Los niveles bajos de Racing, una tranquilidad para Gago

Fernando Gago tiene mucho trabajo cómo técnico de Racing. Es cierto que en 48 horas, y pese a la derrota ante Rosario Central, logró un importante cambio en cuando a la idea de juego. Sin embargo, son muchos los frentes que debe abordar para que la Academia se ponga de pie y comienza a dar pasos firmes. La única manera de empezar a conseguir resultados e ir construyendo un equipo sólido.

Con esa premisa, hay algunas cuestiones que el entrenador fue apuntando y logrando. Como aspecto positivo, más allá de la idea de juego que se vio enseguida, se resalta otro tema. Pintito logró elevar niveles individuales que venían realmente bajos. Hablamos de Matías Rojas, de Mauricio Martínez, de Juan Cáceres y hasta de Enzo Copetti. Un aspecto totalmente positivo ya que una de las cosas necesarias es que los jugadores que están con la confianza por el piso, puedan recuperar su juego.

Pero como contrapunto, aparecieron niveles bajos que no son habituales. Y hablamos de Gabriel Arias, Leo Sigali y Eugenio Mena. Un trío que suele ser salvador de Racing siempre y que contra Rosario Central no tuvo su mejor noche. Quizá eso es lo que más deja tranquilo a Gago, que sabe que esos jugadores le van a rendir en la mayoría de sus partidos. Por ende, elevando los niveles de los que venían muy mal, y esperando que los que rinden siempre lo hagan, el equipo puede seguir creciendo.

El partido de Mena, Arias y Sigali en el Racing de Gago

Junto con Lisandro López, este trío está (casi) siempre a la altura. En las difíciles, cuando hay que dar la cara, cuando toca poner el hombro o cargarse el equipo en la espalda. Muchas veces uno solo, otras veces los cuatro al compás, pero muchas las alegrías y el compromiso que tienen con el club. Y se nota en cada pelota. Aunque claro que hay momentos en los que no pueden estar del todo fino. Es raro. Y mucho más raro que se den casi todos en el mismo partido. Con eso tuvo que lidiar Pintita en su debut.

Es que no fue la mejor noche de Eugenio Mena, Gabriel Arias y Leo Sigali. Tampoco la rompió Licha López, aunque sí tuvo un partido correcto. Lisandro jugó bien de espaldas, generó espacios e hizo jugar cuando bajó unos metros. No tanto como lo hacia con los técnicos anteriores. Y claro que también asistió de manera brillante a Enzo Copetti en el 1-1 parcial.

Pero el otro trío estuvo flojo. Gabriel Arias, quien no tuvo nada que hacer en el primer gol, tampoco tiene responsabilidad en el segundo pero quizá podría haber hecho algo más. En este caso no mostró mucha seguridad en los centros, dejando algunos rechazos cortos. Si tuvo una clara salida con los pies. Salvo eso, no tuvo mucha más participación.

Sigali y Mena fueron de los más flojos. El chileno estuvo mal en la marca, perdió mucho por su zona y hasta en la lucha cuerpo a cuerpo. Además no tuvo gran precisión al atacar, pese a que fue referencia siempre. De hecho, exhausto y con una notoria falta de ritmo producto de su lesión, se fue reemplazado. El Oso, que venía de ser figura en los últimos dos partidos, esta vez falló. No condujo tanto las salidas, perdió en los mano a mano y también le ganaron de arriba. Como en el gol de Marco Ruben, pese a que existe falta previa, en la que el central de Racing durmió un poco.

Lo positivo de esto es que tanto Gago como todo Racing saben que estos jugadores son los que dan la talla. Incluso con el equipo mal, y sin un funcionamiento, han estado a la altura. Habiendo elevado los niveles de los otros, los que casi siempre están bajos, existe la tranquilidad de que en la próxima fecha se sostenga el buen rendimiento de los que lo hicieron ante Central y se complementen con el de estas figuras que son determinantes.

Foto: Prensa Racing.