El duelo de Racing con Lanús es vital. Una final para los dos equipos que hoy están peleando por un lugar en las copas internacionales. Sólo dos puntos los separa ya que el Grana tiene 56 unidades y la Acadé 54. Ambos están dentro del la Copa Sudamericana, aunque en los últimos dos lugares. Y, aunque se dependa de un milagro, se mira la zona de clasificación a la próxima Copa Libertadores de reojo. Está claro que no será para nada fácil el encuentro. Mucho menos si se toma como referencia el nivel que viene mostrando el equipo de Sebastián Grazzini y Ezequiel Videla en las últimas presentaciones.
La Academia cayó en un pozo en la Copa de la Liga. Había arrancado muy bien, incluso se sostuvo un par de fechas en la cima de la zona B y miraba a todos desde arriba. Tanto es así que el Clásico de Avellaneda, día que renunció Fernando Gago, fue la primera derrota en este competencia y así y todo continúa una fecha más mirando a todos desde arriba. Pero desde esa caída para adelante, fueron muchas pálidas. Casi que no hubieron alegrías. Una seguidilla de flojos resultados que lo ponen al borde del abismo.
Racing necesita ganar con Lanús. No sólo por los tres puntos y por lo que significa este partido. Porque también necesita equilibrar la balanza. Empezar a torcer una muy mala racha que lo está haciendo bajar posiciones y poner en riesgo los dos objetivos que le quedan por delante en este 2023. Es que de los últimos siete partidos que se disputaron, apenas ganó uno. Sí, tan duro como real. El presente es muy malo y poco esperanzador. Y si hay algo que lo mantiene con vida es que sus rivales son iguales o peores. Ninguno logra ser regular o cortarse. De hecho, algunos pocos lo lograron y ya están mejor ubicados.
La pésima racha que arrastra Racing y quiere empezar a emparejar con Lanús
Todo comenzó en Mendoza, ante un Godoy Cruz que hoy mira a todos desde arriba y es el líder de la zona B. Además de que está en zona de Copa Libertadores 2024, ya casi con un pie y medio adentro. Fue un empate agónico, con gol de Roger Martínez y casi triunfo porque Hauche la mandó a guardar pero se lo terminaron anulando por un offside demasiado fino. Fue un 1-1 en Mendoza y llegó el clásico: derrota 2-0. Ahí se dio la salida de Gago, pero nada cambió. El partido siguiente, otra vez de local, llegó una piña mucho más dura: caída ante Platense.
La hemorragia, de alguna manera, se cortó una fecha después aunque fue apenas un paño para cortar la sangre. Empate agónico ante Sarmiento de Junín con un bombazo de afuera de Baltasar Rodríguez. Luego apareció el primer triunfo para la dupla. Importante. Se le ganó a Boca (con varios suplentes), 2-1 de en la última jugada del partido. Un triunfo que invitaba a romper ese bloqueo anímico que se le ve a los jugadores. Pero con Defensa y Justicia se volvió a empatar (2-2) y lo peor llegó el fin de semana pasado cuando los tres puntos estaban en el bolsillo y en el descuento lo empató Central Córdoba. Una racha muy dura de la Academia en esta Copa de la Liga que debe torcer con urgencia. Al menos si el deseo es meterse en alguna Copa internacional y llegar a los cuartos de final de la Copa de la Liga.
Verlos a estos dos pibes, planificando los partidos: duele!!! Ver a los jugadores como juegan: da sueño!!!! Solo nos dejan a todos: bronca, ganas de putear y angustia.
Para que quieren entrar a una copa , solamente para pasar papelones porque con el "cartonero" Blanco no esperen armar un equipo competitivo dado que solo buscará ofertas y todo x dos pesos. Y por supuesto asesorado por el "vago".