Era 2004 y para la llegada a Racing todavía faltaban cuatro años. Pablo Lugüerio era un juvenil que daba sus primeros pasos en el fútbol. Para foguearlo, Estudiantes decidió darlo a préstamo a Universidad San Martín de Porres, equipo de la Primera División de Perú. El Payaso fue y terminaría haciendo cinco goles en 41 partidos. Allí, en tierras peruanas, recibió una de las agresiones más insólitas de las que se tenga memoria. Y se la contó a Racing de Alma. "Fuimos a una jugar a una cancha que no sabés lo que era. Ya ni me acuerdo el equipo. Sólo tenía alambres de púa y una tribunita en un costado de la cancha. Yo era chico y fui sin dramas. Resulta que de esa tribuna, en un momento del partido ¡me tiraron una víbora! Estaba muerta. ¡Pero una víbora! Me acuerdo y todavía me río!", contó el Payaso, a pura carcajada. Aunque enseguida recordó otro objeto que le tiraron: "Igual la más grosa fue en Mar del Plata. Me tiraron desde Lanús una piedra y me causaron una úlsera en el ojo".
Otra con Pelletieri
Tiene más, claro. Como la vez que quedó muy mal con Agustín Pelletieri. "Como no miro televisión ni leo de fútbol, me ha pasado de encontrarme con jugadores sin saber que lo son. Y muchos lo toman mal. Una vez, cuando estaba de vacaciones, lo crucé a Agustín Pelletieri. Ya nos habíamos enfrentado un montón de veces en Inferiores. Pasa que no tengo registro de las cosas. Agustín me hablaba de fútbol, yo le hablaba. Pensé que era el hermano de un chico que había jugado conmigo. Mi amigo me preguntó: '¿Lo saludaste a Pelletieri?'. Yo le dije: '¿Adónde está?'. Ja, acababa de hablar con él y no sabía quién era. Son cosas que me dan vergüenza. Después, a Pelletieri lo tuve de compañero en Racing. Y cada vez que me veía en los entrenamientos, me recordaba: "Soy Agustín".
