Lo sufre Licha López y todos los puntas de este Racing

Está claro que apenas van dos meses de trabajo de Sebastián Beccacece, y que son muchas más las cosas positivas que negativas en este arranque de nuevo ciclo. También es cierto que después del gran 2019 con Eduardo Coudet, la vara quedó alta y ahora comienza la Copa Libertadores. Si ese gran deseo que todos en la Academia. Y en este momento, el equipo se encuentra ante un gran problema. Algo que sufre Licha López y todos los delanteros de este Racing.

Lisandro, bandera y capitán de la Academia, lo dejó en claro en su declaración post partido. Aunque es una sensación que se nota en todos los puntas. Ellos, los que viven del gol y los que necesitan situaciones claras como pileta en día de 35°, andan secos. Muy secos. Y eso juega en los pies, pero también en la cabeza. Porque si hay un gran déficit de estos seis encuentros que jugó el Racing de Beccacece es que ningún delantero pudo marcar. Sí, ninguno de los cuatro puntas (Lisandro, Cvitanich, Cristaldo y Reniero) festejó.

Pero no es ese el mayor problema para los puntas. Porque la cuestión principal es que no sólo no pudieron celebrar un gol y alimentar su confianza, esa que hoy parece estar buscando salir del sub suelo. Lo que ocurre es que en estos seis duelos, prácticamente no tuvieron chances para convertir, casi que ni patearon el arco. Los cuatro son víctimas de un sistema que le da a Racing mayor tenencia y población en la mitad de la cancha, pero le quita pimienta al ataque. Quizá el segundo tiempo contra San Lorenzo fue donde se vio la mejor faceta del equipo en este aspecto.

Licha López y demás puntas no anotaron en Racing. Acá, los goles...

Los cuatro delanteros, que ya fueron utilizados por Beccacece, se relamen. Quieren su gol y, además, gozar de un par de chances por partido para poder convertir. Pero este sistema con un único punta aislado, siempre de espaldas y fajándose contra los centrales, parece no quedarles cómodo. Ni a Licha y a ninguno de los demás puntas.

Un 4-1-4-1 que hasta por momentos es 4-5-1 que los deja bastante solos a los puntas y hace que Racing tenga poco peso en el área. Muy diferente a un 4-3-3 (el supuesto ideal de BKCC) con tres puntas. Sí, dos extremos con algo de responsabilidad en la marca, pero que sean delanteros y no volantes.

Y todo esto se refleja en el juego (mucho más pronunciado ayer contra Newell's) y también en los números finales. Racing tiene un enorme porcentaje de posesión, pero pocos remates al arco y situaciones claras de gol. Y ni hablar de los puntas que casi ni patean al arco.

En estos seis partidos, la Acadé marcó seis goles. Dos fueron de Mauricio Martínez de cabeza (pelota parada), uno de Tiago Banega (pelota parada), uno de Matías Zaracho (bombazo de afuera), otro de Marcelo Díaz (de jugada) y el último de Lolo Miranda (de rebote).

Defensores y volantes que le dieron goles a la Academia, pero un claro indicio de que los de arriba no participan en esta faceta de definición. Tanto es así que ayer Licha apenas tuvo un remate algo forzado que le sacó Aguerre y Cvitanich ninguna. Situación similar que vivieron Reniero y Licha ante el Ciclón (acá si llegaron mucho los volantes) y que se repitió ante Colón, salvo la del final de Cvitanich que remató al cuerpo del arquero cuando había dos compañeros solos.

Con Independiente, quizá de los mejores partidos cuando se jugó 11 vs. 11, tampoco hubo chances claras de los puntos. Ni hablar con Argentinos, que sólo Cvita tuvo una clara sobre el final. Algo que sufre Licha López, pero que es un problema de todos.