¿Qué pasa? Almendra tiene que jugar en Racing

Almendra en Racing tiene que jugar. Corta. Así de simple. No hay muchas vueltas. Tampoco demasiado lugar para el debate o la discusión. Una encuesta que ganaría por un 98% y los dos votos en contra podrían ser de la dupla de Videla y Grazzini. Ya en una versión mucho más activa, lejos de ese tranco lento y falta de ritmo que se fue notando en los primeros partidos, ahora queda a las claras que ya está para jugar. Que le sobran características y cualidades para estar dentro del campo de juego. Mucho más en este momento donde cualquiera que tenga la capacidad de parar la pelota y dar un pase se destaca.

Ahí está el abuelo, sentado frente al televisor a sus 90 años. Con un mate de por medio, por lo bajo, le deja un mensaje a su pareja. "Este tiene que jugar". Y sí. También lo nota la que está en el medio de la popular alentando, de espaldas a la tribuna. "Che, juega bien el 22". Y sí. Cualquiera se da cuenta en dos segundos que el volante de la Academia que llegó en este mercado de pases tiene que ser titular. Lo mismo me pasa. Me preguntó una y otra vez por qué no. ¿Qué pasa? Difícil de explicar. Mucho más cuando el que va de entrada está, hacer rato, en un nivel muy malo.

Pero Agustín Almendra sigue peleando un lugar en Racing. A veces con caras largas (y, sí, cómo va a estar feliz) y con gestos de calentura, pero siempre estando a la altura cuando entra. Una situación que se repite y no se entiende, que perjudica al club. Porque cuando Almendra está en cancha, el equipo tiene otra claridad y juega a otra cosa. Y porque con él en cancha, no es necesario que los Juanfer, los Vecchio o los Roger Martínez tengan que bajar 30 metros para buscarla. La esperan ahí, cerca del área rival, donde son peligrosos. Pero no, se empeñan en dejarlo en el banco y hasta les cuesta darle minutos.

Los pocos minutos de Almendra en Racing y extrañas decisiones

El volante viene siendo importante en la Academia. Lo muestra cada vez que le toca entrar. Habla ahí, en la cancha, donde es lo más importante. Cada vez que toca la pelota deja cosas claras. Lo venía haciendo muy bien en los últimos partidos con Gago, cuando ingresó con Newell's, Godoy Cruz e incluso con Independiente. Pero ante la llegada de Videla y Grazzini, en este interinato, retrocedió. Fue borrado para el partido con Platense porque se enojó porque no iba de entrada. Una decisión polémica y que el tiempo le terminó dando la razón.

El equipo fue un desastre con el Calamar y Almendra volvió a jugar en Racing. Fue titular con Sarmiento, de lo mejor de lo que estaba en cancha. Y cuando estaba en un gran momento, lo sacaron. Ahí se dejó de atacar. Una decisión que no entendió ningún hincha. Mucho menos cuando en la previa del triunfo ante Boca se dio a conocer que otra vez iba a ser suplente y que en su lugar jugaría Gómez, el más flojo en Avellaneda. Y pese a estar 0-0, sin ideas y con poco fútbol. costó que lo mandaran a la cancha. Fue el tercer cambio ya pasado los 20 minutos.

Lógico, cuando entró pasó lo que era normal. En menos de cinco minutos en cancha asistió muy bien a Vecchio para poner el 1-0. Un nuevo pase gol siendo el jugador con más asistencias del equipo en esta Copa de la Liga. Ese volante distinto en la Academia. Fue un pase a Juanfer (con Tigre), otro a Martirena (Newell's) y este a Vecchio. El nexo con los de arriba, el que juega con el corazón y no tiene problemas en tirarse al piso. Porque juega como un hincha. Otro examen aprobado, otra vez que se cae de maduro que se ganó un lugar y debería ir de entrada la próximo fecha. Claro, a no ser que pase algo y nadie se quiera hacer cargo... ¿Qué pasa? Porque lo que es evidente es que Almendra en Racing tiene que ser titular.