Norberto Yáñez: "Hacer un festival en Racing y que toque Horcas es un sueño”

Remeras negras, pelo largo, tatuajes en gran parte del cuerpo, los dedos en forma de cuernito, como solía hacerlo Mostaza Merlo en Racing... Estos pueden ser algunos sellos que identifican al género del heavy metal argentino. Sin embargo, en este mundo de unos pocos, pero con el orgullo de ser parte, ellos encuentran una similitud. Es que la mayoría de los músicos con renombre en el ambiente comparte la pasión por Racing. Allí, junto a Andrés Giménez, Ricardo Iorio, Claudio O’Connor, Alberto Zamarbide y Gustavo Rowek, entre otros, también aparece Norberto Yáñez.

El Topo integra ese grupo selecto de grandes músicos que marcaron la historia del metal en nuestras tierras. Bajista de Horcas desde 1991, en todas las etapas de la banda, Yañez tocó en el exterior, en el interior y hasta en estadios como el de Vélez, River y Ciudad de La Plata. En Racing de Alma tuvimos el agrado de charlar con él. Llegamos al límite de La Paternal, Caballito y Villa Crespo, tres barrios bien futboleros y con mucha historia.

Tras el ensayo de la banda que se prepara para un show en Olavarría, nos acomodamos en el fondo del estudio. Mientras nos preparábamos para la nota, deslizó una anécdota que, luego, le iba a retrucar. “Cuando llamaron a Andrés (Giménez) para tocar los temas de Racing, pensé que me iba a decir, ¿Sabés lo lindo que hubiese sido? ¡Gustavo Rowek en la batería, él cantaba y yo en el bajo, y todo en la cancha!”, recordó.

-En una banda, el bajo y la batería son los instrumentos más importantes… ¿Qué lugar ocuparía la Academia en tu vida?

-Racing ocupa un montón en mi vida, más allá que es de toda mi familia. Aunque mi vieja es del Rojo (se muerde los labios), son cosas que pasan en todas las familias, ¿no? Pero somos todos de Racing. Primero está la banda, porque es mi trabajo, estoy hace varios años en Horcas. Pero Racing siempre está presente. En el grupo soy el único de Racing, los demás son de Boca. Antes había uno de River, pero ya no está más. No es sólo eso, sino que en mi casa también tengo posters, cosas que me va regalando la gente. Cuando se enteran de que soy hincha y voy a tocar, me regalan llaveros, camisetas... A mi viejo no lo tengo más hace muchos años, y cada vez que Racing gana se me viene él a la cabeza.

-Si hablamos de músicos hinchas de Racing, se nos vienen nombres como Cerati, Iorio, O’Connor… ¿Es mucha o poca la gente que sabe que sos de Racing?

-El otro día, cuando jugamos el clásico, yo lo seguí por Instagram. Fui el primero que escribí festejando y me encontré con un montón de amigos o fans que no sabían que yo era de Racing. Me escribían todos: “Topo, no puedo creer que sos de Racing”. Se dio que justo escribí primero y lo leyeron todos, estoy muy contento de eso.

-¿Qué es Racing para vos?

-Uh, imagínate. Cuando yo nací Racing era campeón del mundo. Todavía voy a la casa de mi vieja y tiene el cuadrito de cuando nací. Te sacaban una foto recién nacido y mi viejo ya me había comprado la camisetita y el birrete. Desde la cuna soy de Racing, en la época que pude lo seguí. Pero ahora los viernes, sábados y domingos vivimos tocando, viajando por el país o por afuera y se me complica ir a la cancha. Pero siempre, por donde esté, lo voy siguiendo.

-Te digo Racing… ¿Cuál es tu primer recuerdo?

-Tengo un gran recuerdo cuando jugaba Racing con Chacarita. Yo vivo en Vicente López, cerca de la cancha de ellos y mi viejo era muy fanático de Racing. Compraba todas las revistas “Racing” y le gustaba quedarse después del partido en la puerta del vestuario para saludar a los jugadores. En mi casa éramos muy fanáticos de Mario Agustín Cejas, un gran arquero que tuvimos, y me acuerdo que mi papá me dijo: “Pará , pará, vamos a verlo a Agustín que lo quiero saludar y quiero que lo conozcas personalmente”. Me acuerdo que íbamos atrás de la cancha de donde estaba en el vestuario visitante. Cuando salió Cejas no me alcanzaba la vista para mirar hacia arriba para verlo. En ese momento yo era chiquito, medía un metro, ja. Me levantó y me saqué una foto con ambos.

-¿Otro que recuerdes?

