La joya de Racing en Gimnasia Artística

Se realizó la primera premiación a los atletas en la sede de Villa del Parque y Christian Avendaño, gimnasta de 11 años, se llevó el premio mayor, el trofeo “Norberto Perone de oro”.  En la siguiente nota, compartiremos la primera parte de la vida de la Gimnasia Artística en Racing, una disciplina que se hace grande en silencio.

Luego de vestirse de negro y largar su tempestad, el cielo se puso su mejor traje para el gran momento que se iba a vivir. En la sede de Racing de Capital estaba todo dado para que los deportistas destacados se llevaran una premiación otorgada por el área de deportes del club. La gala comenzó a las 20. Desde allí pasaron todos: Voley, Sipalki, Futsal, Básquet, Handball, Judo, Taekwondo, Racing Integrado, etc. Pero uno se llevó la atención de todos, y ese fue la Gimnasia Artística.

Es uno de los deportes que más gimnastas aporta en los torneos metropolitanos. Todos de excelente nivel. Entre ellos aparece un chico de 11 años que dio mucho que hablar. Se llama Christian Avendaño y este año obtuvo el segundo puesto en el Torneo Final Metropolitano de Santos Lugares y en el Torneo Nacional Federativo de San Jorge. También representó al país en el Sudamericano Infanto-Juvenil de Lima, donde obtuvo el tercer puesto en suelo y la medalla de plata por equipos. Christian es una de las futuras promesas con las que cuenta el club en este deporte.

Días antes de esta premiación homologada por el club, nos hicimos presentes un viernes a la noche mientras se entrenaba. Se le notaban los nervios de ponerse frente a un micrófono. Pero está acostumbrado a sortear esa presión. Porque cuando tiene que hacer lo que le gusta, siempre está sólo, disfrutando y dando lo mejor de sí. Desde chico le inculcaron el amor por el deporte: “Está bueno representar a Racing siendo hincha del club”. Además, agregó: “Yo hago todo por Racing. Si sale todo bien, me siento muy bien, porque es por Racing”

Para llegar hasta donde llegó, debió participar en los torneos metropolitanos que le daba el pase al Torneo Nacional de San Jorge. “En el Metropolitano me puse las pilas porque con la calificación que me daban podía ir al Nacional. Así que dí lo mejor, siempre tranquilo. Salí segundo y pude clasificar”, deslizó con una sonrisa. Para entrar en contexto de la competencia dijo lo siguiente: “El nivel de competencia a nivel clubes, tanto en el Metropolitano como en el Nacional, es bueno. Algunos no llegan al nivel élite, pero muchos otros sí”. Y con una sonrisa socarrona, agregó: “Cuando veía en el Nacional a los más grandes, hacían lo que hacía yo. Pero no eran la gran cosa, yo lo hacía más prolijo”.

Según él, justamente ese torneo fue donde mejor perfomance tuvo en el año. “Estuvo bueno compartir con los chicos y hacer un equipo con ellos me gustó. Tuve la oportunidad de compartir con uno de los chicos que es de élite en mi categoría y salimos en un buen puesto” comentó sobre el torneo. Este deporte requiere de mucho entrenamiento y concentración para afrontar las diferentes adversidades que surgen. Por eso hay que hacer un gran sacrificio, que luego es recompensado para cumplir con todo desde la escuela y entrenamientos: "En el colegio terminó 16:20 y media empieza el entrenamiento. Así que me tengo que ir volando al club. Mientras voy entrenando, meriendo en el club”. Sin embargo, por esta entrega reconoció lo siguiente: “Cuando entré en el selectivo para participar en el Sudamericano estaba muy feliz. Estaba con mi profesor (Nicolás PIaggi) –mientras lo miraba y sonreían ambos- y lo primero que se me cruzó por la cabeza fue abrazarme con él y sólo quería triunfar”. 

Su estadía en el Sudamericano y los sueños

El nivel competitivo es muy grande. Además, un error te puede dejar afuera de todo. Eso hace que no extrañes tu casa, a pesar de la edad. Por eso, Christian desarrolló lo siguiente: “Al Sudamericano fui solo. Yo voy a hacer algo que me importa y quiero concentrarme en lo que voy a hacer. Después, si voy a dar lo mejor, voy y lo hago. Teníamos que ir a entrenar y desde el hotel nos teníamos que ir al club. no me podía mensajear con mi mamá”. Y así le fue en su labor individual: obtuvo el tercer puesto en la categoría suelo y a nivel equipo logró ponerse la medalla plateada. “Cuando me subí al podio con la bandera y la medalla, casi me largo a llorar. Estaba muy feliz y orgulloso. Era la primera vez que iba a un Sudamericano” contó el joven atleta académico.

Dialogando sobre esto, Christian Avendaño detalló esta experiencia de la siguiente manera: “Con los chicos que viajamos a la selección la pasamos bien, porque son con los que compito siempre. Somos todos amigos, competimos entre nosotros, pero somos amigos. Uno de nuestros representantes, Vito Guerra, salió primero y eso nos hizo subirnos al podio. Gracias a ellos que son todos muy buenos atletas, pudimos salir segundos en el Sudamericano.

Como si fuese poco, en algún momento se disfrazó y se puso el buzo de entrenador. Porque él vive en una familia de atletas y su hermana incursionó en esta disciplina. “La gimnasia viene de familia. Empezó con mi hermana y ahora quedé yo. Mi hermana salió primera en viga en un torneo en el club 17 de agosto. A ella le gustan todos los deportes. Hizo una vez gimnasia, pero como participó, se fue. Como mucho no conozco la gimnasia femenina, se me hacía complicado marcarle las cosas a corregir. Igualmente la llamaba y le decía modifica esto” recordó Christian. Además, recordó lo siguiente: “Me gusta el atletismo por mi papá”.

Para cerrar, quiso soñar en grande. “En el 2019 quiero seguir con lo que hago y mejorar. Espero poder conseguir medallas de oro, porque ahora cambio de categoría. Además me gustaría participar en un juego olímpico” nos contó el galardonado a mejor deportista en la sede de Villa del Parque en este 2018.  Con su esmero sus deseos personales y en equipo lo puede lograr esta futura joya de la Gimnasia Artística.