Roger Martínez en Racing generó mucho ilusión. En un puesto donde el equipo estaba rengo, llegaba un hijo de la casa y de una gran jerarquía. Con 29 años y en condiciones de poder marcar la diferencia. Claro, lo que no fue ideal fue el contexto en el que se dio su arribo. Llegó en condición de libre, luego de no renovar su vínculo con América de México. En ese club no le dieron muchos minutos en el primer semestre de este 2023 porque ya sabían que se iba a ir sin dejarle plata. Y eso que lo compraron en una suma millonaria.
El nueve de la Academia ya tenía en la cabeza volver a Avellaneda. Pegar la vuelta para volver a sentirse importante. Para resurgir. Todavía joven y con muchas ganas, necesitaba regresar a un lugar donde se iba a sentir querido. Y así fue. Porque desde el primer momento el hincha lo acobijó. Lo mimó y lo trató de la mejor manea. Claro que él respondió dentro del campo de juego. Más allá de, por momentos, no tener un nivel sobresaliente, está claro que es un distinto. Y que tiene una jerarquía mayor a la de muchos de sus compañeros.
Las apariciones de Roger Martínez en Racing en este semestre fueron importantes. La más destacada, está claro, en los octavos de final de la Copa Libertadores ante Atlético Nacional de Medellín. Ese día, en Avellaneda, se cargó el equipo al hombro. Y con un nivel superlativo le dio el pase a los cuartos de final. Lo malo fue la lesión. Un desgarro importante que lo dejó afuera de los cuartos y casi cinco semanas sin jugar. Eso le puso un freno al gran momento y lo condicionó. Le costó volver y se lo notó más pesado. Así y todo en varios partidos marcó la diferencia.
Los números de Roger Martínez en el Racing 2023
Arrancó con todo, con una participación brillante en la Copa Libertadores. Llegó los últimos días de julio y con poco más de una semana de entrenamientos, Gago lo sentó en el bancó y lo mandó a la cancha. El nueve hizo se debut en la Academia en Colombia, contra Atlético Nacional. Entró con el equipo perdiendo 3-0 y pasó a ponerse 2-3. Luego fue 4-2 final, pero en Avellaneda se lució. Gol y figura para un categórico 3-0. En la Copa Argentina, ya luego de la lesión, entró en el segundo tiempo con Huracán y fue importante, pero no alcanzó.
Se lo notaba lento a Roger Martínez en Racing, pero de a poco iba encontrando una mejor forma. Ahí se volvió a desgarrar. Ante Lanús, tuvo que salir. Esta vez fue menos tiempo y pudo ingresar con Rosario Central en el segundo tiempo. Fue importante en la remontada para llegar a los penales, con un golazo tras una exquisita definición. En total, en estos cuatro meses, jugó 15 partidos. En 11 de ellos arrancó de titular, ya que si estaba pleno era clave. Pudo marcar cuatro goles, pese a no estar en plenitud. Con una pretemporada en el lomo, invita a soñar con cosas importantes, calidad le sobra.