Otra nueva entrevista de Racing por el mundo. Esta vez, desde Chile, nos atiende Camilo Alarcón, formador de juveniles e integrante de la filial de Racing trasandina. Simpático, extrovertido y locuaz, nos cuenta cómo es el proyecto que comenzó este año con el objetivo de seguir haciendo crecer la marca Racing en todo el planeta y, porqué no, lograr que alguno de los pibes de la escuela de fútbol pueda jugar en el conjunto de Avellaneda. De la mano de RDA, conocé cómo se vive en celeste y blanco detrás de la cordillera.
-¿Cómo es la vida en Chile?
- Llena de felicidad. Mi esposa Claudia y yo trabajamos desde hace más de diez años con las escuelitas de fútbol 7 y organizamos campeonatos. En el último tiempo nos dieron ganas de armar un proyecto futbolístico más grande y, de inmediato, pensamos en Racing. Yo soy hincha de la Universidad de Chile y de la Academia. Como en mi país no me dieron mucha bola, decidí enviar un mail a Racing Club.
-¿Qué respuesta tuvieron desde Racing?
-La mejor. Alberto Di Sanzo (integrante del Departamento de Relaciones Internacionales) nos abrió las puertas de par en par y comenzamos rápidamente a organizar las escuelitas de Racing en Chile. Alberto me contactó con gente de la filial y a los cuatro meses ya estábamos trabajando con los chicos vestidos de celeste y blanco eh Huechuraba. Increíble.
-¿Cómo fue el proceso para que logren abrir la escuela en la localidad de Huechuraba?
-En principio, apenas nos pusimos en contacto con la filial, nos comentaron que tenían una escuelita en la comunidad de Quilicura pero que estaban a punto de cerrarla. Intentamos que no ocurra pero no hubo caso. En ese mismo momento, invitamos a Rodrigo Figueroa, presidente de la filial, a que se sume a nuestro emprendimiento en Huechuraba.
-¿Cuántos chicos forman parte de las escuelas y qué edades tienen?
-Trabajamos con más de 100 chicos entre las escuelas de Valle Grande y Huechuraba. El rango etario es de cuatro a catorce años. Lo primero que hacemos es inculcarle qué camiseta están defendiendo. Les explicamos que Racing es un club gigante y con buenos valores para que ellos lo vayan incorporando. Nuestra intención es llevarlos todos los años al Cilindro para que se empapen de lo que significa ser parte del club más pasional de la Argentina. Además, cuando los llevemos, la idea es que se tomen fotos en el Predio Tita Mattiusi y con algunos jugadores del primer equipo. Si logran tomarse una foto con Milito, el viaje ya habrá valido la pena.
-¿Tuviste la oportunidad de visitar el estadio Presidente Perón?
-Sí, fui una sola vez. Este año ante Temperley tuve el orgullo de ir a verlo y me fui repleto de goles. Más allá del resultado, estuve casi diez minutos sin poder creer la inmensa hinchada que tiene la Academia. Sumado al fervor de la gente, me sorprendió el estadio. Es la cancha más linda que vi en mi vida.
-¿Con qué equipo compararías a Racing en Chile?
-Con la U. de Chile. Ambas hinchadas alientan en las buenas y en las malas. Hasta te diría más en las malas que en las buenas. Creo que se parecen bastante.
-¿Ves usualmente remeras de Racing allá?
-Se ven bastante seguido. Y también me pasa que, como estoy todo el tiempo vestido con ropa del club, en la calle me gritan "¡vamos la Academia!". Yo recorro Chile con la ropa de Racing desde los pies hasta la cabeza.
-¿Cuántos hinchas forman parte de la filial?
-Somos 60 hinchas aproximadamente. Si bien todavía no somos tantos, vamos creciendo cada vez más.
-¿Conocés por qué la filial se llama Sergio Livingstone?
-En honor al primer jugador chileno que logró salir de las fronteras y jugar en otro país allá por la década del '50. Y fue justamente a Racing. Siempre estuvo maravillado con la Academia y transmitía el amor que tenía por la institución.
-¿Los chicos saben quiénes son los jugadores del plantel actual?
-Te soy sincero, el fútbol lo pasan por canales pagos y se les hace muy difícil poder ver los partidos. Lo conocen más a Mirosevic que a Lautaro Martínez, ya que Milovan estuvo en Racing y es bastante conocido en el fútbol chileno. Siempre que podemos les hablamos de lo que representan jugadores como Lisandro y Milito en la Academia. El Príncipe, a pesar de haberse retirado del fútbol, es conocido por todo el mundo acá.
-¿Cuál es tu mayor sueño?
-Mi mayor sueño es que un jugador que yo formé en las escuelitas de Chile pueda jugar al menos un minuto en la Primera de Racing. O hasta te díria en Reserva. Si pasa eso, sentiría que todo valió la pena y ya me puedo morir tranquilo.
-¿Qué significa Racing en tu vida?
-El día que entré a la cancha cambió todo lo que yo sentía. Por eso, no me quedan dudas que el día que pueda llevar a los chicos de la escuela a conocer la cancha, ellos van a defender 100 veces más el escudo racinguista.
Al igual que en México, España, Brasil y tantos otros lugares, no hay distancia que pueda frenar la pasión que transmiten estos colores. Detrás de la cordillera, Camilo Alarcón lleva adelante un proyecto que crece a pasos agigantados y que tiene un sólo denominador común: el amor por la camiseta celeste y blanca.