El miércoles por la noche se realizó la quinta jornada de Escritores Racinguistas "Carlos Scarelle", organizada por el Departamento de Historia del club en el tercer piso de la sede.
La cultura y la historia del queridísimo Racing Club siempre va de la mano de una charla amena entre tantos otros locos que se desviven por sus colores y tienen la necesidad de contarles a los demás sus vivencias o sus creencias sobre tal torneo, los hechos violentos y cómo reaccionó el club o también, las contras que tenemos algunos, el pensar tanto en nuestra institución.
Para eso hay un lugar indicado para todos ellos que desean expresarse o escucharlos, la jornada de Escritores Racinguistas. En esta ocasión, se tuvo la participación de cuatro genios de la pluma como Héctor Vega Onesime, Hugo Asch, Fernando Ferreira y Martín Estévez. Los panelistas comenzaron a exponer tras una pregunta habitual, para todos, ¿Por qué hacer un libro de Racing? O ¿Qué los motivó escribir? Sin embargo, se desglosó diferentes temas uno más importante que el otro.
Con la apertura de Asch, se dirigió más que nada sobre la pasión que despierta el ser académico. Él no sólo es hincha, vive a dos cuadras de la cancha, y toda su vida transcurre en el club. Por eso mismo, ha contado sobre varias épocas que atravesó en la institución y aquellos hombres que vistieron la celeste y blanca, pero, hay uno que recuerda en cada momento, y esta no fue la excepción. "En esta época el mejor del mundo es Messi, para otros es Maradona. Pero para mí, dios en las canchas era Roberto Perfumo".
Los oradores, que contaron con veinte minutos de exposición, cerraron su speach con una frase contundente: "A mí no me importa que Racing no me traiga campeonatos, yo necesito que exista, para mí eso es suficiente".
Como continuar después de esto, parecía imposible, pero la posta la tomó Ferreira. Donde realizó un paralelismo sobre la violencia en Argentina en sus distintas etapas y su cable a tierra que era la acadé en esos momentos.
Un tema penetrante, donde hasta las moscas dejaron de volar para escuchar cómo se vivió en esos años y como un simple partido de fútbol es capaz de despejar la mente ante esos hechos. Una de sus frases destacadas fue: " Entre tantos sufrimientos y angustías que se vivió en suelo argentino, Racing siempre fue mi motor para esquivar esa realidad. Siempre fue mi alegría".
Luego de unos minutos de descanso, donde no sólo se aprovechó tomar o comer algo, sino que también, indagar más sobre lo que se habló previamente, continuaron los dos escritores restantes. Quien estuvo encargado de iniciar la segunda mitad fue Varela Onesime, director del Gráfico entre los años 1978 hasta 1983, y vivió el tricampeonato que fue desde 1949 hasta 1951.
No obstante, no fue lo único que contó. Lo que llamó más la atención fue su visión sobre dos campeonatos cercanos a esos, el del 48 y 52. Según Hugo, para la mayoría que no vivió esos años, Racing mereció más de lo que obtuvo. Contó que el equipo de Avellaneda fue muy perjudicado en esos años, por como jugó y lo que demostró en el verde césped, debió ganar esos dos campeonatos sin lugar a dudas. "A mí me extraña que, a pesar de tener 82 años, esta es la pasión que más conservo. Y al pasar de los años, hoy me siento más fanático y más hincha de Racing que cuando era más joven".
Muchas vivencias en un solo lugar, en poco tiempo. El silencio y la atención fue quien predominó en el salón.
Los más experimentados en el mundo Racing Club de Avellaneda le dejaron una pelota difícil de dominar al más chico, a Estévez. No, no es la "Chanchi" pero definió como si fuese Diego Milito. Basó su charla sobre lo que significó el club a lo largo de su vida y le puso un toque mágico donde, además de los dos factores que predominaron en el público sumó uno más, la risa y decirse por dentro "Yo también".
"Tuve que ir a una terapeuta para tratar de frenar mi adicción por Racing. Estuve doce o trece horas, encerrado y preocupado por temas relativos al club" dijo Martín, que no sólo se preocupa por la actualidad, sino que también sobre su historia. Por tal motivo, hoy tiene su blog donde cuenta todo sobre el amateurismo y los años dorados de la institución.
Una noche interesante, que suele darse en el tercer piso de la sede de Avenida Mitre, va a quedar en la memoria de los asistentes y, también, de cada orador tras escuchar lo que dijo el otro.
Me hicieron emocionar .tengo 67años y tengo en mi casa un salón académico.na