Matías Zaracho: "Los hinchas de Independiente me piden fotos"

Tiene apenas 21 años, pero camina el playón del Cilindro como si tuviera 30. Lo conoce de memoria. Lo transitó una y otra vez como hincha, y ahora cumple el sueño de hacerlo como jugador cada mañana. Matías Zaracho es una de las principales figuras del equipo, pero no se la cree. Humilde y sencillo, el pibe de la Academia se prende en el mano a mano con Racing de Alma. "Muchos creen que los jugadores somos una maquina, pero no es así. A veces las cosas son muy difíciles", cuenta el volante de la Academia, todavía caliente por la eliminación en la Copa Argentina. "Es un golpe duro, nos da mucha bronca", lanza mientras se acomoda en una mullida silla para comenzar la entrevista.

-Se te nota una persona muy madura dentro y fuera de la cancha. Sos de los que elige quedarse en Wilde antes que irse al Caribe, ¿por qué?

-Un poco por mi familia. Prefiero estar acá y verlos, que irme de vacaciones y no estar con ellos. Hace poco me fui con unos amigos a Santa Teresita y la pasé bárbaro. Este años me fui a Rio de Janeiro, pero sólo cuatro días. Y porque me insistieron...

-¿Sos el tipo raro del fútbol?

-Puede ser, ja. Mis papas me enseñaron muchas cosas desde chico. Gracias a ellos soy así. No me interesa llamar la atención y prefiero que todos sepan lo que soy.

-¿Cómo fue tu infancia?

-Tuve momentos en los que no la pase nada bien. Había días en los que no tenía nada para comer, pero siempre mi viejo se la rebuscaba con alguna changa...

-¿Qué hace tu viejo?

-Es pintor.

-¿Fuiste a pintar con el alguna vez?

-Una vez dije que si no hubiera sido futbolísta hubiera sido pintor como mi papá, pero no se ni pintar un dibujito... La verdad que a mi viejo lo admiro porque siempre trajo algo a la casa.

-¿Pensás en todo esto a la hora de decidir donde vacacionar o que hacer ahora que estás en otra posición?

-Sí, totalmente. Lo que tengo siempre trato de ayudar a mi viejo. Hace poco no teníamos agua caliente ni agua fría y ahora lo tenemos. No teníamos ni aire ni ventilador y ahora lo tienen. Son pequeñas cosas que me hacen feliz.

La vida de Zaracho en el Barrio

-Se te ve mucho en tu barrio, ¿Qué es lo que más te gusta cuando volvés?

-La realidad es que nunca me alejé porque tengo a mi familia y a mis amigos. Me gusta quedarme con ellos tomando una coca y comiendo unas pipas...

-¿Te gustan las pipas?

-Sí, son lo mejor. Cuando era chico estaba todo el día con eso. Ahora de vez en cuando lo repito, ja.

-¿Son todas buenas en el barrio?

-No. Me tocó pasar momentos incómodos, pero soy un chico respetuoso y siempre trato de evitar los problemas. A veces en esas cosas uno tiene que ser profesional.

-¿Qué recordás de cuando tomabas el 293 a ahora?

-Me iba con plena lluvia a tomar el bondi. Hoy las cosas cambiaron, hasta el boleto está carísimo. Ahora tengo mi coche, pero hasta hace poco, ya estando en Primera, seguía viniendo en colectivo a entrenarme. La gente me saludaba y me pedía fotos en el colectivo.

-¿Todo lo que te costó influye cuando entrás a la cancha?

-Hay momentos que se me vienen esas cosas a la cabeza, pero también en otras ocasiones sólo pienso en el partido. Cuando salimos campeones se me cruzaron muchas cosas.

Zaracho, el título y Licha López

-¿Qué fue lo primero que recordaste al ser campeón?

-El día que me vine a probar a Racing. Fui al Villa Modelo, me entrené ahí y le gusté al técnico. Había muchas categorías e íbamos de vez en cuando al Tita. Llegué a Racing con el sueño de salir campeón cuando era muy pibe, pero de ahí a lograrlo. Una locura.

-Encima no hay muchos jugadores de Racing campeones con sólo 21 años. Mirá lo que le costó a Lisandro...

-Ja, es verdad. Me hiciste dar cuenta de eso. Ahora se lo voy a decir a Licha, voy a aprovechar, ja.

-¿Te seguís sintiendo un juvenil?

-Desde el momento que subí a Primera ya me sentí un profesional. Lo voy llevando con calma.

