Con el aplomo y la tranquilidad de tener una vasta trayectoria en Europa, aunque sin perder la sencillez curtida en Etruria, su pueblo natal al sudeste de Córdoba, nos atiende desde Udine Albano Bizzarri. El Flaco, aquel arquero que llegó a las Inferiores de Racing a mitad de la década del 90, se apresta para una entrevista exclusiva con RdA, en donde repasará sus comienzos en la Primera del club, su transferencia precoz a Real Madrid, su paso efímero por la Selección, los grandísimos jugadores con los que compartió vestuario, su actualidad en Udinese donde es uno de los guardametas más destacados de la Serie A de Italia, y el sueño y las ilusiones que aún lo mantienen vigente a los 40 años debajo de los tres palos.
-¿Alguna vez te preguntaste el motivo de la elección de tu nombre?
-Sinceramente es algo que nunca me pregunté, sé que es poco convencional el nombre Albano, pero desde muy chico me gustó que sea tan original, quizá por eso nunca ahondé demasiado en la cuestión.
- Naciste en Córdoba. ¿Te acordás de tus primeros contactos con un balón de fútbol?
-Para ser más exacto, en realidad nací en Villa María, pero porque en Etruria donde vivía mi familia no había hospitales. Yo era el hermano del medio entre uno más grande y una hermana menor. El tema del fútbol seguramente viene por el lado de mi viejo. Mi papá era arquero en un pueblo, pero terminó dejando porque tuvo que priorizar el trabajo y la familia. Desde que nací me vino incorporado no sólo el amor por el fútbol, sino también la pasión por ser arquero. Tengo el primer recuerdo de que a los 8 años me vinieron a buscar para jugar un torneo de baby y de ahí nunca me aleje de los tres palos. Toda mi vida fue así, nunca tuve dudas de que lo mío era ser arquero en una cancha de fútbol.
-¿Jugabas en algún equipo de tu pueblo? ¿Cómo es que llegaron a buscarte desde Racing?
- Sí, efectivamente yo jugaba en un equipo de Etruria: Talleres. Yo me entrenaba a las 8 y media de la noche. En los pueblos uno solía entrenar de noche con los panaderos, los verduleros, es decir con los laburantes que cerraban sus comercios y se iban a patear para la canchita. Hasta ahí iba siempre en bicicleta. A mí me gustaba atajar contra los tipos más grandes. En realidad había un técnico en Talleres de Etruria que tenía un contacto con Nelson Chabay y se le ocurrió llevarme a Colón de Santa Fe a que hiciera una prueba. Estuve casi un mes en Colón, pero ellos mismos cambiaron los planes sobre la marcha y se ve que tenían un contacto en Racing y me llevaron para allá, habrá sido el año 95.
-¿Qué te acordás de esa llegada a Racing? ¿Cómo fueron esos primeros días en el club?
- Me acuerdo que el Coordinador de las Inferiores era Jesús Martínez, quien conocía al contacto que me había traído. Paralelamente a Racing hice una prueba en River y me incliné por Racing porque el club me daba pensión. En ese momento la pensión estaba bajo el estadio. En la pensión había como 20 chicos, para mí fue todo un cambio, porque yo venía más acostumbrado a la vida de pueblo y no conocía a nadie acá. Es ahí donde conocí a la famosa Tita, con quien terminé teniendo una relación extraordinaria.
-¿Qué hay de cierto de que eras el niño mimado de Tita Mattiussi?
