Está de fiesta Racing. No necesita ser el líder del campeonato para sentirse de esa manera. Está de fiesta porque se acostumbró a nadar en las mieles del éxito. Porque se apegó al sublime hábito de sonreír, jugando mal o jugando bien. Una vez más, el equipo brindó una cátedra de lo que es el poder ofensivo, un recurso que hace pesar en la balanza mucho más que cualquier otra desatención que pueda sufrir cuando el rival de turno lo apura un poco. Llegó a cuatro triunfos consecutivos (cinco en este 2017), quedó a ocho de Boca (le descontó dos), se prendió en la pelea y está a un punto de San Lorenzo, el quinto y último en entrar a la próxima Copa Libertadores. Es para celebrar, claro que sí.
Celebra este Racing capaz de aniquilar a cualquiera toda vez que acelera de tres cuartos hacia adelante. Se regocija la Academia cuando le llega el momento de apuntar hacia el arco ajeno, goza desde el brillante momento que atraviesa la dupla Bou-Lautaro Martínez, apuntalada por la jerarquía de Marcos Acuña. Así, de nuevo con esa fortaleza adelante que ya lo caracteriza, aplastó a Tigre en la reanudación del encuentro suspendido. De nuevo Lautaro Martínez letal, ahora con una asistencia y un gol para que su cotización siga creciendo. Y de nuevo la Pantera indomable, con un tanto y otro de penal con definición de lujo: se la picó a Nelson Ibáñez. La confianza del entrerriano es la confianza de todo el equipo y todos los hinchas en cada ataque a pura explosión, aceleración y profundidad, haya o no una buena elaboración en cada ataque.
Había arrancado incómodo el equipo de Cocca ante la presión y buena circulación del Matador, pero eso fue a parar al tacho después de la primera estocada, la del 2-1 parcial. Se desdibujó Tigre, creció Racing y terminó de manera orgásmica, ovación incluida para Lautaro Martínez (la primera de su carrera), que lleva cinco goles en este 2017, y para el técnico. "Que de la mano, de Diego Cocca, todos la vuelta vamos a dar...", cantaban. Cómo no ilusionarse si en 2014, luego de ubicarse a ocho unidades del líder, finalizó con el título en una arremetida memorable.
