"Nos falta ser más contundentes". Eduardo Coudet es exigente. Siempre quiere más. Porque si bien pretende que sus jugadores estén más finos a la hora de definir, Racing es un equipo eficaz, el más goleador de la Superliga. Y, para que sea redondo, también es sólido atrás. Racing manda en las dos áreas.
La Academia es líder del torneo con 19 de 21 puntos posibles y no es casualidad. Junto con Atlético Tucumán, Racing lleva 13 goles y, además, es el equipo que menos goles recibió: dos y, justamente, ante el Decano. En este torneo lleva seis vallas invictas y en todos los partidos convirtió. Además, el reparto de sus goles también es bien variado, ya que siete de sus jugadores convirtieron: Licha López (4), Solari, Cristaldo (2) y Pol Fernández (2), Bou, Centurión y Cuadra.
Racing crea situaciones de gol y tuvo buenos partidos en los que ganó con autoridad (como el de este sábado ante Argentinos), pero lo más importante de este equipo es que defiende cada pelota como si fuera la última. Claro, también es clave Gabriel Arias, quien se viene mostrando muy seguro.
A Racing le queda, como un nuevo objetivo a corto plazo, ocho partidos hasta el parate de fin de año: Boca (L), San Martin de Tucumán, (V), San Lorenzo (L), Newells (L), Gimnasia (V), Banfield (L), Talleres (V) y San Martin de San Juan (L). Lógico, buscará estirar su racha para seguir en la cima.
Si mantiene estos niveles de eficacia y logra sacar una buena diferencia en la tabla, otra tranquilidad tendrá el cuerpo técnico y el plantel para encarar la pretemporada de verano y afrontar la recta final. Pero esa será otra historia.
Es bravo el Racing de Coudet y será difícil para todo aquel que se le quiera plantar. Porque este equipo resurgió desde el piso, después de un golpe tremendo recibido en la Copa Libertadores, del que supo levantarse con trabajo y dedicación. Es un Racing herido y juega con el temperamento del que tiene las cosas claras, aunque todavía falte mucho.
Feliz con el comienzo de la Superliga.- Como Coudet pienso que todavía no se alcanzó el techo.- Aún se falla en el último pase o la definición y a menudo se abusa de la tenencia de la pelota sin profundidad.- Siendo un tanto más vertical y atacando con mucha gente sería un equipo temible, sin que ello implique descompensarse atrás.-