- Doy fe de que no era el único mimado. Eran épocas difíciles porque dirigencialmente Racing no andaba muy bien y a veces se complicaba hasta para comer algo ahí. Me acuerdo de que éramos muy compinches entre todos y teníamos una relación especial con el cocinero de ese momento, Roberto Aquino creo que se llamaba. Es más, quedaron tan buenos recuerdos de esa época que hace poco, a uno de esos pibes que estaban en la pensión se le ocurrió armar un grupo de WhatsApp y uno de los fines que tiene el grupo es recordar con cariño las vivencias con Tita y con el cocinero. Este cocinero sacaba agua de las piedras para hacer malabares en la cocina y con poco dejarnos contentos a todos. En la pensión recuerdo que estaban el Choclo Aureli, Javi Lux, Giusta, Alexis García, el Tano Ruggeri. También me acuerdo que la familia Alonso, de Quilmes, siempre nos daba una mano. Cuando vengo a Buenos Aires siempre nos juntamos a comer asado para reencontrarnos. A todos nosotros Tita nos apreciaba mucho, nosotros le hacíamos los mandados, ella nos preparaba el café con leche. A mí, particularmente ella siempre me hablaba de que uno siempre tenía que mantener la humildad. Siempre me ponía los ejemplos de Goycochea y el Mencho Medina Bello.
- Una anécdota imborrable que tengas con Tita..
- Y una muy buena es una vez que me fui a Madrid a jugar en el Real, la verdad que la extrañaba y quería saber cómo andaba ella y estuvo los primeros minutos de charla sin creer que era yo el que hablaba, se pensaba que le estaban haciendo una broma. Y cuando por fin me reconoció que era yo quería cortar cuanto antes la comunicación para que yo no gastara. Eso era ella, una persona hermosa en todo sentido, que siempre se preocupaba por todos nosotros. Ella era el bastión de la pensión y sólo el amor de ella hacía que todo pareciera hermoso. Un par de años más adelante volví al club y vi que la pensión ya había cambiado de lugar. Por suerte para los pibes y por charlas que he tenido con Monchi Medina y Juan Manuel Godoy, también utilero, me iban manteniendo al tanto de todos los cambios favorables que iba habiendo a nivel institucional.
- Te tocó debutar en la Primera División de Racing en 1996, un año después de haber llegado al club.
- Sí, fue un cambio bastante abrupto, porque yo en mi pueblo no había tenido mucha formación en el puesto de arquero, nadie me había enseñado cómo pararme, ni cómo usar las piernas para saltar, lo mío hasta ahí había sido todo instinto. Me tocó entrar en un partido que perdemos por goleada contra el Gimnasia de Griguol, 6 a 0 en el Bosque platense. Para ellos jugaban una barbaridad los Mellizos Barros Schelotto y Pepe Albornoz. El arquero titular era Cubito Cáceres, porque me acuerdo que Nacho González creo que estaba suspendido o lesionado. Yo hasta ahí ni siquiera había jugado ni un partido en Reserva. Lo cierto es que Gimnasia se puso en ventaja rápidamente, y después lo echan a Walter. Ya íbamos perdiendo 1 a 0 y aquella noche nos dieron un baile tremendo, aunque reconozco que no tuve responsabilidad en los goles. Es raro pero en un partido que perdimos por seis goles y a mí me hicieron cinco creo que no había tenido un mal partido y estaba orgulloso de haber debutado con 18 años en un arco de la magnitud de Racing. Brindisi, que era el técnico en aquel entonces, también me felicitó.
-En esa época había mucha competencia entre pibes surgidos en el club en el arco: Nacho González, Cubito Caceres, Pezzuti y vos. ¿Cómo lográs agarrar continuidad en el primer equipo con tantos buenos arqueros?
- Si, la verdad que se me empezó a abrir el camino cuando Nacho, que era el indiscutido y venía de varios años siendo un símbolo en el club, decide no continuar en el club por algunas diferencias con los dirigentes según lo que recuerdo. De ahí el titular pasa a ser Walter y yo peleaba con Gastón sanamente para ver quién podía ir al banco de suplentes. Hasta que Carlos Babington en el año 97 decide darme la oportunidad a mí y empiezo a agarrar buen ritmo bajo los tres palos.
-¿Coincidís con el hecho de que así como casi de sorpresa te encontrás atajando en el arco de Primera, también te sacan el puesto injustamente con la llegada de Sessa?
