Esta tarde la Academia recibirá al Lobo y entre los jugadores visitantes habrá un apellido que no pasará inadvertido para el hincha de Racing: Sebastián “Chirola” Romero volverá a un estadio que le trae muchos recuerdos. Oriundo de La Plata, este veterano que acaba de cumplir 39 años evoca con mucho cariño su paso por Racing entre 2002 y 2006, donde marcó 14 goles. En diálogo exclusivo con RdA, Chirola nos cuenta sobre su presente, sobre cómo piensa su futuro, y sobre todo, lo que le dejó Racing.
-¿Cómo llevás tu presente en Gimnasia donde te está tocando jugar poco actualmente?
-Bien. Aunque me está tocando jugar poco, aún estoy con muchas ganas y me siento muy bien físicamente, a la par de todos los chicos jóvenes del club. Si bien el retiro es una posibilidad cercana, todavía no lo decidí, lo iré viendo en los próximos meses, ya que tengo contrato con el club hasta junio.
-¿Y cómo te ves luego de tu etapa como jugador?
-Bueno, no lo tengo muy claro. Pero por las dudas ya hice el curso de entrenador y además otro de Management Deportivo. Sé que me gustaría seguir relacionado al fútbol, pero hoy por hoy no tengo en claro en qué.
-Hoy volvés nuevamente al Cilindro. ¿Qué significa eso para vos?
-Uff... Es algo muy lindo cada vez que vuelvo a Racing. Aquí pasé mis mejores años como jugador (desde 2002 a 2006), a pesar de que también tuve la suerte de jugar en Europa. Racing es muy grande, te das cuenta con todas las cosas que lo rodean y lo que mueve. Siempre cuento la anécdota de que cuando hacés el calentamiento previo en el vestuario escuchás que la gente canta y tiembla todo. Si no entras motivado a la cancha con eso es porque no tenes sangre en las venas.
-¿Y si tuvieras que quedarte con un partido o gol en tu paso por el club?
-Hay varios partidos que me quedaron marcados. Pero si tengo que elegir uno, me quedo con el 4-3 en la Bombonera (año 2002, Racing perdía 3-1) . Fue un partidazo y yo sentí que desde ese día la gente me empezó a querer. Yo recién estaba llegando al club y fue muy fuerte vivir eso para mi.
-Ese año fuiste compañero de un tal Diego Alberto Milito…
-Sí, compartí casi dos años como compañero de él y te puedo decir sinceramente que como delantero fue de los mejores que vi. Sin dudas que la iba a romper en Europa. En ese plantel aún no era el líder que fue en su vuelta al club porque también estaban Ubeda y Campagnuolo, que eran los más grandes. Pero me acuerdo que igual Diego aconsejaba a los mas chicos y les daba a entender lo que era Racing...
-Y luego de Milito apareció otro pibe del semillero: Lisandro López, con quien también compartiste equipo.
-Si, con Licha me llevaba muy bien. Este verano nos cruzamos en un amistoso y nos dimos un gran abrazo. Me acuerdo que yo le hablaba mucho a Lisandro. Era un pibe sencillo, humilde, y claro que también estaba a las claras que la iba a romper en Europa. Se notaba que el fútbol argentino le quedaba chico ya.
-Por último. ¿Qué cuenta pendiente sentís que te quedó por cumplir en Racing?
-Bueno, seguramente ganar un título en el club hubiera sido hermoso. Estuvimos muy cerca en el 2005 (con Rivarola como DT) en el torneo local, y antes también quedamos injustamente afuera de la Libertadores 2003 por penales con America de Cali sin haber perdido un solo partido en toda la Copa. Pero por suerte creo que la gente se quedó con un lindo recuerdo mío porque siempre dejé todo por esta camiseta. Y como te dije antes, Racing es muy grande.
Por Santiago Caviglia (@santiagocavi)