Orgullo en Racing: los pibes vencieron a Unión

Dale, inflá el pecho. Sí, porque vale la pena. Porque los pibes de Racing se hicieron gigantes ante Unión. El predio Tita se mudó por 90 minutos al Cilindro. Un equipo repleto de pibes salió a la cancha a dar la cara en un torneo en el que la Academia ya no tiene chances e hizo que todos sientan orgullo. El técnico, el resto del plantel de Primera, los dirigentes y los hinchas. Porque la camiseta de Racing estuvo a la altura y porque el club exige salir a jugar todos los partidos a ganar. Y así fue.

Con muchas ganas, con ocho pibes de la cantera de entrada (sólo Orban, Montoya e Ibáñez no lo son), la Academia pisó fuerte en Avellaneda. Es cierto, de alguna manera este trío fue el que lideró al equipo. Porque Montoya jugó un partidazo, de esos que esperan los hinchas de Racing de él. También lo hizo Orban, el líder de la defensa (tiene que estar el martes en Brasil) y porque Ibáñez tuvo apariciones clave.

También los pibes tuvieron su bandera. Carlitos Alcaraz. El que sobresalió de toda esa banda que parecen un grupo de amigos. Porque se matan y se defienden dentro del campo de juego. Porque si las piernas se acalambran sacan un plus para defender la camiseta. Y así fue. Arrinconaron a Unión en el primer tiempo y lo superaron. Montoya-Alcaraz, una sociedad interesante, se juntó varias veces y en una de esas llegó el 1-0. El tanto del pibe de 17 años que definió bárbaro. Pero en la tarde de Avellaneda todos sobresalieron. Sentí orgullo, dale, que los pibes se hicieron inmensos. Sentido de pertenencia, sacrificio y mucho huevos para bancar (más que nada en el ST).

Racing ganó ante Unión su primer partido en el torneo

Era el momento y había que sacarse la mufa. Porque Racing venía de tres derrotas en fila por el torneo local y necesitaba ganar. No por los puntos, ya que no tiene chances de avanzar de ronda, pero sí por lo anímico. Después del enorme partido ante Flamengo de los titulares, los pibes hoy le dieron otra inyección anímica a la gente.

Fue justo cuando el equipo lo necesitaba. Porque ahora se viene la revancha contra Flamengo y la Academia ya llega sin esa presión y mala racha de cinco partidos sin poder ganar. Un triunfo que vale por los pibes, que da orgullo y que nos llena de confianza para ir por los cuartos de final de la Libertadores en Brasil...