¿Es buena la autoexigencia? En exceso, por supuesto que no. En su justa medida, puede traer dividendos. Ese equilibrio, tan difícil de lograr, es el que busca Lisandro López. La misma obligación y presión mental que lo lleva a cuestionar a un compañero si una jugada no sale bien es también la que lo ha llevado, a sus 35 años, a ser el goleador de la Superliga con seis tantos en ocho fechas, acompañado en la cima por Emmanuel Gigliotti.
Un futbolista de tamaña jerarquía tranquilamente podría estar malgastando sus últimos cartuchos en la liga china o estadounidense mientras una lluvia de dólares lo aleja del mundo competitivo. Nada de eso. El tipo busca superarse a sí mismo: en el Torneo Apertura 2004 Lisandro López alcanzó una marca de goles en el arranque del certamen que nadie pudo alcanzar en estos 14 años y que, el capitán, acaba de igualar. En el campeonato de aquel año, Licha metió seis goles en las primeras ocho fechas, misma cantidad que convirtió en idéntico tramo de esta Superliga. Pero actualmente su promedio es mayor: en el período del mencionado torneo del pasado -fue el máximo artillero con 12 tantos- jugó 713 minutos, mientras que ahora lleva 574. Es decir, su promedio de gol en el presente es de 0,86, contra aquel 0,75.
De aquel potente y atrevido delantero de 21 años que se consagró goleador del Apertura a este consolidado delantero que parece saberlo todo, dentro y fuera del área. Más allá de su brillante actualidad, la obligación que siente Lisandro por no haber conseguido un título con la Academia a veces pareciera nublarle la razón. Uno de los mejores jugadores de la Superliga puso en duda su continuidad luego de diciembre aunque, con la reflexión que lo caracteriza, semanas después avisó que quiere seguir al menos un semestre más. Cómo no va a seguir si está a un sólo gol de alcanzar una marca histórica de Diego Milito, quien con 59 goles es el máximo anotador de la Academia de los últimos 40 años. Cómo no va a seguir si a pesar de no tener corona ya es ídolo.
Si a la autoexigencia le sumamos la obsesión por ser campeón, el combo generado en la cabeza del capitán de la Academia puede ser explosivo. Y puede, también, terminar con Racing en lo más alto.
Teo, Acuña y Guerrero, superados por Licha
En el recorrido que va de 2004 hasta la actualidad, los que más cerca estuvieron de alcanzarlo fueron los jugadores que llegaron a cinco gritos en este arranque que se toma como referencia: Marcelo Guerrero (Clausura 2005), Teo Gutiérrez (en el Clausura y Apertura de 2011) y Marcos Acuña (campeonato 2016-2017). Los tres, en la novena fecha, no anotaron. Si Lisandro marca ante San Martín de Tucumán, pasará su propio récord.
Lisandro, ya estas en la gloria de Racing!! Lider indiscutido!!
¡Pensar qué tuvimos qué soportar comentarios ignorantes sobre este Jugadorazo!