Facundo Sava regresará el próximo fin de semana al Cilindro. En esta ocasión lo hará como entrenador de Tigre, el rival de Racing por la 19na fecha. Pero para ello, debió pagarse una multa: fue expulsado durante el partido ante San Lorenzo.
Es conocido el refrán que dice que el tren suele pasar una sola vez en la vida. En este caso, y trazando un paralelismo futbolístico, se podrá decir que el servicio ferroviario del que dispuso Sava andaba repleto de vagones con interesantísimos futbolistas de la talla de Diego Milito, Lisandro López, Gustavo Bou, Roger Martinez, Marcos Acuña, Facundo Pereyra, Rodrigo De Paul y Sebastián Saja, entre otros.
El Colorado anunció su llegada a Racing a finales de 2015, luego de tener un paso fructífero como entrenador en Quilmes. Un par de semanas antes, el último DT campeón en Racing, Diego Martín Cocca, se despedía a lo grande, clasificando a la Academia a la Libertadores 2016, eliminando nada más y nada menos que a su eterno rival. Ya desde el vamos, Sava tenía la vara bien alta y se le presentaba un 2016 con agenda cargada por Copa y Torneo. Su designación no dejó de ser llamativa, ya que a pesar de contar a priori con el consenso del público racinguista, se creía que Blanco apostaría por un nombre más rutilante y experimentado como el de Guillermo Barros Schelotto.
Sin bajas importantes dentro de la plantilla respecto al 2015, Sava heredó un plantel tan prestigioso como numeroso, que se completó con casi todos los refuerzos solicitados por el joven entrenador; Vismara, Vittor, Pereyra y De Paul. En plena pretemporada de verano se suscitaron las idas y vueltas con la posible transferencia de Gustavo Bou, una novela que indirectamente privó al DT de tener uno de sus mejores hombres en la mejor versión.
Tras ganar el repechaje no tan holgadamente contra el Puebla mexicano, empezaron los problemas para Sava, ya que su Academia cosechaba muy pocos puntos en el arranque de la Zona B del torneo local e hilvanaba varios partidos sin conocer la victoria. Una chilena sobre la hora de Licha Lopez salvó el pellejo literalmente del DT en la ex Doble Visera. A partir de esa inyección anímica, el elenco del Colorado levantó en rendimiento y principalmente en resultados, afianzándose en el grupo de Copa Libertadores y arrimando a los primeros puestos en el certamen local. En ese interín auspicioso del ciclo de Sava, Racing se destacó por su poder ofensivo, marcándole por ejemplo un set de goles a Unión y a Rafaela por el Torneo Local, aunque en el debe seguía sufriendo quedar tan expuesto en defensa.
A pesar de que la clasificación a octavos de la Libertadores se dio en suspenso por una derrota inesperada de local ante Boca, y consiguiendo un empate agónico contra Bolivar en La Paz, la gente se ilusionó de gran manera para enfrentar al Atlético Mineiro brasileño. Sin poder sacar ventaja en el partido de ida disputado en Avellaneda, la Academia quedó eliminada injustamente en Belo Horizonte, en una de las noches donde mejor sintonizó el conjunto de Sava.
Sin haber alcanzado el objetivo de mínima, que era alcanzar los Cuartos de la Copa (instancia que Racing había jugado en 2015) y muy relegado en la tabla de posiciones doméstica, los rumores de alejamiento del DT comenzaron a sobrevolar por los aires de Avellaneda. El último partido oficial de Milito (vs.Temperley) y las declaraciones de varios referentes del plantel ayudaban a la continuidad de Sava, pero fue en la previa del choque en Formosa, por los 32vos de Copa Argentina, cuando el presidente Víctor Blanco puso en jaque la continuidad del entrenador de turno. Tal es así que al otro día las primeras planas de varios diarios mencionaban el despido del joven técnico.
Un tanto para cuidar la imagen de la dirigencia, otro poco por no tener cerrada una alternativa viable y confiable, Blanco puso reversa, aprovechando su ancha espalda al frente de la institución y le dio aire al Colorado para que hiciera la pretemporada al frente del primer equipo, sabiendo que la final por Copa Bicentenario ante Lanús iba a ser clave para su permanencia. La derrota, tan dolorosa, como inesperada, terminó dándole salida al técnico, cuya imagen ya venía desdibujada por aceptar las idas y venidas de la dirigencia y por su falta de ojo clínico para la elección de los refuerzos que pudieran darle un salto de calidad al equipo.
Esta semana terminó con la demanda judicial que Sava le realizó a Racing por una suma que ronda los 8.600.000 pesos (incluido el reclamo por daños morales), noticia que no cayó para nada bien en el seno de la comisión dIrectiva.
Como si le faltaran condimentos a esta historia, Racing se topará este sábado con Tigre, el nuevo equipo de Sava, y deberá vencerlo si quiere seguir encaramado en el pelotón de los de arriba. Habrá que ver si los hinchas levantan temperatura al verlo al Colorado salir por la manga visitante o si comprenden que lo que pide es lo que le corresponde.