El triunfo sobre Lanús, tan inobjetable como convincente, tuvo su lado opaco. Y nada tuvo que ver esto con lo que ocurrió adentro del campo, sino afuera. Como si se tratara de señales que atentan contra el objetivo de que definitivamente el público visitante regrese a los estadios, hubo hinchas de Lanús que dieron la nota negativa en la tarde del domingo, más precisamente en las tribunas que ocuparon en el Cilindro. Por esta razón, Racing emitió un comunicado donde confirma una medida tajante.
"La comisión directiva de Racing lamenta los hechos violentos y de vandalismo ocurridos en el estadio en la previa, durante y luego del partido. Nuestra institución siempre ha demostrado buena voluntad para darle espacio al público visitante, pero entendemos que aún no están dadas las condiciones para hacerlo. Por tal motivo, suspendemos al público visitante hasta que esté garantizada la seguridad e nuestros socios y simpatizantes", fue el mensaje publicado por la página oficial del club. "Hubo roturas de autos antes y después del partido", puntualizó Víctor Blanco, presidente de la Academia, en declaraciones a TyC Sports.
Lo que despertó la decisión de las autoridades de Racing fue, principalmente, lo sucedido en la popular de Lanús. Allí, hinchas del Granate produjeron serios destrozos en los baños ubicados en la bandeja superior, desde donde arrancaron azulejos que luego utilizaron como proyectiles contra algunos autos luego del partido. A raíz de esto, la dirigencia de Racing no se quedó de brazos cruzados y, además de cerrarle la puerta a los visitantes, en las próximas horas radicará una denuncia en la comisaría 1° de Avellaneda por el acto vandálico.
Previo al partido también hubo incidentes, aunque de otra índole. Hinchas de Racing emboscaron un micro que transportaba gente visitante y lo atacaron a piedrazos y botellazos, por lo que algunos vehículos resultaron dañados. "Siempre hay imbéciles", dijo Juan Manuel Lugones, jefe del Aprevide. No hubo detenidos.