-Y otro, de ir a un Racing vs Atlanta de visitante en Villa Crespo. Mi viejo se paró en la tribuna, empezó a cantar él sólo y levantó a toda la gente siguiéndolo. Me asusté, porque mi viejo enajenó a toda la monada y pensaba '¡¿Qué pasó acá?!'

-¿Tuviste contacto con algún otro jugador?

-Yo soy muy amigo de Facciutto, que jugó en Racing. Vive a la vuelta de mi casa. Por generación, yo soy más grande que él, lo seguía por todos lados. Cuando llegó a Racing le pedí que me regale una camiseta de Multicanal y me terminó dando la que le hace el gol a Independiente de afuera del área, le pega de derecha y se la clava al ángulo del palo izquierdo. Tengo la camiseta bien guardada, muchos lindos recuerdos tengo de Racing.

Toda la familia de Racing, salvo tu mamá… ¿Cómo se viven los clásicos?

Uh, mi vieja es muy futbolera también, discutimos cosas del partido. Vivimos en casas muy diferentes, pero siempre nos cargamos. El otro día la llamé y se reía… Me decía que no me iba a cocinar cuando vaya, je. Mi vieja es una persona maravillosa y está acostumbrada a estar con toda gente de Racing, lo sabe entender y si se pasa de la raya… cagó. Somos mayoría.

-¿Qué locura llegaste a hacer por Racing?

-Cuando le ganamos 6 a 0 a Boca, salí con la camiseta a la calle y en mi barrio son todos de Boca. Me decían 'estás loco, no salgas así'. Entré a una pizzería y estaban todos con la camiseta. El dueño me hacía gestos y me gritaba 'No, no. No entrés, no entrés… Mira que están todos con la camiseta de Boca'. Entré igual y, por suerte, no pasó nada.

-Sos el más longevo de la banda… ¿Qué jugador te hubiese gustado ver a lo largo de la historia del club?

-Ufff, tuvimos varios... Corbatta puede ser uno. Vi jugar a Rubén Paz, al Ropero Díaz, vi a Avallay cuando le ganamos con tres goles de él a River. Pero verlo jugar a ellos, al Panadero Díaz, también a un jugador que quería mucho que era Squeo, un jugadorazo impresionante. Otro, Lamadrid.

-Sacando el gol de Bedoya a River… ¿Cuál fue el que más gritaste?

-Grité varios. Me quedó con el de Fleitas de chilena a Chilavert en Vélez. Qué golazo por dios, que golazo.

-Viviste las buenas y las malas… ¿Cómo fue el momento del descenso?

-Lloré un montón, como nunca creo. Tuve la suerte de que mi viejo falleció un año antes y no tuvo la desgracia de ver a Racing descender. Fue algo horrible, muy duro. Al final demostraron que la culpa no era de los jugadores, si no que era de todas las dirigencias que complican al fútbol y lo hacen más difícil. El fútbol es jugar con la pelota. Años después hubo tantos intereses y cuestiones turbias que otros poderosos también se fueron. Fue una de las tristezas más grande que tuve y no fue sólo eso, sino que en el primer año pensé que volvíamos y no… Nos quedamos uno más y subimos por el octogonal. Ojalá no vuelva a suceder porque es lo peor que nos puede pasar en la vida.

-En este último tiempo que no pudiste ir a la cancha, ¿qué partido te hubiese gustado estar ahí?

-En el último partido del 2014. En realidad, quisiera estar en todos. Es lindo estar con la gente ahí, ver a los jugadores entrando a la cancha. Es como cuando nosotros entramos a tocar y la gente grita, es algo increíble. Más la gente de Racing que tiene ese poder, ese power, que es incansable vaya bien o le vaya mal, me emociona verlo. Me emociona ver que los chicos de las generaciones nuevas, son hinchas de los clubes que salen campeones y me emociona ver a tantos jóvenes hinchas de Racing. Es muy fuerte para mí.

-¿Cómo comparas la hinchada de Racing con la hinchada de Horcas?

-Son muy parecidos, el fútbol es muy pasional como el heavy metal. El heavy tiene eso que se mezcla mucho con la hinchada de fútbol. Nosotros cuando empezamos a tocar con Horcas, nos venía a ver la hinchada de Chacarita. La pasión, la energía, el aguante y como son los fans de Horcas me hace acordar mucho a Racing. Me hacen sentir en la cancha.

-Horcas es una banda muy futbolera… ¿Tu sueño cómo músico es tocar en el estadio?

Sería lo más, algo realmente grandioso para mí. Es más, me gustaría hacer algún día una nota en la cancha o en los vestuarios, en cualquier lugar del estadio. Hace un montón que no voy al club y me encantaría. Por mi trabajo no puedo estar pero hacer un festival en Racing y que toque Horcas sería un sueño. Voy a tocar llorando, je.