La alegría de Carbonero y de Racing

Un día Carbonero apareció en Racing. En un momento clave, cuando era totalmente necesario y las chances de pelear la Liga Profesional se esfumaban. Dijo presente cuando el equipo lo necesitó. El colombiano le dio el triunfo a la Academia luego de una gran definición de zurda al primer palo. En un partido chivo, donde el equipo de Fernando Gago no encontraba los caminos y era más voluntad que otra cosa, el extremo marcó su primer tanto en el club y generó una enorme alegría...

Pintaba complicado el panorama. Demasiado. Un primer tiempo flojo, donde otra vez las malas definiciones aparecieron. Ni hablar de un juego chato y sin dinámica que no generaba tantas expectativas. Y el tanto de Unión en el arranque del partido fue un golpazo al mentón, de esos de los que es difícil reponerse. Pero el ingreso del colombiano y otros cambios en la Academia empezaron a torcer el rumbo. Le dieron otro vértigo al equipo. Sin claridad, pero con mayor velocidad.

Tirado a la izquierda, Carbonero buscó ser punzante en Racing. Y tuvo el primer festejo, pero que la terna arbitral se lo anuló enseguida. En ese entonces era el empate, luego de una linda definición de derecha, pero estaba un paso adelantado y se quedó con las ganas. Aunque tuvo su revancha. Y de que manera. Sobre el final, cuando el empate parecía una fija y la Liga se empezaba a escapar, se tuvo fue. Fue a la espalda de Copetti que la peleó y le generó el espacio. Y no dudó: pese a tener un compañero solo a la derecha, de zurda la pegó al primer palo para el 2-1 final. Un gol que vale mucho más que tres puntos.

Carbonero y sus intervenciones en Racing

Sin dudas que no fue un partido más para el colombiano en la Academia. Fue su partido. Al menos el más influyente desde que llegó al club. Por lo decisivo de su gol, porque se trato de su primer tanto con esta camiseta y porque ya desde que ingresó se lo notó con algo más de movilidad y ganas. Incluso hasta mostró enojo cuando no se la daban. Un cambio de actitud y carácter que parecía totalmente necesario. Al menos esa muestra de rebeldía para dejar en claro que quiere triunfar.

Fernando Gago se inclinó por Carbonero en el sector izquierdo de Racing para intentar ganar en el uno contra uno. Algo en lo que Hauche estaba fallando. Y con Facundo Mura en ese sector, sin poder ser tan profundo por el perfil cambiado, era necesario alguien que pudiera generar superioridad numérica ganando en los mano a mano. O en velocidad, teniendo en cuenta que Unión defendía bastante abierto y adelantado. Así llegó su primera chance y también de la misma manera el gol del triunfo.

Ese tanto que le significa un desahogo y que le quita una mochila de encima. Un gol y una victoria para comenzar a soñar. Para Carbonero y para Racing. Ese que llegó por la puerta grande, luego de una inversión millonaria, y que todavía no había podido demostrar en cancha. Ahora hizo lo que muchos de sus compañeros no pudieron: con frialdad, definir bien y mandarla al fondo de la red. Para festejar y soñar. Para empezar a creer y dejar con vida al equipo en la lucha por el título.