Qué respondió Milito sobre si se ve presidente de Racing

Diego Milito y Gustavo Barros Schelotto tienen varias cosas en común. Fueron talentosos jugadores, salieron campeones con Racing en 2001, sus hermanos también fueron futbolistas... Un día, en TNT Sports, tuvieron un encuentro especial. Los unió una charla entrañable en al que repasaron valores como el sacrificio, la perseverancia, el estudio. Y se llevaron su parte el sufrimiento pasado, las dudas en los comienzos, las enseñanzas y lo enseñado. Dieron una lección sobre cómo encarar la profesión, las frustraciones y los éxitos. En esta nota replicamos parte de lo que expuso el Príncipe, ídolo de la Academia. Entre otros tantos temas abordados, Milito habló de su hijo Leandro (delantero de la Octava División) y sobre el final llegó la pregunta de Barros Schelotto sobre un eventual Milito presidente de Racing.

"A mi hijo les doy las herramientas, como lo hacían mis viejos conmigo, Llegar, llegan muy pocos. Nosotros somos afortunados, pudimos hacer lo que nos gusta. Vivir de nuestra pasión, ser jugadores profesionales, hacer una carrera... Pero no todos tienen esta posibilidad. Y a veces, hasta haciendo todo como mandan los libros, tampoco alcanza. Porque no depende ni de uno, sino de un montón de factores. Hay un montón de imponderables en el camino. Si bien me encanta que haga deporte, ir a la escuela tiene que ser fundamental. Te da herramientas para el futuro, no sólo para jugar, entender y comprender mejor el juego, sino para hacer otra cosa si no te toca ser futbolista profesional", dijo el ex manager de la Academia.

La relacion de Milito con Lalo, su hijo

El Diego papá le inculca a su pibe los tesoros humanos que le dio su familia cuando era un joven soñador. Evoca aquellos tiempos en los que ambicionaba ser futbolista, con algunas turbulencias de por medio y la vara alta que le dejaba su hermano Gabriel, con la presión que esto último le significaba: "Tuve que hacer un recorrido como muchos de los chicos. Mi hermano debutó en Primera a los 17 años. El éxito le llegó muy temprano. Era un jugador extraordinario. Jugaba en las juveniles de la selección. Y yo hice los dos años en la Cuarta División...".

Hoy recuerda a la perfección aquella pregunta que lo apretaba. "Me decían: "Tu hermano ya llegó a Primera, ¿vos qué vas a hacer?".  Su crecimiento -rememoró- fue tremendo de muy joven y mis pasos eran muy cortitos. Debe ser difícil para un padre tener a un hijo que empieza a escalar rápidamente y que el otro, que tiene la misma pasión, le cuesta mucho más todo. No debe ser sencillo. Recién debuté a los 20 años en Primera. Ya era grande para esos tiempos. Hoy los chicos debutar mucho más jóvenes. Llegó un punto en el que no sabía si iba a continua o no con la carrera. Me quedaba solo un año para saber si podía hacer contrato o no", reveló.

El fútbol lo había puesto en un terreno de inquietante incertidumbre a Milito. "Un día les dije a mis viejos: 'termino la secundaria y arranco la carrera de ciencias económicas'. Pero cuando ya había hecho un año de facultad, le dije a mi viejo que quería enfocarme un año en el fútbol a ver si podía cumplir mi sueño. Tuve la suerte de que en ese año debuté. Pero todo el inicio no fue fácil. El debut, la alegría, los primeros pasos son lindos. Después, entrás en esa meseta que es real", cuenta su vivencia.

