Racing, su gente, no se detiene en la tarea social de sacarles una sonrisa a quienes más lo necesitan. Después de que dos hinchas disfrazados de Papá Noel (con atuendo celeste y blanco) recorrieran hospitales de niños para regalar juguetes, hubo una nueva acción desde el corazón.
Esta vez Santa Claus o estuvo solo. Acompañado por un Rey Mago racinguista, concurrieron al ASDRA (Asociación Síndrome Down República Argentina) para repartir juguetes a casi 50 chicos. Estos hinchas son los que habitualmente encarnan a los Payasos Racinguistas.
"Ayer estuvimos regalando un poco de lo que tanto nos sobra: amor a los niños de @asdra_sindromedown. Uan tarde única donde nos llevamos más de lo que fuimos a dejar. Agradecemos a @RacingSolidario por acercarse a conocer nuestra labor y aportar 25 remeras. Todos los racinguistas están invitados a interiorizarse un poco más en el gran trabajo que estamos haciendo quienes formamos parte de @payasosracinguistas: Ariel, Yamil, Daniel, Mariel y Martita", escribió este grupo en su cuenta de Instagram.
La semana pasada, Mariel Graziano y Ariel Fariñas recorrieron los hospitales Fiorito, Finochetto y el de Wilde. Se disfrazaron de Papá Noel (con los colores celeste y blanco), visitaron a los niños que estaban internados y les entregaron chiches. No sólo a ellos, sino a los que también estaban en la guardia o pasaban por los hospitales.
Otra linda movida
Un par de meses atrás, estos hinchas entregaron pizzas a personas en situación de calle. Y como suele ocurrir en estos casos, siempre recibieron lo que más les llena el alma: una sonrisa o agradecimiento sentido.
En cuanto a otros actos, la gente de Racing Solidario constantemente da la nota con este tipo de actividades valorables. Una de las últimas tuvo que ver con la visita de jugadores del plantel profesional al hospital Garrahan, donde interactuaron con los niños y se tomaron fotos con ellos.
La gente del Racing Integrado también es abanderada en estas actitudes, principalmente con quienes padecen alguna dispacidad. A menudo obsequian sillas de ruedas que les van donando y guarda para tener como reservas ante futuros pedidos.
Nunca descansa la Academia en esto de exponer su corazón. Siempre aparecen almas dispuestas a darles una mano a los que más lo necesitan.