Sin dudas, una de las figuras de la cancha si es que no fue unánimemente él. Marcos Acuña, quien hace pocos días regresó de la gira de la Selección Argentina por Asia y Oceanía, volvió a ponerse la 17 que tan bien le queda y vaya si la dejó chiquita en el Monumental, con un gol y una asistencia.
"Era importante ganar para seguir con vida en la lucha para entrar a la Libertadores del próximo año, y en los dos partidos que nos quedan deberemos volver a hacerlo. Sabíamos que River iba a ser un rival muy difícil pero nuestro entrenador tuvo dos semanas para trabajar y eso se terminó viendo en la cancha", dijo el Huevo, uno de los que será complicado retener para el Racing que vendrá.
También sembró tranquilidad en el hincha que se preocupó al verlo renguear y tener que abandonar su puesto por esa molestia: "Lo de la rodilla no es para preocuparse. Seguramente mañana ya esté bien".