Grazzini y Videla en Racing: la ensalada táctica...

Grazzini y Videla en Racing llegaron para tomar decisiones. Como pocas veces se vio, se hicieron cargo de manera interina pero sin esa pasividad que muchas veces caracteriza a los técnicos que vienen de la Reserva. Está todo bien con eso de dar una mano, de tapar el hueco que dejó Fernando Gago y de intentar conducir al grupo de la mejor manera hasta que cierre el año. En el medio se juega una competencia que, por lo menos hasta ahora, hay chances de conseguir la gloria. Pero lo que dejaron claro ambos es que no están de paso. Se animan a pegar volantazos fuertes y dar cambios burscos.

Son varios los aspectos que los entrenadores de la Academia fueron modificando. Y no les tembló el pulso. Más allá de las cuestiones de manejo de grupo, como borrar a Almendra y a Vecchio de una concentración por cosas que no les gustaron, o de sacar a Juanfer del equipo titular. También de dejar a Almendra en el banco en el último partido sin que juegue ni un minutos. Decisiones fuertes. De alguna manera saben que se están jugando el puesto porque internamente tienen en claro que si les salen las cosas bien, aunque sólo sea desde el resultado, se pueden quedar. El propio Víctor Blanco dejó en claro que son una opción para 2024 y desde el entorno de los entrenadores dejaron en claro que si no se quedan en Primera, la idea no es volver a Reserva sino buscar otro club.

Los cambios tácticos que hicieron Grazzini y Videla en Racing

Más allá de todas estas cuestiones mencionadas anteriormente, si hay algo que se pudo ver en este corto tiempo que llevan Ezequiel Videla y Sebastián Grazzini al frente de Racing son la gran cantidad de cambios tácticos. La mayoría no le funcionaron. Hasta el momento son seis los encuentros que tienen en el club. En esa cantidad de partidos cosecharon dos victorias, tres empates y una derrota. Lo más llamativo es la variedad táctica que fueron utilizando y la gran cantidad de cambios en cuanto a nombres.

Los dos primeros partidos, con Platense y con Sarmiento de Junín, usaron el 4-3-3. Un esquema que Gago había dejado en el cajón luego de enamorarse de una línea de tres (Colombo, Sigali y Piovi) que no le dio resultados. La primera decisión de los entrenadores de la Academia fue volver al esquema madre. Pero no consiguieron el rendimiento esperado y contra Boca, en su tercer partido, pasaron al 4-2-3-1. La opción de jugar con Juanfer o Vecchio detrás del nueve y extremos/volantes. Por momentos se vieron cosas buenas, pero en defensa siguió esa sensación de fragilidad e incomodidad de algunos jugadores. Lo repitieron con Defensa y Justicia y con Central Córdoba, pero no terminó de cerrar.

Fue ahí cuando Videla y Grazzini sorprendieron en Racing con un giro brusco. Ante Lanús optaron por un 5-3-2, con Jonatan Gómez de lateral volante. Un partido en el que el equipo jugó ante el último del torneo y 50 minutos con dos hombres de más y ganando 2-0. Antes de eso, 11 vs 11 fue un partido chato y aburrido, donde el empate parecía conformar a ambos. Algunas aproximaciones del grana y una contra de Baltasar Rodríguez que la mandó a guardar con un bombazo desde afuera. Luego llegaron las dos rojas y el penal. Pero aun con dos menos, hubieron momentos de zozobra y la sensación de que Lanús pudo descontar. Ahora la dupla piensa en sostener este sistema, ya que quedó conforme, pero también probó con un 4-3-1-2 más tradiciones. ¿Se viene un cuarto sistema en tan poco tiempo?