Apenas consumado el sorteo de la Copa Libertadores, la exclamación de todos los hinchas habrá sido la misma. "¡Otra vez con Sporting Cristal!", seguro dijeron los fanáticos de Racing. Ya es casi una costumbre que la zona de grupos comparte a la Academia con el equipo peruano. Ambos clubes ya se enfrentaron en cuatro ediciones de la máxima competición continental y en este 2021 lo harán en una quinta. Otra vez habrá un Avellaneda-Lima en el torneo. Por la segunda fecha, Racing-Sporting Cristal se enfrentarán el jueves a las 19 en el Cilindro. Es un historial muy parejo con una particularidad: en los ochos partidos que se enfrentaron jamás hubo empates. Fueron cinco triunfos para la Academia y tres para los peruanos.
La primera vez que se enfrentaron fue en el Grupo 2 de la Copa Libertadores de 1962. Fue el debut de Racing en la competencia y no pasó la fase de grupos. De todas maneras, el duelo mano a mano con los peruanos terminó en tablas: cada equipo se impuso 2-1 jugando como local. Debieron pasar 27 años para que ambas instituciones se volvieran a ver las caras. Fue en un 1988, por el Grupo 8, que otra vez se enfrentaron. Esta vez fue la Academia la que ganó ambos partidos: 2-0 en Avellaneda y 2-1 en Lima. Pero no llegó lejos: en los octavos de final fue eliminado por Atlético Nacional.
El Racing-Sporting Cristal más recordado
Tras esta edición vino el golpe más doloroso para Racing y que todavía se recuerda en Sporting Cristal. En 1997 se cruzaron nada menos que en las semifinales y protagonizaron una llave dramática. En un Cilindro estallado, la Acadé se impuso 3-2 y soñaba con volver a llegar a una final. Sin embargo, en Lima hubo una noche negra, fue goleado 4-1 y se quedó con las manos vacías. ¿Si hubo revancha? Sí, pero sin el mismo significado. En 2015 se cruzaron otra vez en fase de grupos y dividieron puntos: Racing ganó 2-0 en Perú y Sporting Cristal sorprendió al imponerse 2-1 en Avellaneda. Así, el historial está 5-3 favorable a Racing, que el jueves irá por el sexto triunfo.
TOTALMENTE DISCONFORME CON LOS CAMBIOS DE PIZZI. UN MAMARRACHO. AUNQUE GANEMOS