Fue el 4 de julio de 2015 cuando Argentina perdió por penales contra Chile la final de la Copa América. Era la segunda daga al hilo que sufría la Selección tras perder la Copa del Mundo, un año antes, contra Alemania. Fue un 0-0 disputado en donde Lionel Messi no pudo hacer la diferencia y Argentina terminaría cayendo por penales. La figura por aquel entonces fue un tal Marcelo Díaz, un volante mixto que deslumbró por su capacidad técnica y férrea contracción a la ubicación táctica. En ese partido fue volante central mixto junto con Charles Aránguiz, pero con matices. Cuando Chile atacaba, él se ubicaba como líbero para el primer pase y se quedaba en ese rol defensivo hasta la transición territorial de sus compañeros. Así, borró a la Pulga y fue elegido como uno de los mejores de esa final. Su carrera, además, lo demuestra: ese año jugó la Bundesliga con el Hamburgo y luego pasó al Celta de Vigo. Bicampeón de América con Chile, también jugó en 2016 la Copa de Estados Unidos y fue expulsado junto a Marcos Rojo. "Los esperamos con los brazos abiertos, para que conozcan nuestra naturaleza y lo lindo que es Chile, pero también conocerán los temblores, tsunamis y terremotos, y ahí se darán cuenta de donde sacamos fuerza y garra para jugar fútbol", es una fracción de la carta que Díaz había escrito antes de jugar la final contra nuestra Selección. Sin ser capitán, siempre fue un referente para los chilenos.
Para Coudet, estos detalles no son menores, porque reconocen en Díaz a un jugador con algunas características similares a Nery Domínguez. El chileno puede bajar a la línea defensiva a buscar la pelota y ser el primer pase tal como hace el ex Independiente o, de compartir el mediocampo con Nery, ser totalmente complementario. Como lo expresó el propio entrenador, no es descabellado imaginar juntos a los dos volantes centrales.
El fútbol chileno fué más ordenado, espero que este muchacho se adapte al juego ofensivos que debe hacer Racing!