Preocupación por Piovi en Racing

Fue una noche de las que Gonzalo Piovi en Racing va a querer olvidar cuanto antes. En todo sentido. Un partido inesperado. Porque cuando falla uno de esos que habitualmente te da seguridad y garantías, estás listo. Y demasiado rápido, para prácticamente liquidar el partido en menos de cinco minutos. Eso fue lo que duró la ilusión. Alcanzan los dedos de una mano para contar el tiempo que el equipo de Gago estuvo con vida en la cancha de Boca. Eso duele, da bronca. No se puede jugar un clásico de esa manera. Pero también duele lo que pasó después con el defensor y su lesión. Ahora hay preocupación por Piovi en Racing.

Motivos sobran y la alarma se enciende. En esta seguidilla de lesionados y golpes que recibe el plantel, siempre fueron de esos soldados importantes los que se mancaron. Una estructura que estaba endeble y que se vio resquebrajada por tantas lesiones. Ahora todos cruzan los dedos aunque el panorama, a priori, no parece nada alentador. Un verdadero dolor de cabeza para el defensor y también para el entrenador, que casi no tiene alternativas en ese sector del campo de juego. De hecho ayer el zurdo tuvo que jugar de lateral izquierdo porque no llegó Gabriel Rojas y por eso también el central fue Emiliano Insúa, otro defensor de la Academia en mal nivel.

Ahora todo indica que Piovi en Racing estará afuera al menos por un par de semanas. Eso en el mejor escenario, teniendo en cuenta que se fue de la cancha de Boca con una férula en su pierna izquierda y con claros gestos de dolor. En esa caminata del vestuario hasta el micro, se lo notó mal y con cara de preocupación. Y no por su nivel en la derrota, siendo el puntaje más bajo de todo el equipo. En este caso tiene que ver con lo que puede tener en su rodilla izquierda. Una jugada tonta e infantil en la que Piovi se llevó la peor parte. Saliadarre empujó a Pol Fernández que terminó chocando con la rodilla izquierda del defensor.

Piovi, un pilar de Racing que no rindió

El panorama para el defensor de la Academia no pinta nada bien y es posible que le hagan estudios en las próximas horas para determinar la gravedad de su lesión. Prendiendo velas y cruzando los dedos para que no sea nada, la realidad es que la imagen es bastante clara. Y se ve como impacta la rodilla y se le mueve. De hecho no pudo ni siquiera continuar jugando y enseguida la inmovilizaron la zona. Un verdadero dolor de cabeza para el club y para el jugador, que volvía de una sobrecarga.

Más allá de esta mala situación, el partido de Piovi en Racing no fue nada bueno. Como pocas veces, se lo notó inseguro, mal con la pelota y sin esa vehemencia y actitud que lo caracteriza. De hecho, de un pésimo rechazo suyo, llegó el primer gol de Boca a los 3 minutos del PT. La dejó cortísima en el área, después de un córner y Payero facturó. Dos minutos más tarde, volvió a errar. Mal parado en un pelotazo largo, ni de lateral ni de central, su durimó. Vio como la pelota le pasaba por arriba y como Advíncula se acomodaba. Luego fue a cortar y perdió mal en la lucha cuerpo a cuerpo. Insúa hizo el resto del error. En 5 minutos Boca estaba 2-0 y Piovi había cometido dos errores groseros. Nunca se recuperó de eso y tuvo un mal partido. Con la pelota y en la marca. Lo que no suele suceder, todo un síntoma. Ahora, por lástima para la Academia, es posible que el defensor se pierda algunos partidos...