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El arranque bravo de Milito en Europa, tras irse de Racing

Su primera etapa en el Viejo Continente, en el Genoa de Italia, le resultó espinosa. Si hasta se replanteó su presencia allí, adonde arribó procedente de la Academia: "Me costó mucho afianzarme. Fue muy duro cuando me fui afuera, el inicio. Fui a Génova. Yo pasé de vivir con mis viejos, estando de novio con mi actual mujer, a una ciudad nueva, con otro idioma. En ese momento me acompañó mi viejo, los primeros días. Después fue mi mujer y arrancó la aventura europea. No fue fácil, para nada. Arranque jugando, después me tocó salir. El Genoa estaba en Segunda División, con posibilidades de irse a la Tercera. Me preguntaba constantemente qué hacía.  Siempre les cuento a los chicos, a mi hijo en este caso, que le toca compartir esta pasión por el fútbol..."¿Qué hago acá?", muchas veces me preguntaba en enero, tapado hasta acá del frío, sentado en el banco de suplentes".

El ex delantero, dos veces campeón con Racing y ganador de todo con el Inter, es un apasionado cultor de la tenacidad, de la búsqueda incansable de las metas trazadas. Un guerrero fue. "Es fundamental tener ese espíritu de lucha. Siempre le digo a mi hijo: lo importante no es el error, sino levantarse. Y  tener siempre el objetivo claro ahí adelante. Es esa voluntad de seguir -enfatizó-, de insistir, de insistir, e insistir. De vaciarse, de dar todo. Después, te quedás tranquilo con vos mismo".

Más frases de Milito, ídolo de Racing, en la charla con Gustavo Barros Schelotto que terminó con una consulta sobre si se ve como presidente en el futuro

El fracaso. "Es una palabra amplia. Depende para qué la utilices, suena fuerte. Yo no soy de utilizarla, no me gusta mucho esa palabra. El fracaso es para aquellos que bajan los brazos, que no lo intenta. Después, es un deporte que tiene un millón de imponderables, una cuota del azar... Hay que ser muy cuidadoso con esa palabra. ¿Y qué es el éxito? Yo creo que hay tipos que son recontra exitosos  y por ahí están en el anonimato. Y son unos padres ejemplares, acompañan a sus hijos. Cada uno en su rol puede ser exitoso. En el deporte es mentira que se gana siempre, es imposible. Perdemos más de lo que hemos ganado".

Su trayectoria: "Me siento orgulloso de mi carrera, pero he perdido muchísimo. Y aprendí mucho más de esos momentos que de cuando me tocó ganar. Sin dudas".

El camino al éxito: "Lo que más se disfruta es el proceso hacia un título. Por ahí hacés un proceso extraordinario, pero en el último partido la pelota pega en el palo y se va. Y hay procesos exitosos que los culminás. Lo que menos recordás es el día del final. Cuando nos juntamos los campeones de 2001, lo que menos recordás es el partido final. No recordamos sólo el partido con Vélez. Nos acordamos de los nervios, de la emoción, de lo que sentíamos ese día, de la presión que había...".

El fútbol moderno alrededor del juego, según el Príncipe

Los avances en el fútbol: "Tenemos que empezar a aceptar que el fútbol ha evolucionado. Y si bien creo que muchos clubes de Argentina dieron pasos hacia adelante, todavía estamos lejos de lo que nosotros queremos, que es la perfección, acercarnos lo máximo posible a lo que son las grandes ligas. Tenemos un largo camino por recorrer. La profesionalización y organización son dos palabras clave para poder desarrollar y seguir evolucionando. El resultado es consecuencia de....  El final del recorrido termina siendo lógico. En ese recorrido podés perder, ganar un poquito más, ganar ante so después. Pero en definitiva, si vos hacés las cosas como tenés que hacerla, el resultado te conduce al éxito".

Sobre el final, el Príncipe le preguntó a Gustavo si se veía como presidente de Gimnasia. El Mellizo la tiró afuera y le pasó la consulta a él. "Je, je", fue la sugestiva respuesta a Barros Schelotto de parte de Milito, quien en su momento ya había dicho que no descartaba presentarse como candidato a presidente de Racing en algún momento.

Fue una muy linda charla entre Milito y Gustavo Barros Schelotto, en la que Racing, claro, fue uno de los temas y no quedó afuera la pregunta incisiva a Milito sobre si le gustaría ser presidente del club en algún momento.

Fotos: captura de TNT Sports.