Mauro Dobler, ex arquero de Racing y actual entrenador de arqueros en las Divisiones Inferiores del club, se prende en otro mano a mano con el clásico sello de RDA. La pelea con Teo, el doloroso 11 de enero donde se fue Chechu Nardi, su opinión sobre los arqueros del actual plantel profesional de la Academia y su profundo amor por el club, son parte de esta emotiva charla. No te la pierdas.
-¿Cómo vivís tu vuelta a Racing desde otra función?
- Con mucha felicidad. Medina se fue con Gustavo Costas a Arabia y me llamaron para que ocupe su lugar como entrenador de arqueros de los pibes de Octava y Novena que ahora pasan al turno mañana. Además, estoy entrenando a los arqueros de la Reserva: Nicolás Stella y Federico Escobar.
-¿En qué momento de tu carrera te toca esta oportunidad?
-Creo que en el ideal. Estaba en el Ascenso, en Santamarina de Tandil y la verdad que tenía más ganas de ser entrenador de arqueros que de seguir siendo futbolista. Estoy con muchas ganas y no quiero fallarle a un club enorme como Racing.
- Fuiste el tercer arquero de la Academia de 2009 a 2012, ¿Qué pensás que te faltó para ganarte una chance?
-Cuando me llamó Racing, sabía que era difícil poder ser titular pero era un orgullo para mí ser parte del plantel. Fue una hermosa experiencia en la que di al máximo para ganarme un lugar y lamentablemente no se pudo dar. Ocupé algunas veces el banco de suplentes sobre todo en la etapa de Miguel Russo. En ese momento estaban De Olivera, Roberto Fernández y yo. Ese fue el momento que más cerca me sentí de tener una oportunidad.
- ¿Cómo hacías para no bajonearte en el día a día sabiendo que no ibas ni al banco el fin de semana?
-El arquero tiene que estar preparado para eso, en una carrera profesional te puede tocar muchas veces no ser titular. En la función que cumplo ahora, trato de inculcarles esa paciencia a los más pibes para que nunca bajen los brazos sabiendo que cuanto tengas una chance hay que estar a la altura. Imaginate si Chila Gómez no se hubiese preparado… Entró en un momento de emergencia y respondió bárbaro.
-Apenas llegaste, se dio un episodio que quedó en la memoria del hincha de la Academia. ¿Porqué motivo se pelearon a trompadas con Teo Gutiérrez?
-Es lógico que la gente de Racing me recuerde por eso. Nunca fue buena la relación con Teo, no nos podíamos ni ver. No me gustaba ni su forma de ser ni su personalidad. Él era muy sobrador, me cargaba y me hacía calentar. En uno de esos momentos de calentura, como se vio en esa práctica, nos agarramos a piñas. Ambos nos sacamos las ganas y listo.
- Fue el primer episodio de varios que tuvo en su carrera, ¿Porqué creés que su personalidad genera tantos conflictos?
- Después de aquella pelea que tuvimos, Teo comenzó a tener problemas en todos lados. De todas maneras, me arrepiento de haberme agarrado a trompadas, no me gustó verme en las imágenes. La pelea no sirvió para nada pero sí daba la pauta de que Gutiérrrez iba a terminar mal en el club. Y finalmente se fue con un escándalo de por medio.
-¿Qué arquero de Racing fue el que más te gustó en aquel momento?
-El Chino Saja, sin lugar a dudas. Me sorprendió en todo sentido, no sólo por tener unas condiciones fenomenales debajo de los tres palos. En el vestuario ayudaba un montón a los más jóvenes, traté de aprender mucho de él. Hoy me toca enseñarles a los chicos y aplico muchas de las cosas que Sebastián me aportaba. Era obvio que iba a ser director técnico, se veía venir. Un referente positivo.
-¿Cómo lo ves a Musso en el arco de Racing?
-Lo veo muy bien. Lo conocí a él estando en el club, cuando Juan tenía 16 o 17 años. Me fui con la sensación de que en algún momento le iba a tocar ser el arquero titular. Tiene unas condiciones fantásticas, sumado a que se lo ve muy maduro. Se nota que tiene una cabeza muy fuerte, no le costó hacerse cargo de la gran responsabilidad de atajar en un grande.
- El 11 de enero del 2011 cayó un rayo durante la práctica y falleció el masajista del plantel, Cesar Nardi. ¿Qué te acordás de ese momento tan jodido?
-Chechu era una de las personas más queridas por el plantel. En la práctica en Open Door, se desató una tormenta terrible. Chechu, fue a buscar una pelota que se había ido lejos y ahí cayó el rayo. Yo estaba a 20 metros de donde pasó y si bien me generó un cosquilleo en las piernas, por suerte no tuve ningún problema, más allá del shock emocional que me significó. A Braian Lluy la descarga eléctrica lo tiró al piso y quedó mareado. Lo llevaron al hospital pero no pasó a mayores. Fue un día de mucho dolor para el mundo Racing, se fue un tipo bárbaro en una situación inexplicable.
-¿Qué es lo que más te sorprendió de tu estadía en Racing?
-La gente. La primera vez que me tocó ir al banco de suplentes en el Cilindro fue muy fuerte, el marco era impresionante y los hinchas no dejaron de alentar ni un solo minuto. Sumado a eso, en el día a día la gente de la Academia se acercaba todo el tiempo a pedirnos fotos en los entrenamientos y a darnos aliento.
-Tras tu salida de Racing, ¿En qué club sentiste que te fue mejor?
-En Atlanta. En los dos pasos que tuve rendí muy bien y me quedó un gran cariño por la institución. En otro club que me sentí en buen nivel fue en Tiro Federal, donde también me quedó un recuerdo muy lindo.
-¿Cuál es tu mayor sueño?
-Seguir aprendiendo. Atajé 15 años pero ahora estoy en otro rol y no es lo mismo. Estoy muy entusiasmado y feliz de poder trabajar en esta prestigiosa institución.
-¿Qué significa Racing en tu vida?
-Es una parte muy importante de mi vida. Conocer el mundo Racing es maravilloso, me siento vinculado sentimentalmente con el club. Volver al club hizo aún más fuerte mi amor hacia este club.
Este es Mauro Dobler. Un tipo frontal, sacrificado y orgulloso del lugar que ocupa en Racing. Sin siquiera jugar un minuto en la Primera División, quedó enamorado del club. Y claro, no podía ser de otra manera.