- El tema fue que yo termino jugando los últimos partidos de aquel Torneo Apertura en buen nivel, luego llega Cappa a principios del 98, atajo todo el Clausura en muy buen nivel e increíblemente traen a otro arquero para jugar de titular cuando un pibe de la casa venía haciendo las cosas bien. Ese arquero era Gastón Sessa, que era un gran profesional y tenía buena relación conmigo, pero lo que me había parecido raro en su llegada era que su pase pertenecía a Daniel Lalín, justamente el presidente de aquel momento. Ahí Cappa lo pone al Gato en aquel buen torneo que hace el equipo y a mí me ponen en la Copa Mercosur, donde terminamos quedando eliminados contra San Lorenzo por penales.
-¿Cómo quedo tu relación con Lalín después de esa maniobra que hace con Sessa?
-Seguramente de arranque tenía una bronca bárbara porque me habían sacado el puesto de manera injusta, pero yo sabía que Sessa no tenía la culpa, sino que era una decisión conjunta entre la dirigencia y el cuerpo técnico. De hecho, con Cappa muchos años después terminó tomando un café en España y me aclaró que su idea era llevarme despacio y por eso me iba mechando en la Mercosur, claro que lo entendí. Las vueltas que tendrá la vida que varios años después de aquel mercado de pases Lalín se volvió a comunicar conmigo, diciendo que si volvía a agarrar la presidencia del club, me quería llevar como refuerzo.
- En Racing tuviste técnicos de renombre como Brindisi, Basile , Babington y Cappa. ¿Con cuál de ellos te quedas y por qué?
- Lógicamente que siempre uno aprende de todos los estilos y con cada uno pase diferentes momentos, porque yo recién empecé a atajar con continuidad a fines del 97, pero creo que me quedo con Babington, no porque haya sido el mejor sino porque fue el que en un momento que era difícil porque estaba siendo cuestionado por algunas modificaciones por la prensa y por la gente se la jugó por mí y me dio mucha confianza para esos primeros pasos.
-¿Cuál fue el mejor compañero que tuviste en esos años que jugaste en la Primera de Racing y cuál fue el que más te deslumbró dentro del terreno de juego?
- Si, de eso no tengo dudas, que el jugador que más me ayudó una vez que yo ya estaba en Primera fue Sergio Zanetti, que siempre me llevaba y me traía de donde fuera y siempre me aconsejaba de la mejor forma. Recuerdo que Racing en aquel entonces iba cambiando permanentemente de predio donde se entrenaba, pasamos del Sindicato de Pasteleros al Sindicato de lo que se te cante y Sergio, que sabía que yo estaba sin vehículo, siempre me levantaba. A nivel futbolístico, quien era tremendo era el Chelo Delgado, hacía una diferencia terrible y era nuestra bandera de mitad de cancha para arriba. Se las rebuscaba solito muchas veces para desequilibrar a toda la defensa contraria.
-¿Cuál fue tu mejor partido siendo arquero de Racing?
- Y he tenido algunos, pero a mi entender un empate 0 a 0 en la Bombonera contra el Boca del Bambino Veira que tenía muchísimas figuras. Ahí tapé todas las que me tiraron y sacamos un empate muy valioso porque nosotros veníamos de capa caída y ellos venían punteros. Con ese empate prácticamente ellos pierden el torneo que termina ganando River. Bueno en ese partido era el Chelo contra todos en ataque. Otro buen recuerdo es un triunfo al Corinthians allá en San Pablo, en la Mercosur de 1998. Para ellos, si no me equivoco, jugaba Marcelinho Carioca. Después tuve un buen rendimiento en un clásico contra el Rojo de Menotti que empatamos 0 a 0 y el recibimiento fue algo inolvidable. No creo haber jugado más de 40 partidos oficiales con la camiseta de Racing, no son tantos para disfrutar lo que hubiera querido.
-¿Cómo definirías a la gente de Racing?
