también pasó por Quilmes). Después de largar, invertí en un negocio y no me fue bien".
Entre los videos
Un negocio que fue furor. "Trabajé en un videoclub. En su momento fue muy bien, pero después me separé de mi socio, no me pagó la parte y ahí quedamos. Pero no pudimos hacer diferencia. Ayer estaba viendo un programa de televisión que estaba el Burrito Ortega y él mismo decía que hoy se manejan otros números, y eso que el Burrito Ortega jugó en River muchos años. Hoy se manejan otros números y está bien. Porque si siempre digo que el jugador de la torta del fútbol es el que menos se lleva, con excepciones, obviamente. No fue la época nuestra... 'Te equivocaste, naciste 10 años antes, 20 años antes', me dijo un tesorero alguna vez".
Entre las golosinas. "Mi viejo tenía un kiosco en casa y lo quería cerrar porque había fallecido mi mamá. Como yo no tenía trabajo, empecé a atenderlo. ¿En qué barrio? En caseros. Pensaba: soy soltero, puedo ahorrar unos pesos, pero no... Comíamos y pagábamos impuestos, así que me fui a trabajar en una fábrica de chocolates como administrativo. Yo había estudiado toda la parte de economía, trabajé poco tiempo, después tuve ese negocio. Y después salió lo del taxi, y ahí estuve ocho años, entre 12 y 14 horas por día".
Sobre ruedas
El tacho era su terapia. "Me gustaba porque me gusta manejar. También la cabeza funcionaba porque tenés un GPS continuo. Lo hice del 93 al 2000. Me reconocían, tuve varias anécdotas. Gente que se volvía loca cuando veía el cartelito atrás del asiento con mi nombre y apellido. Un día me subió un matrimonio. El hombre era profesor en Indiana, en Estados Unidos. Quique Wolf me había hecho una nota en Simplemente Fútbol, justo todo arriba el taxi. Ahí el tipo se di cuenta y me dijo que era fanático de Racing. Yo no lo podía creer.
Cerca de pan, pero poco conocimiento. "También trabajé en una panadería de un amigo que necesitaba alguien de confianza para la caja. Eran ocho horas nada más, así que era fácil. Hasta que me di cuenta de que estaba encargado de 6 ó 7 personas, no entendía nada de panadería. Yo de pan lo único que entendía era de comerlo. Y estaba encargado del panadero, del pastelero, de las chicas que despachaban del que hacía la factura. Y a los dos meses no trabajaba ocho horas, sino 18 porque quedé con otro muchacho encargado de dos panaderías. La que hacía el pan y hacíamos el reparto, y la otra que era solo un despacho de pan. Íbamos de Ballester a Morón, así que fueron dos años también bien intensos porque teníamos un franco, teníamos un domingo libre cada 15 días".
Catalán en Racing dejó una marca y ahora quiere que Racing vuelva a ganarle otra final a Cruzeiro.
El mejor equipo que. Vi que jugadores por favor