Claudio Omar García, más popularmente conocido en la mitad buena de Avellaneda como el Turco, nunca salió campeón con Racing, pero no le hizo falta para ganarse un lugar eterno en el corazón del hincha. Recordado tanto por sus goles como por sus festejos alocados y sus locuras, dejó su marca en la Academia. Hoy, quien lleva adelante su estirpe es su hijo de 15 años, Yamil, quien forma parte de la Séptima división y sueña con seguir los pasos del viejo.
-¿Hace cuánto estás en Racing?
-Este es mi tercer año. Vine cuando tenía 12, desde Sportivo Rivadavia de Santa Fe.
-¿Qué significa para vos jugar en un club en el que tu papá es ídolo?
-Para mí es una alegría enorme porque obviamente que quiero seguir sus pasos. Me gustaría hacer todas las cosas que él hizo en Racing, y más también.
-¿Es muy pesado tu viejo para marcarte cosas del juego?
-Noo, no me jode para nada. Cuando termina un partido se acerca y me dice cómo estuve, me marca lo que hice bien y lo que hice mal, para que pueda mejorar. Lo escucho porque es mi papá y quiere lo mejor para mí.
-¿Qué cosas te suele marcar?
-Por mi posición de delantero me dice que tire muchas diagonales, que intente rebotar e ir a buscar la pelota, cosas que un 9 debe tener en cuenta y aprender. El no era un delantero tan de punta como quizá soy yo, pero tiene todas las mañas y sabe un montón.
-¿Cómo hacés con la escuela? ¿Cuesta llevar las dos cosas al mismo tiempo?
-La verdad que no. Nuestros entrenamientos suelen empezar 8.30 de la mañana y tipo 12.30 ya estamos liberados. Lo que tengo que hacer es bañarme rápido y comer porque 13.30 tengo que estar en el colegio. Y me va bien, eh… el año pasado no me llevé ninguna materia.
-¿Con que soñás para tu carrera?
-Pensando a corto plazo, me gustaría salir campeón este año con la Séptima. Por ahora venimos bien, ganamos los dos partidos que jugamos hasta ahora. Y proyectando para más adelante, me gustaría empezar a entrenarme con la Reserva para después llegar a Primera, que es lo que quiere todo chico de Inferiores. Para eso hay que trabajar muy duro y darle para adelante.
-¿Te pesó en algún momento ser “el hijo de...”?
-Me acuerdo que en mi primer año estaba un poco nervioso por ser ese tema, pero pude sobrellevarlo bien y ahora ya tengo una relación espectacular con mis compañeros.
-Y tu papá sigue jugando… ahora está con el Senior de Racing.
-¿Viste? Está viejo pero juega (se ríe).
-¿Ya te sabés de memoria todos los goles que hizo en su carrera, no?
-(Se ríe) No tanto, pero de chiquito me metía en internet, buscaba sus goles y los miraba sin parar. La verdad es que era un fenómeno.
-¿Y quién es el mejor de los dos, vos o tu papá?
-Y… mi viejo dice que yo soy mejor que él, pero hay que ver y esperar.
-¿Viste el gol de tu viejo con la mano a Independiente?
-Si, siempre lo veo. Un amigo me dijo que es la Mano de Dios de Avellaneda, ja.
-¿Qué delantero te gusta?
-De acá es imposible no admirar a Lisandro, y de afuera me gustan Suárez y Lewandowski.
Un grande tu viejo y excelente persona, los consejos de un padre siempre son para ayudar, seguilos.
tu viejo era un fenómeno y no solo eso,te hacia cagar de risa,un show el tipo !!!
Grande el turcoooooooooooo, suerte papaaa