A 120 kilómetros de Atenas, en el corazón de Grecia, Tripoli es una pequeña ciudad que no supera los 35.000 habitantes. Tiene costumbres que nada tienen que ver con las argentinas. Braian Lluy estuvo allí durante tres años y se consolidó, a tal punto que en su segunda temporada estuvo en el equipo ideal de la liga griega. "Tienen otro estilo de vida. Allá tienen su propia huerta, hacen sus propios quesos y una vez al mes van a buscar agua a la montaña. También son muy ortodoxos. Antes de cada campeonato bendicen al club, a los jugadores... Y paran una semana entera por Semana Santa", cuenta el lateral derecho, quien hoy a los 27 años se encuentra libre después de un problema legal con el Queens Park Rangers de Inglaterra, club con el que había firmado pre contrato y se entrenó por dos meses. En diálogo exclusivo con RdA, el pergaminense habló a corazón abierto de lo que siente por Racing después de su ruidosa salida, con amenazas de por medio.
-¿Qué diferencias notás entre el jugador que se fue y el que sos ahora?
-Mejoré en casi todo... Jugué de lateral derecho o volante haciendo toda la banda. Siempre me destaqué por ser un jugador regular, sin picos tan altos ni bajos. En Grecia mejoré mucho en el control de la pelota, se trabaja muchísimo en eso. También en el pase interno, pasar y terminar mejor la jugada... Europa me hizo un jugador más completo. Haber jugado dos Copa UEFA me hizo medirme con gente que juega en Selección. Enfrenté al Schalke y al Tottenham... Me acuerdo que fui a chocar con Vertonghen (defensor del equipo de Pochettino) y me quedó doliendo todo. Son durísimos...
-¿Qué recuerdo te quedó de Racing?
-Viví 13 años ahí. Mi viejo, mi hijo, yo... Todos somos hinchas... Pero me queda cómo me fui, lo siento como una deuda que tengo y es bronca también. Mi problema arrancó con el penal que le hice a Independiente: me acusaron de haber ido a bailar después de la derrota y me rayaron el auto. Fue totalmente mentira, si no me hubieran echado de mi casa... Yo nunca hablé de eso, era chico y no sabía cómo manejarlo.. Hoy lo veo de otra forma, me puedo comunicar... Ahí hubo un quiebre con la gente... Se dijeron demasiadas cosas que me lastimaron mucho a mí. Hasta me apoyaron un arma en una pierna... Ojo no es que digo nunca más eh, me apasionaría volver y que me hijo, que hoy tiene seis años, pueda entrar a la cancha. Pero hoy le digo que no al fútbol argentino en general. Quiero disfrutar de la tranquilidad y el nivel de vida de Europa. No quiero volver al quilombo, al estrés continuo.
-Imagino que ese penal en cancha de Independiente te quedó en la cabeza...
-Siempre, nunca me lo pude sacar. Yo lloré por Racing, por todas las cosas malas que se dijeron que no me entraban en la cabeza y que afectaron mucho a mi familia... Lo que nadie habla de eso es que en esos cuatro partidos jugué en todas posiciones diferentes. Eso me perjudicó, hoy ni en pedo lo acepto. Con Independiente fui lateral izquierdo, con Huracán lateral derecho, a Boca le hice un gol jugando de volante por izquierda y terminé de doble cinco... Estaba Russo de técnico. Son decisiones que de chico uno no puede plantearse porque no jugás más. Tenés 20 atrás que quieren entrar y yo no quería decir que no a nada... Me terminó costando no renovar contrato...
-¿A tu hijo queéle contás de Racing?
-Trato de hablar poco de Racing con él, habla más con el abuelo. Ellos tienen el vínculo ese, de ir a la cancha... Los primeros dos años me costó volver a racing, estuve tanto tiempo ahí que me dolía, me daba miedo ir a la tribuna y que nadie me reconociera. Por eso iba mi hijo con el abuelo, yo no podía pisar... Pero después hice un clik en la cabeza y me sentí liberado. El último año fui contra Defensa y me di cuenta de que un montón de gente me quiere, que sabe quién soy. Allá en Grecia me sentaba a ver los partidos y le gané muchas apuestas en clásicos a Parra, que nos hicimos muy amigos.
-Hoy es otro Racing...
-Sí... Yo agarré la etapa del Organo Fiduciario para adelante... Antes había menos tolerancia, se entiende, y también pasa un poco por eso. Hoy con Milito, con el Racing Positivo, no dudo de que entraría de otro modo al equipo. Racing está parado de otra manera, tiene grandes jugadores. Me retiraría en Racing con todas las ganas del mundo, pero no sé... No lo pensé tampoco...
-¿Con quién te seguís hablando?
-De este plantel, con Iván (Pillud) y Luli (Aued). Pero mi banda de amigos eran Fariña, Viola, Bruno Zuculini... De alguna u otra manera sigo ligado a Racing...
Me gustaría que vuelva a jugar en Racing, un jugador con la experiencia que tuvo el seguro que nos serviría mucho.
No jugo bien en su paso por Racing, pero hoy viendo al mamerto de 4 que tenemos, creo que Lluy es mejor jugador que el; una lastima que se haya ido por la puerta trasera, con amenazas de por medio, y mas sabiendo que es hincha de Racing (cosa que no sabia).