- De una calidez enorme, siempre con los que veníamos de inferiores tenían un idilio especial. Conmigo fue un romance corto porque luego de jugar un año y medio con cierta continuidad me terminan transfiriendo al Real Madrid.
-¿De qué forma te enterás del interés del club merengue? ¿Qué fue lo primero que se te cruzó por la cabeza cuando se confirma que te vas para Madrid?
- Me llegó la noticia a través de Cappa, que era nuestro entrenador, diciendo que Valdano se había comunicado con él pidiéndole referencias mías y al mes siguiente, ni bien arranca el año 99, yo estaba entrenando con la Selección, Racing estaba intervenido judicialmente por la síndico Ripoll y me confirman que el Real Madrid había hecho una oferta tentadora para aquel momento del club y yo obviamente acepté irme por dos cosas: porque entendía la situación y la necesidad del club, y por la magnitud del equipo en el que iba a atajar. Era una mezcla de sensaciones porque yo en mi interior sabía que quizá no estaba preparado a los 22 años para semejante salto sin estar del todo consolidado o de haber tenido muchos años de trayectoria, pero entendí que era una apuesta a futuro y que no la podía desaprovechar.
-Contame las sensaciones al momento que entrás al vestuario local del Santiago Bernabéu para cambiarte y te topas con jugadores de la talla de Fernando Hierro, Roberto Carlos, Redondo, Raúl…
- Es que por un momento pensás que no es real y creés que estas soñando. Yo estoy convencido y asumo que fracasé en el Real Madrid, que atajé 12 partidos en el primer equipo y que no estuve a la altura de lo que necesitaba el equipo. Pero así como te digo una cosa te digo la otra, nadie me saca el hecho de haber integrado ese plantel que terminó ganando la Champions en el 2000, y de darme cuenta cómo se comportan los verdaderos cracks , los distintos dentro y fuera del campo de juego. El aprendizaje que tuve en ese tiempo en el Madrid fue importantísimo para el resto de mi carrera, ahí entendés cuáles son los verdaderos jugadorazos y no cualquier perejil que ves que aparece en las ‘social networks”. Ahí viven, sienten y se comportan como excelentes profesionales, de ahí que cada uno de esos futbolistas que mencionaste y muchos más han tenido esas carreras repletas de éxitos deportivos. Me llevé muchas cosas del aspecto humano y de buen comportamiento en aquel vestuario. Roberto Carlos y Redondo dos ejemplos de excelente comportamiento, igual que el capitán Fernando Hierro. Con los que mejor me llevaba y los que más confianza tenía dentro del vestuario era con el francés Karembeu y con el inglés Steve MacManaman.
-¿Te pesó la mochila de ser el arquero del Real Madrid?
- Más que haberme pesado el buzo del Real, a mí me faltaba formación y técnica, además de que no era un jugador de la casa y abajo mío estaba Iker Casillas, con todo lo que aparentaba y lo espectacular portero que terminó siendo. Además cometí dos o tres errores graves en mis primeras presentaciones y eso termina acelerando mi salida del equipo titular al poco tiempo. Se conjugaron esos factores, añadido a que ese equipo en la Liga venía con muchos altibajos, terminamos quintos en aquel campeonato, más allá de que se hizo una excelente Champions y se terminó ganando.
-¿Extrañabas Racing cuando no se te daban las cosas en el Real Madrid?
- Sí, porque al principio allá estaba solo y sentía que tampoco tenía demasiada contención. Me preguntaba varias veces por qué me había ido tan rápido de Racing si no había llegado a atajar ni dos años de manera consecutiva, pero todo momento que uno no la pasa del todo bien, después termina fortaleciéndote.
- A nivel Selección integraste el plantel que fue a la Copa América de Paraguay de 1999. ¿Cómo viviste aquella experiencia y por qué crees que no se te dio una chance más adelante?
