Cada vez más solo y acorralado. Así es la actualidad de Juan Antonio Pizzi, un técnico que hace rato perdió la banda de la dirigencia y la hinchada y que ahora también perdió los otros dos pilares fundamentales. Tras el pobre empate Gimnasia, el Mago Capria también parece haberle soltado la mano al entrenador y las palabras de Lisandro López, consumado el 0-0, parecieron ser el golpe de nocaut. El ídolo no fue polémica, sino sinceró y expuso lo que nadie se animó a decir o contarlo con tanta claridad. Es unánime el desencanto con un entrenador que hace seis partidos no gana, su equipo no marcó goles en cinco juegos en el torneo local y que ya quedó eliminado de la Copa Libertadores. En este contexto, en Racing empieza a sonar Gabriel Heinze.
El ex técnico de Vélez, de último paso en falso por Atlanta United, es del agrado de la dirigencia. La mesa chica, a la espera de que Víctor Blanco regrese al país esta semana, piensa que hasta sería mejor descomprimir la situación con un técnico interino antes que seguir intentando con Pizzi. Heinze tiene muy buena relación con Lisandro López, a tal punto que lo llevó a Estados Unidos antes de que Licha sufriera sus ya conocidos problemas familiares. Si bien es cierto que la salida algo escandalosa de Heinze de la MLS empañó un poco su imagen, lo mostrado en el fútbol argentino es del agrado de la dirigencia.
Gabriel Heinze no tiene apuro para agarrar Racing
El Gringo, sin apuros, espera una buena propuesta para volver al ruedo. Claro que habrá que ver si aceptaría trabajar con un plantel que no conformó o si preferiría esperar a fin de año y recién ahí elegir un equipo que sea acorde a sus pretensiones. De darse esta segunda posibilidad, no sería descabellado que haya un interinato en la Academia, que ya no juega competiciones internacionales y que peor de lo que juega con el actual entrenador es difícil que pueda hacerlo.