El mensaje de Acuña a Lautaro Martínez

Marcos Acuña y Lautaro Martínez se conocieron en Racing. También en el club hicieron las cosas bien para que los llamaran a la Selección Argentina. Hoy desde Avellaneda si mira con orgullo y se infla el pecho, porque ahora los disfruta un país. Y ellos, tanto dentro del campo como fuera de la cancha, se entienden se buscan y se bancan. La confianza es ciega. Fue el Huevo el que estuvo cuando al Toro no le salían las cosas y por eso ahora, en la buena también disfruta el doble. El mensaje de Acuña a Lautaro Martínez que da alegría en Racing.

Para todos los hinchas de la Academia es un plus disfrutar de este equipo. No es un Mundial más. Además de el Huevo y el Toro, también está Rodrigo De Paul, otro clave en la Selección. Este trío se convirtió en uno de los pilares de Argentina y siempre aparecen en las difíciles. Eso genera una sensación extra en Avellaneda, que se disfruta el doble por ese orgullo de que los nuestros digan presente. Y el penal del nueve, decisivo para pasar a la semifinal de Qatar 2022, le saca una mochila inmensa, lo libra de cara a lo que se viene.

Pero hay alguien que, como casi todos los hinchas de Racing, nunca dejó de confiar. Siempre lo apoyó y sabía que iba a aparecer. Así como Leo Messi lo bancó fuerte, ahora Acuña habló de Lautaro Martínez. En la buena, después de haberlo apoyado en la mala y cuando el delantero tenía cerrado el arco como casi nunca en su carrera. Un mensaje que resume lo que siente por su compañero, ahora y siempre. "Confianza ciega con vos, Toro", escribió el Huevo con una enorme alegría. Acompañado de un foto con los dos juntos y festejando luego de pasar a Países Bajos.

Acuña y Lautaro Martínez, de Racing al Mundo

El Huevo y el Toro, junto a Rodri de Paul, son las banderas de Racing en la Selección. Ese trío que nos representa y nos llena el alma. Nos duele cada gol que erró (o le anularon) el punta que surgió del predio Tita, pero también nos infla el pecho verlo hacerse cargo y patear el panal que nos llevó a la semifinal del Mundial. Sin esconderse, sabiendo que la presión era mucha y que la mano venía torcida. Pero ahí fue, caminó los 50 metros desde el círculo central, empujó al arquero rival, le mostró la pelota y se la mandó a guardar.

Lautaro Martínez contó siempre con la banca de Acuña. El zurdo se cansó de asistirlo al punta en la Academia y sabe todo lo que puede dar. Por eso también para ellos es especial vivirlo juntos, un plus. Se conocen, se entienden y se divierten en cancha. Como hace un par de años lo hacían en Avellaneda. Ahora lo repiten en la Selección, a dos partidos de tocar el cielo con las manos. El sueño de ellos, el sueño de todos en este fin de año.