Lo ganábamos con el remate de Domínguez al travesaño o el zurdazo de Lautaro ya con el arco vacío. Lo perdíamos si el árbitro, localista, cobraba cualquiera de los penales inexistentes del final, de Sigali o Musso. Podría haberlos cobrado por la tónica en la que venía dirigiendo... En cualquiera de las dos situaciones, la sensación que hubiera dejado Racing sería la misma: un equipo que fue al frente, salió a jugar sin miedo y que intentó, y por gran parte del partido consiguió, ser protagonista en Chile. Nos dejó conformes, en definitiva, el empate lejos de casa.
Más allá del punto, que en este tipo de competencias sirve haciéndose fuerte en el Cilindro, las formas fueron importantes. Y hubo muchos puntos altos, algo vital para estar a la altura de un rival difícil, con jugadores de selección y un estadio hostil. Musso, Donatti, Sigali, Domínguez, Cardozo, Lisandro, Lautaro. Se podría nombrar a casi todos. Si faltó Pillud fue porque merece ser destacado en estas líneas: volvió después de mucho tiempo en una parada bravísima y jugó uno de los mejores partidos, de mínima, desde todo el año pasado.
Pasó un empate que nos mantiene arriba. Lo que viene, con esta mentalidad que impone Chacho, seguro que será todavía mejor. Material e individualidades, seguro que hay.
El caracter lo puso el MAESTRO (NO FALTES NUNCA) y lo ayudaron Donatti y Dominguez que parecen ser los unicos que entienden como se juega esta copa. Pillud te bancas todo y a todos los que te critican muy buen partido a la altura de una Libertadores.
Pulpo y Centu que se dejen de enojar y jueguen a la pelota