Dicen que las segundas partes nunca son buenas... Al menos, en este caso, la afirmación es errónea. El primer semestre de 2018 fue positivo, más allá de algunos tropiezos. El Chacho le imprimió rápidamente su sello al equipo e hilvanó una gran cantidad de victorias desplegando un buen fútbol.
Pero la segunda parte del año es aún mejor. Si comparamos las 12 fechas que se llevan jugadas en la presente Superliga con los 12 encuentros del certamen local del primer semestre, la contienda la gana este presente de la Academia.
En los primeros 12 encuentros que jugó por torneo local, el conjunto del Chacho había ganado siete, empatado dos y perdido tres. El detalle no menor es que simultáneamente se encontraba disputando la fase de grupos de la Copa Libertadores.
De esa versión electrizante y con mucha verticalidad de los primeros seis meses a esta actual, con más elaboración de juego e inteligencia para manejar los momentos de cada partido. En el torneo doméstico que tiene a Racing como líder desde hace ocho fechas, el equipo ganó nueve, empató dos y perdió solamente un partido. De esta manera, superó ampliamente su propio arranque del semestre anterior.
Además, esta nueva versión de mayor paciencia y horizontalidad a la hora de jugar no implicó una merma significativa en la cantidad de goles. En esos 12 partidos de Superliga de principios de año, la Academia marcó 26 goles mientras que en la actualidad lleva 22.
Por otra parte, en cuanto a los tantos recibidos, en este presente sensacional sólo sufrió siete goles. En la anterior etapa, a esta altura ya le habían convertido 14.
¿Porqué cambió Racing su forma de jugar?
Consultado por este cambio en la manera de administrar las energías durante el partido, el Chacho no dudó. El entrenador de Racing considera que luego de la salida de Lautaro Martínez al Inter el equipo perdió poder de fuego, por lo que el golpe por golpe ya no es tan beneficioso como antes. Por eso, la decisión de ser más pensante a la hora de iniciar los ataques. A pesar de ello, en este segundo semestre, se destapó el capitán. Lisandro López lleva nueve goles y es la principal arma ofensiva del equipo de Coudet.
El único problema es que pese a todo el equipo es ciclotímico, bajones incomprensible durante los juegos, River, segundo tiempo con un hombre más, San Martín, ídem, 10' finales c/ Atlético, 7' finales c/ Boca, 1 er tpo c/ San Lorenzo, desconcentración total. Eso debería corregirlo.
Estoy feliz con el presente de mi gloriosa Academia, creo q hoy podemos disfrutar de un "equipo ". Al margen de los gustos personales por un jugador u otro , para mi , si tiene puesta la blanca y celeste es el mejor del mundo. Vamos por la gloria !!!!!