- En ese entonces yo era un arquero muy joven y era uno de los que mejor perspectiva venía teniendo. Me convocó Marcelo Bielsa, Roa había colgado el buzo hacía poco por temas de religión y me citó a mí y al Mono Burgos, que era el titular. Aquella selección contaba con mayoría de jugadores del ámbito local. En donde sentí que podría haber tenido una chance fue alrededor del año 2008 0 2009, cuando yo estaba en un gran momento en el Catania de la Serie A y el técnico del Seleccionado era Maradona. Ahí es donde Diego le empieza dar confianza a Chiquito Romero, luego de que no haya habido previamente un arquero fijo en las Eliminatorias. Y no quiero exagerar pero hoy sigo siendo titular en un equipo de mitad de tabla en la Serie A de Italia como es el Udinese y tengo casi 20 años de experiencia en Europa. Hay pocos arqueros argentinos en la actualidad que tengan este recorrido y lo digo con total humildad, porque uno ha pasado por buenos y malos rendimientos pero siempre me he mantenido en las ligas más importantes del mundo.
- ¿Soñás con una posible convocatoria a la Selección? ¿En algún momento se ha contactado con vos Sampaoli?
- No sería una locura pensar en una convocatoria para la Selección, porque considero que he tenido una carrera meritoria como para que el entrenador me pudiera conocer. En ningún momento se contactó nadie conmigo y sí sería una locura decir que tengo chances de ir al Mundial, pero no creo que sea imposible tener una convocatoria para que el entrenador pudiera conocer mis condiciones como arquero.
-¿Qué opinión te merece Lionel Messi? Te ha tocado enfrentarlo en Europa…
- Me ha tocado enfrentarlo y es una máquina de batir récords. Como argentinos deberíamos disfrutarlo y no tratar de sabotearlo. Es una locura tener entre los mejores jugadores del mundo a tres futbolistas argentinos: Maradona, Di Stéfano y Messi. Messi es quien nos permite soñar con ganar el próximo Mundial y actualmente no hay duda de que es el mejor futbolista del mundo.
- Habiendo estado casi dos décadas en Europa y muchos años en Italia, me imagino que te has cruzado con Diego Milito. ¿Cómo te llevás con él?
- A Diego lo conozco de las Inferiores de Racing. El era dos años más chico. Yo tenía compañeros de la pensión que iban a comer a su casa. Siempre ha sido un pibe muy humilde al igual que su familia. Yo conocía también al papá de él que siempre andaba por el club. Cuando yo me vine para Europa, él debutó en la Primera de Racing. Después lógicamente lo he enfrentado acá en Italia en algunos equipos y lo curioso que me pasó con él es que me lo crucé en un vuelo hace varios años atrás de Roma a Buenos Aires y él ya tenía pensado volver para retirarse a lo grande en Racing y vaya si se le dio como lo había pensado. Se merece todo lo bueno que le pasó y mucho más.
- ¿Es cierto que vos en un momento te mostraste interesado para regresar al país y jugar en Racing?
- Yo estaba con un inconveniente familiar y quería venirme para el país. Fue en el 2006 y si mal no recuerdo era Fernando De Tomaso quien me dijo que la intención del club era volver a traerlo a Campagnuolo, que había salido campeón en 2001 y ahí entendí que no era el momento. Luego de eso nunca se dio la chance de haber vuelto al club. Volver hubiese sido lindo porque los inicios no los pude disfrutar del todo porque no atajé tantos partidos. Después llegó Saja, que anduvo muy bien también.
- ¿Se te pasa por la cabeza hoy a los 40 años volver a atajar en Racing?
- Claro, ¿Por qué no? Me encantaría volver a Racing. A mí se me termina el contrato en junio de este año con el Udinese. Obviamente habría que evaluar algunas cuestiones, pero estoy abierto a que aparezca esta posibilidad. La carta de presentación puede asustar con 40 años, pero yo estoy en actividad, no me duele nada y me muestro en buen nivel año tras año. No me gustaría volver si sé que no podría rendir, pero sé que estoy preparado física y mentalmente para atajar un par de años más.
-¿Cuál es tu receta para mantenerte en buen nivel a tus 40 años?
