En aquella noche fría de junio, en 2003, Racing recibía a Vélez en el Cilindro. El equipo ganaba 2 a 0, luego de que Diego Milito metiera el primer gol. Pero un doblete de Nanni igualaba el juego en un torneo que había arrancado bien, aunque terminó con la Academia en la mitad de tabla. Nadie pensaba en la trascendencia de ese partido, mas allá de la bronca por los puntos perdidos. Sin embargo, un pibe de 20 años hacía su debut en Primera y comenzaba su historia en el club de sus amores.
De Rafael Obligado a Avellaneda, el hoy capitán Lisandro López, a los 35 años, conoce como nadie en el plantel el verde del césped combinado con el celeste y blanco de las paredes y la pasión del hincha. Todo junto, unido y sentimental, en cualquier día de partido en la cancha de Racing. Hoy asume otro rol el hombre que supo ser goleador de un torneo para Racing (Apertura 2004), que lleva 230 goles en su carrera, que la rompió toda en Portugal (Porto) y Francia (Lyon), que formó parte de la selección Argentina...
Desde su vuelta a Racing, en diciembre de 2015, realizó mas variantes en su juego que en sus 12 años de carrera. De nueve de área movedizo, con velocidad y olfato, diagonales soberbias y locura de potrero, pasó a ser un segundo delantero muchas veces suplente (Milito y Bou eran intocables al principio). Un mediapunta cercano al cinco y un delantero de todo el frente de ataque, que intuye los movimientos del rival, pero que sobre todo, entiende el movimiento de su propio equipo y se adapta a las circunstancias.
Lisandro, el pasional
Siempre tuvo la locura linda encima, aunque en este último tramo le agregó la emoción de pertenecer. La derrota duele hasta lo más profundo, y la victoria se festeja pero con responsabilidad, sin olvidar la derrota anterior, aprendiendo día a día y con la mente puesta en su mayor objetivo desde que es profesional: dar la vuelta con Racing.
Respetado por el cuerpo técnico, el plantel y los hinchas, Lisandro ya está en el corazón de Racing, pero eso no convence a su propio corazón. Él necesita un paso más para ser feliz. Por eso no tiene cassette, se planta en las declaraciones, ataca como un nueve y en la misma jugada pasa a ser ocho. Y termina siendo cuatro, rechazando al córner...
Por eso no hay edad que pese para Lisandro López, porque está impecable de piernas y lúcido de mente.
Es el momento del capitán en el equipo. Se ve su templanza hasta para putearse con Coudet, porque es su locura natural. Pero nada lo desvía de su compromiso y su emoción.
Racing tiene un capitán pasional y un capitán que sabe todo. Que pasó por mares y guerras, que planta la bandera en Avellaneda y sueña como todos los hinchas a lo largo de la historia en este club: sueña con ser campeón. Se lo merece.
Grande Licha!!! Grande Capitan!!! Seguí jugando más allá de diciembre te necesitamos. Aguante Racing!!!
Grande Martín. Tenés razón Licha ya está en el corazon de todos nosotros, los que transpiramos la camiseta arriba del cemento del cilindro, todos los fines de semana. El desea ser campeón tanto como nosotros y la verdad es que si jay alguien que se lo merece, ese es Lisandro
Racing tiene en Licha, ése líder futbolístico y carismático, que necesita un grande con pretensiones de campeón.
Por él, por el equipo que viene asomando, y por la gente incondicional tenemos que ser campeones. Éste es el año academia. Dice el canto de batalla...!! Que así sea...!!
Gracias capitan ,por llevar la cinta con todo el compromiso que implica y asumis a la perfeccion,mas de un jugador del plantel deberia copiar tu forma de sentir la camiseta de Racing.
Y ojala se pueda plasmar en en torneo el deseo personal ,que sin dudas es de todo el pueblo Racinguista.