"No estaba preparado para ser capitán"

Ver el sol en West Bromwich es casi una bendición. Gris y pálido durante gran parte del año, esta ciudad pegadita a Birmingham -apenas a 8 kilómetros- es el hogar de Claudio Yacob desde hace más de cinco años. El volante central, quien ya suma más de 150 partidos en la Premier League, eligió RdA para dar un mano a mano exclusivo desde Inglaterra. La primera vez que contará a corazón abierto todo lo que vivió en el club y dará algunas explicaciones que, atragantadas, todavía no había sacado a la luz... "¡Cómo no voy a querer a Racing si hasta conocí a la madre de mis hijos por el club! La conocí hace 14 años en el colegio al que íbamos en la pensión, en Boedo. El Enano Moralez me hizo gancho. Ella vive cerquita de la cancha, así que sigo yendo para ahí. Termina la Premier y me voy para allá, nunca me olvidé... Hoy tengo un nene de casi tres años y estamos esperando el segundo. Soy una persona que nunca habló mucho de Racing, me lo quedé para mí. Quizá fue un error, porque siempre que veo a mi nene pienso qué lindo hubiese sido que me vea jugando", reconoce la Flaca, de 29 años y aplomado tras su larga estadía en Europa, donde es pieza clave de su equipo y uno de los jugadores más queridos. A tal punto que tiene dedicadas canciones y banderas. 

La entrevista, por momentos, se convierte en un cable a tierra para Yacob, sin necesidad de escuchar preguntas para empezar a soltar sus sentimientos y recuerdos. Esas vivencias que adquirió y que, a miles de kilómetros, reconoce como propias. "Con Chiquito Romero fui a la nocturna... Yo viví todo en Racing, desde 2001 en la pensión de Caballito. Poníamos monedas para comer arroz y me iba solo al colegio. En Boedo, con Bracamonte, caminé todo Avenida Independencia hasta Puerto Madero buscando escuela. Me pongo a recordar a Racing y es terrible, hay cosas que no sé cómo explicarlas", explica conmovido.

-¿Te quedó dolor o alguna deuda por cómo te fuiste?
-Primero quiero decir que fue difícil desprenderme de Racing. Primero de la pensión y después del club. Yo dormía con las sábanas de Racing, me secaba con toallitas de Racing... La verdad es que no me arrepiento de cómo actué porque lo sentí, aunque eso no quita que hoy hubiese actuado diferente. Miro para atrás, con toda la película filmada, y digo "jamás pude haber actuado así". Pero en la vida hay que tomar decisiones y estaba decidido... Cometí errores, pero dos años antes de irme libre ya necesitaba cambiar de aire, sentía que era el momento de partir. Rechazaron todas las ofertas... El presidente Molina y yo veíamos las cosas diferentes... Yo era pendejo... Pero esto no significa que no sienta lo que siento por Racing...

-¿Llegás a entender el enojo de una parte de la gente por la salida?
-Claro que la entiendo, pero no se vio bien toda la película porque yo nunca hablé. Amo el fútbol, me duele la panza cada vez que salgo a la cancha o voy con mi bolsito a entrenar. Viví siempre para el fútbol, pero nunca para lo que lo rodea. No me gusta dar notas... Se inventaron cosas de un pantaloncito en cancha de Independiente y que entré cantando al vestuario después de perder... Es mentira... Y yo no soy ni en pedo de Independiente... El hincha consumió todo lo que se vendía, pero hay que ver si eso era verdad... Tendría que haber salido a hablar, pero estaba tan dolido que mi familia me aconsejó callarme. Hay que ver si fue la mejor recomendación... Pero si le tengo que decir algo al hincha es que no hay nada peor que alguien que no da el máximo, y yo di todo por Racing. Me peleé con mucha gente que quería, amigos, no fui a cumpleaños de mi suegra, de mi novia por lo que me generaba el momento de Racing. Dejé hasta la última gota. Dentro de la cancha habré jugado mal muchos partidos, otros bien... Pero siempre pensando en la entrega, nunca me quedé con nada. Me hubiese encantado irme de otra manera.

-¿Estabas preparado para ser capitán?
-No. No le daría la cinta a un chico de 22 o 23 años por más crack que sea. No era mi caso, obvio. Pero éramos todos pendejos y me la dieron a mí... Hice lo que pude, ahora miro para atrás y digo "la puta, fui capitán de Racing". Si bien intenté todo y traté de hacerme cargo siempre, cometí miles de errores por mi juventud. No estaba preparado, jamás consideré serlo y fueron las urgencias del momento. Tenía que hablar todas las semanas y dar la cara, y lo hice. Pero no es algo que siento.

-¿Pensás en volver al club algún día?
-No puedo imaginarme... Sigo pensando en lo lindo que sería que mi hijo pueda verme, lo miro a él y me queda esa sensación de ir al Cilindro. Acá vemos los partidos... A él le gusta ver la primera media hora y el final... Encima nos van a mandar los carnets y estamos contentos. No soy de soñar... Muchas vueltas da el fútbol, hoy estoy en Inglaterra y bien... Tengo la idea de volver, a vivir seguro, no sé si jugar... Quiero volver bien, tampoco con una edad que no se pueda jugar. Argentina tiene una dinámica que no encontrás en otro lado. Allá te comen, si no me siento preparado menos voy a volver a Racing. Sé lo que es jugar en Racing, si no estás al 100% ni vayas. No iría sólo para que mi hijo me pueda ver. 

-Casi nadie sabía lo enganchando en Racing que quedaste...
-Estoy empapado... Sigo en contacto con el psicólogo, con algunos chicos... Veo las canchas en las que entrenan ahora y no lo puedo creer. Nosotros después de entrenar en Tita nos quedábamos una hora acomodando las matas de pasto para ayudar a Manguera. 

-¿Qué diferencias encontrás entre este Yacob y el que se fue?
-Cuando cambiás de sociedad vas viendo que hay otras cosas... No sólo la agresividad, el enojo... Futbolísticamente entendí que ningún jugador salvo 10 en el mundo son indispensables, antes me sacaban y me enojaba, puteaba. Estoy muy tranquilo, disfrutando de las pequeñas cosas de la vida. Hace poco vino Pablo Caballero, que juega en España, y fuimos a andar en colectivo. Me gusta ser uno más. Acá salgo de la cancha y lo soy. En Buenos Aires, en Villa Urquiza, tomo el subte. Me gusta ser uno más de la sociedad, poder ir a tomar mates. En el fondo, uno siempre extraña lo suyo...