No es algo común ver a un jugador de experiencia emocionarse y quebrarse al punto de no poder hablar. Pasó con Licha, en el partido con Tigre, cuando sus mismos compañeros tenían que abrazarlo antes de terminar el partido. Y en la fiesta del domingo en el cilindro volvió a pasar, pero con otro protagonista de Racing: Marcelo Díaz.
Con el sombrero de campeón en la cabeza y la medalla colgada, Marcelo Diaz no pudo contener su emoción. El jugador chileno, de 32 años, con una vastísima experiencia internacional, bicampeón de América, se llevó sus manos a los ojos para secarse las lágrimas que no paraban de fluir. Racing se metió en el corazón del chileno de una forma que ni él podía explicar. La consagración con Racing lo acercó a un hecho personal muy importante: le permitió reencontrarse con su papá, después de 10 años. Y eso es una marca que difícilmente pueda ser borrada en el magnífico volante de la Academia.
“Infinitamente agradecido por las muestras de cariño de toda la familia racinguista. Gracias Racing Club por permitirme ser parte de tu historia”, con esas palabras en su cuenta de Twiter Marcelo quiso devolver parte de todo lo que la hinchada le demostró en este tiempo. Y fue mucho. Pero antes, él se lo ganó en la cancha.
Artífice de un juego maravilloso, deslumbró ni bien llegó. Por su rapidez para moverse, por su certeza en los pases, por su cerebro para saber a donde ir antes que nadie, Marcelo Diaz fue el eje central del equipo de Coudet. Y por eso se llevó una ovación cada vez que jugó. Y en la noche del domingo, en el último partido del Racing campeón, no fue la excepción. El grito “chilenoooo, chilenoooo” bajó desde los cuatro costados, y él no tuvo más que levantar su mano y saludar en pleno partido. No había por qué contenerse ante esa muestra de amor.
El reencuentro con su papá
Diez años pasaron para que Marcelo Diaz pueda reencontrarse con su papá. Y fue en el Cilindro de Avellaneda. “Estuve diez años alejado de mi papá y ahora me lo traje para que viviera este momento tan lindo”, expresó al finalizar el encuentro.
“Cuando vienen las malas, la familia es la que te alienta y no te deja caer. Y en las buenas, tienen que estar siempre”, concluyó ante las cámaras mientras se abrazaba con todo el mundo.
Mas tarde, en su cuenta de Instagram, dedicaría este logro a cada uno de los suyos.“Mi esposa, el pilar fundamental en mi vida, gracias por todo mi amor. Maxi, mi hijo, mi bendición, mi todo… te amo con toda mi alma bebé. Mi papá, 10 años sin verlo y hoy puedo tenerlo conmigo y que disfrute este momento, gracias por todo viejo querido. Mis suegros, los que siempre han estado en las buenas y malas, gracias por siempre.
PD, falta la dueña de mi corazón, mi Colomba, mi hija, mi bebé, mi todo junto a Maxi. Te amo.
PD, Mamá, celebra en Chile que gracias a ti tengo vida, gracias por todo vieja querida”.
Que calidad humana tiene Marcelo Días!!!
Un verdadero ejemplo para los jóvenes de nuestro club!!!
Muchas gracias por todo tu aporte, futbolístico y humano!!!
Crack.
Un jugador clave para pensar en un Racing protagonista en todos los frentes.
No te vayas nunca chileno retirate en Racing gracias por tanto talento
Como te quiero Chelo! Por lo que sos como jugador y por lo que se puede percibir que sos como persona. Verte jugar y escucharte hablar en cualquier entrevista es un placer. Y verte festejar, también! Y pensar que en su momento me puse contento por esa estúpida rivalidad con Chile, en aquella final con Alemania en la que un instante de fatalidad te jugó una mala pasada. PERDON por eso, de corazón. Y GRACIAS, infinitas gracias!!!
chelo sos el MOTOR de TODO!!! retirate en LA ACADEMIA; quedarás en la historia mas rica del futbol sudamericano en ese puesto!!! Olazar, zumelzú, palito Balay!! te espera tu nombre....
Marcelo Diaz.... un señor jugador!!!! Para equipo grande de verdad!