- La receta es simple aunque depende de varias cosas: cuidarse en la alimentación, saber la diferenciación del entrenamiento y después las ganas y el entusiasmo que son las que comandan todo, no sólo en el fútbol sino que en la vida. Es clave la motivación para lo que uno hace y yo quiero atajar en buen nivel varios años más.
- En Udinese tenés como compañero a un fanático de la Academia como Rodrigo De Paul. ¿Te habla mucho del club?
- Uy, Rodrigo sí que es un loco de Racing, no para un segundo, siempre me cuenta del club, del Predio Tita y demás. Lo gracioso es que me habla del Predio Tita y yo no conocí el Predio pero sí a Tita ,ja. En el buen sentido, me calienta bastante la cabeza con Racing.
-¿Estás al tanto de la actualidad del equipo del Chacho?
- Sí, naturalmente trato de estar informado de todo lo que pasa con Racing y estoy fascinado con lo que juega Lautaro Martínez. Hacía mucho que no se veía una aparición así y me parece que ahora lo están rodeando muy bien en el equipo actual. Allá en Buenos Aires tengo muchos amigos de Racing que están enloquecidos con la buena campaña que se viene haciendo.
- Fuiste compañero de Centurión en Genoa. ¿Cómo te llevabas con él y qué opinión tenés de lo que pasó en los últimos días?
- Con Centurión tenía una relación muy buena, él era un pibe muy callado y muy tímido en aquella época. El extrañaba mucho al fútbol argentino y no tuvo muchas chances de mostrarse en aquel Genoa. Hoy está en un gran momento futbolístico y ojalá que pueda encontrar cierta estabilidad emocional para seguir regalándole alegrías a la gente.
-¿Qué opinión tenés de Juan Musso, arquero titular del primer equipo de la Academia y que también surgió de las Inferiores del club como vos?
- La verdad si bien estoy al tanto de los resultados y trato de interiorizarme, por tema de horarios no vi últimamente partidos de Racing, pero Rodrigo me habló maravillas de él. Siempre que un arquero haya crecido en el club es importante y es un motivo más para respaldarlo.
- Has jugado distintos torneos por todo el mundo. ¿Es una cuenta pendiente atajar en Copa Libertadores?
- Sí, he tenido la suerte de disputar varios torneos, me faltaría atajar por Copa Libertadores y en un Mundial. Lógicamente que me gustaría hacerlo, más aún en Racing, pero deberían darse muchísimos factores y además hay que respetar al arquero que está ahora, y más por ser de la casa.
- Vos sabés que el hincha de Racing es muy pasional, se da manija y se ilusiona con ganar la Copa Libertadores. ¿Cómo te ves en Dubai enfrentando al Barcelona de Messi a fin de año?
- Jajaja, eso sí sería algo extraordinario y siempre uno puede darse rienda suelta con esas cosas. Bajando a la realidad, Racing necesita volver a ganar algo en el plano internacional por su historia y por su gente que lo hacen enorme.
- ¿A tu familia ya la hiciste hincha de Racing en Italia?
-Estoy casado con Federica, que es italiana y tengo un bebé de 9 meses que me complica las horas de sueño pero nos llena de felicidad. Le puse igual que como se llamaba mi viejo: Jorge Lorenzo. Y sí, obvio que se va a hacer de Racing como su papá...
Gracias. Por la nota. Hace un tiempo mande un tweet haciendo referencia para que le hagan una nota a Bizzarri. Asique espectacular, tremendo arquero al que nunca le dieron la chance de la Selección.
Slds.
Muy buena entrevista!! Un gran arquero Bizarri y se ve que una gran persona también...
Uff recuerdo lo fana q era de Bizzarri, la familia Alonso de Quilmes, mediante mi abuela, me permitieron saludarloque para un cumpleañospoquito! Q locura no habia redes socialessociales ni nada semejante...
Lo segui durante muchos años en Europa.
Gracias por tan emotiva nota!