-¿Creés que tenés más responsabilidades con sólo 21 años?

-Me parece que sí. Esta pretemporada concentré con Nico Muscio en lugar de con Lisandro. Y fue Licha el que me dijo que le iba a hacer muy bien a él. Además a Nico lo conozco hace un montón y es mi amigo. La pasamos bárbaro.

-¿Cuánto concentraste con Licha López?

-Dos años...

-¿Y cómo es?

-La verdad que a mi siempre me trataba bien y era siempre igual. En los entrenamientos a veces se enojaba y eso, pero es normal. De vez en cuando nos reíamos, tomábamos mate y charlábamos.

-¿Quién cebaba los mates?

-Licha... Hace muy buenos mates. Y ahora que concentré con Nico Muscio los cebé yo a los mates. Y me cargaba...

-Imagino que ya después de dos años te animabas a decirle cualquier cosa a Licha pero, ¿cómo fue el primer día?

-No me animaba a hacer nada, me daba vergüenza todo. Esperaba a que el hiciera o dijera algo para ahí hacer yo, ja. Después me fui soltando a medida que fuimos hablando. El es una persona que te ayuda mucho. Teníamos muchas charlas y me ayudó mucho.

-¿Vos sentís que le aportaste algo a él?

-Creo que más allá de mi, todo el grupo. Lisandro ve las cosas que hace Iván (Pillud) y ya se empieza a reír.

-Es cierto que en esta época a Lisandro se lo ve diferente. ¿Creés que lograron cambairlo un poco?

-Puede ser que al principio era diferente y con el tiempo fue cambiando. Ahora se lo ve alegre y disfrutando de cada momento.

-Vos sos hinchas de Racing y pudiste concentrar con uno de los ídolos más importantes de los últimos 30 años...

-Sí, tremendo. Cumplí un sueño. Cuando estaba en Inferiores lo veía y era un ídolo. Me sorprendí cuando concentré con él.

-Licha no es una personal tan expresiva en lo público, pero si lo fue con vos. ¿Te daba vergüenza?

-Sí, más que nada alegría. Licha, desde que llegué, fue muy bueno conmigo. No es mucho de eso, pero lo que hizo me emocionó mucho, También recuerdo un partido que yo estaba en el banco y vino a festejar un gol conmigo. Le caí bien de entrada, ja.

-¿Tenés alguna camiseta de él?

-Sí, se la pedí. Me animé... También tengo muchos conocidos que me pidieron, pero uno no le puede dar a todos.

-¿En qué te ayudó futbolísticamente?

-Me cambió mucho en mi idea de juego. Con Cocca yo no jugaba mucho y si lo hice con Coudet. Lo sentí así y lo veo en los videos. En eso tuvo mucho que ver Lisandro por sus consejos, pero también el Chacho. Es un técnico que siempre te dice las cosas en la cara.

Los sueños y el futuro de Zaracho

-¿Y ahora cuál es el próximo sueño?

-La Libertadores sería hermoso, pero falta un año. Este club fue progresando y estamos en un nivel muy bueno. Vamos intentando cumplir objetivos y seguir creciendo.

-Coudet quiere que te quedes, Licha y Blanco también... Pero también es cierto que sos una de las figuras y el teléfono suena, ¿cómo lo manejás?

-Es difícil. En el momento que me enteré de la oferta del Porto me junté con mi representante y mi familia y me dijeron que me apoyaban. Le dije a mi representante que si era lo mejor para mí y mi familia me iría. Obvio que estoy muy agradecido a este club y por eso le dije que lo maneje él. Después me enteré que se rechazó la oferta y todo bien. También me enteré de lo del Milán, pero aún mi representante no me dijo nada de eso.

-¿Con el Chacho hablaste?

-No, de esas ofertas no hablamos nada...

-Ojo que el Chacho es insistente, hasta llamó a la mama de Lautaro Martínez en su momento...

-Ja.. Ahora le voy a preguntar a mi mama si Coudet la llamó.

-¿Se te hace difícil elegir entre seguir soñando en Racing y aprovechar una oferta importante desde lo económica y deportiva?

-A Racing yo lo quiero mucho. Soy hincha y tengo muchos sueños, pero también se que hay que analizar las ofertas y si son buenas aprovecharlas. Yo tengo una familia. Si me iré yo vendrá otro jugador y también hay un gran plantel.

-¿Te llama la atención todo esto con tan solo 21 años?

