El Racing que agarró Gago antes de la racha histórica

Racing atraviesa uno de los mejores momentos futbolísticos de los últimos tiempos. Estadísticamente, superior a cualquier otro arranque de campeonato en la era profesional. Aún no perdió en todo el semestre, ganó el clásico, se encuentra en la cima de todo lo que está disputando y lleva la mayor racha de victorias de los últimos 100 años del club. Cabe preguntarse, entonces, con qué materia prima se armó el equipo de Fernando Gago, ¿cómo era este Racing antes de la racha?

Con Gabriel Arias atravesando una lesión ligamentaria, la Academia debió encarar el semestre con sus arqueros alternativos. Por un lado, Gastón Gómez no había rendido de buena manera sobre el final del torneo pasado ni tampoco en la pretemporada. Era una gran duda si Chila podría finalmente hacerse cargo del arco de la Primera. En el receso había ganado mucho peso Matías Tagliamonte, aunque el ex Atlético Rafaela también era una apuesta que no se sabía si podría estar a la altura del arco un equipo grande. Las dudas bajo los tres palos llevaron, incluso, a plantearse traer otro arquero en el último mercado de pases. Sin embargo, Gago bancó a Gómez como arquero de Racing y metió un pleno.

La enorme jerarquía del Oso, una garantía inagotable

En la última línea siempre estaba la garantía que brinda Leonardo Sigali. Pero Eugenio Mena, el otro gran baluarte del fondo, últimamente era perturbado por lesiones musculares y preocupaba su forma física. Del resto, Fernando Prado y Juan José Cáceres no habían tenido un buen 2021, Lucas Orbán venía de estar parado casi seis meses y Nery Domínguez no había terminado de convencer como central. En los laterales, Ezequiel Schelotto continuaba de baja por lesión, Fabricio Domínguez parecía tener su futuro en Uruguay y Gustavo Cortez aún no había podido disputar un solo partido desde su llegada al club por problemas físicos. Iván Pillud era siempre una alternativa para Racing y un nombre importante para el plantel de Gago, pero daba la sensación de que ya no estaba para hacerse cargo de la titularidad de su banda.

La mitad de cancha para arriba en el Racing de Gago

En la mitad de la cancha, parecía una urgencia traer a un mediocampista central. Mauricio Martínez había demostrado no estar a la altura del puesto y a Aníbal Moreno parecía faltarle cierta maduración futbolística para tal responsabilidad. Por otro lado, Leonel Miranda y Matías Rojas nunca habían terminado de rendir en Racing (tampoco con Gago en el inicio) y para muchos ya eran ciclos cumplidos, sobre todo el del ex Independiente. Parecía ser que en el único que podía depositar su confianza el hincha era en Carlos Alcaraz. La promesa de Inferiores con 19 años ilusionaba desde su juego, pero que por motivos extrafutbolisticos aún no se había ganado un lugar entre los once.

Con las salidas de Lisandro López y Darío Cvitanich, la delantera de Racing había quedado seriamente diezmada para Gago. Enzo Copetti venía de un semestre donde se lo había visto muy errático y falto de timing. Además, el ex Rafaela no tenía la mejor relación con el hincha y su salida también era una posibilidad. La contratación de Correa aún era un misterio. El ex Colón venía de hacer dos goles en 30 partidos en México y tampoco parecía ser el 9 que necesitaba Gago para un equipo como Racing. Tomás Chancalay era otro que no había hecho una buena segunda mitad del 2021 y en el mercado de pases atravesó una novela sobre su continuidad en el club o un regreso al Sabalero.