Valentín Viola dejó Racing a mediados del 2012, tras perder la final de la Copa Argentina ante Boca. Un año después, luego de varias semanas de negociaciones con Sporting Lisboa, el delantero regresó al club por un año a préstamo. Su temporada no fue la mejor, tampoco la de Racing, y volvió a Portugal para vivir seis meses después, ahora como hincha, la obtención del Torneo Transición 2014.
Pasó por Turquía y Bélgica, y a principio de este año llegó al DIM –mejor la sigla que decir Independiente de Medellín–, pedido por Luis Zubeldía, con quien consiguió su mejor nivel en la Academia. Desde Colombia, el atacante dialogó con Racing de Alma sobre su presente y el del club de sus amores.
¿Qué te llevó a aceptar la propuesta del DIM?
- Me gustó mucho la ciudad, la gente es muy amigable. Me adapté rápido al grupo y a Luis (Zubeldía) ya lo conocía de Racing. Estoy muy contento. Apenas me llegó la oferta, me di cuenta que era un club grande, protagonista, que iba a jugar Copa Libertadores. Es un club con mucha visibilidad. Esas fueron las cosas que puse en la balanza.
¿Cuánto influyó que su entrenador sea Zubeldía?
- Que esté Luis es un plus porque es un director técnico que le gusta atacar y sé que puede explotar mis características al 100%.
En cada mercado de pases suele sonar tu nombre para reforzar equipos argentinos. ¿Jugarías en otro club que no sea Racing?
- No le cierro las puertas a un equipo de Argentina. Es mi trabajo. Todo el mundo sabe lo que yo siento por Racing. Lo que se habló últimamente de Tigre y Estudiantes fue mentira, no me llegó nada.
¿Por qué creés que no tuviste la oportunidad en una liga más importante de Europa?
- En Sporting Lisboa jugué bastante, con continuidad y convertí goles. Después el técnico cambió y me costó jugar de centrodelantero. En Bélgica jugué casi todos los partidos. El equipo no peleaba arriba ni era protagonista, pero me fui contento de allá porque tuve continuidad.
¿Seguís en contacto con excompañeros en Racing?
- Hablo seguido con Luis Fariña y Bruno Zuculini. Somos grandes amigos. Siempre hablamos de la posibilidad de volver juntos.
En los últimos años, Racing vendió varios juveniles y acumuló más de 30 millones de dólares, pero solo Centurión fue campeón. ¿Pensás que la plata es tan importante como un título?
- Para nosotros, los jugadores, lo que quedan son los títulos. El campeonato económico no lo vivimos. Sabemos que cuando nos fuimos, el club logró una estabilidad que no tenía, pero nosotros no tenemos ningún rédito. Si me das a elegir entre dejarle plata o un logro deportivo, me quedo con el título. Nos tocó ayudar de esa forma al club y hoy no tiene déficit. Nos queda esa deuda que ojalá algún día podamos saldar.
¿Con quién te gustaría compartir cancha del plantel actual?
- Con Licha y (Gustavo) Bou. Formar un tridente ofensivo con ellos sería un sueño. Uno se potenciaría mucho más por la clase de jugadores e ídolos que son.