-Pasó todo de golpe. De que no me conozca nadie a que me saluden mucho. Hoy hasta mis amigos me dicen eso. Antes apenas me conocía mi mamá y ahora estuve en Rio de Janeiro y me conoció un brasileño. Hasta me pasó de sacarme fotos con hinchas de Independiente...

-¿¡Te piden fotos los hinchas de Independiente!?

-Sí, a veces sí. Siempre lo tomo de la mejor manera y con respeto.

-¿Es cierto que estuviste cerca de jugar en Independiente?

-Sí, ja... Apenas arranqué. Yo jugaba en el club Estrella del Sur. Había un tipo que siempre me decía que me quería llevar a probarme a Independiente, pero siempre le decía que no. Hasta que un día me calenté y acepté. Tenía apenas 7 años. Fui y me dejaron sentado ahí solo. Me cansé y me fui. Un poco de bronca por eso y porque el corazón me lo pedía...

-¿Hoy podrías jugar en Independiente?

-No, ninguna chance. Ya está.

-¿Desfrutaste el doble ese gol en el clásico?

-Si, tremendo. Como hincha, por el título y porque me dejaron sentado, ja. La verdad que cuando lo vi a Lisandro que arrancó y llegué justo. Creo que fue el gol que más me costó meter. ¡Y casi me la sacan! Ni a Benítez lo vi, menos mal que entró.

-¿Siempre disfrutaste los clásicos?

-Sí, son partidos especiales y se disfrutan mucho. Me tocó perder y ganar, pero siempre son partidos lindos.

-¿Cuánto cambió Racing de cuando eras chiquito a ahora?

-Ufff, muchísimo. Y me hace muy feliz. Hoy se invierte en Inferiores y se le da mucha bola a lo chicos. Este club creció muchísimo en los últimos años.

Zaracho, el hincha de Racing...

-Sos bien de Racing y estás hace mucho en el club, ¿cómo viviste el título del 2014?

-En la tribuna, como un hincha más. Estábamos con Nico Muscio en la puerta 11 y nos quedamos festejando hasta cualquier hora...

-¿Se disfruta más como hincha o como jugador?

-Como hincha es otra cosa, te descontrolás más, ja. La verdad que los dos títulos fueron únicos. Siendo parte se disfruta un poco más. Yo jugaba y juego como un hincha que se muerte por estar acá adentro.

-¿Lloraste muchas veces por fútbol?

-Sí, he llorado. Y esta fue una de esas porque me quedé afuera de la Copa América. También lloré cuando fui campeón ahora, aunque esa fue de alegría. Cuando era chico también sufría cuando perdía los clásicos en Inferiores. Me quedaba en casa encerrado y no quería hacer nada. Encima en Wilde hay mucha gente de Independiente...

-Este 2019 saliste a la calle con ganas...

-Sí, olvidate. Con el pecho inflado. Es más, tengo dos amigos hinchas de Independiente y uno vino a la cancha a alentarme. Y hasta gritó un gol de Racing. El otro no se anima, pero me vio en la cancha de ellos cuando le hice el gol... Este amigo tiene un taller y me cargaron toda la semana porque yo venía errando goles. Le dije que los iba a vacunar y así fue. Hasta ahora lo sigo cargando, ja.

Su sueño de Selección

-¿Y cómo fue ponerse la otra celeste y blanca?

-Estar en la Selección fue algo único, impensado a los 21 años. Estar al lado de Messi, verlo de tan cerca. La verdad que no me animé a pedirle una foto. Nos sentábamos lejos y lo miraba hasta cómo comía, ja...

-¿Es difícil animarse a hablarle a Messi?

-Como soy yo sí. No se como iría a hablarle. De mi parte se va a hacer muy difícil tener una conversación con Messi.

-¿Te quedó una espina por la Copa América?

-Sí, yo me sentía adentro. Tenía mucha confianza en poder estar por eso fue muy duro cuando sufrí la lesión ante Tigre.

-¿Qué cosas Matías Zaracho nunca se puede olvidar aunque juegue en el Barcelona?

-Del título que gané con Racing, no lo cambio por nada. Y en lo personal creo que no cambiaría por nada estar en la casa de mi viejo y no irme de ahí. A lo sumo hacerle algo mejor a él, pero siempre ahí. Mi mamá se quiere ir, pero mi papá no. Siempre voy a volver al barrio.

-¿Cuál es el próximo sueño?

-La Libertadores y ganar algo con la Selección.

El Pingo Pong de Matías Zaracho