Si hay alguien que no terminó con felicidad plena el fin de semana ese es Pablo Alvarez. A pesar del gran triunfo de Racing ante Quilmes (3-2 luego de ir perdiendo 0-2 y con un jugador menos), el defensor se fue expulsado por una jugada que encima significó penal y gol para el Cervecero. El lateral por izquierda, quien pelea un lugar con Insúa a pesar de que la idea primordial de Cocca era tenerlo siempre como titular, perderá terreno en estos días. Y no por enojo del entrenador.
Sucede que además de la expulsión que lo obligará a perderse el partido con Tigre, el ex Catania sufrió en la práctica del lunes un traumatismo en su tobillo derecho y salió visiblemente dolorido del entrenamiento. Su alivio, claro está, repara en que ya sabía de antemano que estaría parado una semana.
Està hecho mierda este tipo.